A propósito de las celebraciones por el Día Internacional del Jazz, este 30 de abril, se presentaron en Internet fragmentos de los documentales Cándido, el rey de las tres congas, de Luis Leonel León, y Buscando a Bebo, un alma cubana en tierras frías, de Ricardo Bacallao, en encuentro organizado por la asociación sin ánimo de lucro ARTivisten.
Ambos materiales aunque coinciden en el tiempo “no estaban coordinados”, afirmaron ambos realizadores en el acto de presentación por la plataforma Zoom, que contó con la presencia de un grupo de artistas, productores y promotores culturales desde Europa y Estados Unidos, entre ellos el percusionista Emilio Valdés, nieto de Bebo e hijo del también afamado Chucho Valdés.
Emilio, radicado en el estado norteamericano de Nueva Jersey, se mostró emocionado con el proyecto, en el cual sirve de conductor, sobre la vida de su abuelo en Cuba y en Suecia, donde se radicó para no retornar a su país, reseña la agencia española EFE en un reporte publicado en medios internacionales.
“Creo que vamos a poner el nombre y la música de Bebo Valdés a un nivel más grande en Suecia de lo que se había visto antes”, señaló Emilio sobre Buscando a Bebo, un alma cubana en tierra frías, que recoge un concierto de homenaje a su abuelo en noviembre de 2019 en Nueva Jersey, donde se interpretaron once piezas originales del legendario pianista y compositor.
“Buscamos y contamos parte de la vida de este grandísimo pianista, a través de las memorias y la emotividad de algunos de sus descendientes y de su música”, expresó Bacallao, director de varios documentales sobre la diáspora cubana por el mundo, citado por EFE.
“Esperamos pronto poder exhibirlo en varias ciudades de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica junto con la película sobre Cándido de Luis Leonel. A las dos películas las unen muchas cosas”, afirmó.
Por su parte, León, quien leyó desde Miami una carta poco conocida que envió Bebo a su amigo Camero desde Estocolmo en abril de 1991, recordó al tumbador cubano, fallecido en Nueva York en 2020 poco antes de cumplir 100 años, como un precursor del jazz latino.
“Me imagino que tienes tu retiro igual que yo, dime por qué no te vas los tres meses de invierno a Puerto Rico Rico o a Santo Domingo, Nueva York es muy húmedo. Creo que tu nombre está entre los grandes. Yo cumplí 72 años y a esta edad hay que esperar el viaje sin regreso, nadie se queda para semilla”, dice la carta de Bebo a su amigo Camero.
“Sé que se fue feliz de este mundo, satisfecho de haber vivido mucho y bien, no sin los dolores que acompañan a todo ser humano y en especial a un exiliado”, expresa León, al rescatar anécdotas no conocidas de Camero, entrevistar a familiares y utilizar las últimas grabaciones del tumbador en la banda sonora de su filme.