Acaba de fallecer en la capital el cantante Orestes Macías (1934-2020). Nacido en Bejucal, se trasladó a La Habana en 1943, donde integró la agrupación Vas-Cané junto a músicos procedentes de la Sonora Matancera. En 1955 pasó a cantar en Arcaño y sus Maravillas, en la que estaban figuras de la talla de Orestes “Cachao” López y Félix Reina.
Al año siguiente formó parte de la Orquesta de los Hermanos Castro y más tarde del Conjunto Casino, en el que despuntó como uno de los mejores cantantes en una época marcada por la presencia, tanto en los escenarios como en los medios, de Benny Moré, Roberto Faz, Orlando Vallejo, Vicentico Valdés, Elena Burke, Celia Cruz, Olga Guillot y Omara Portuondo.
En Rumbavana impuso el sello de su estilo con boleros y sones que lo proyectaron fuera de las fronteras nacionales y lo consolidaron como uno de los grandes de su momento, en especial por números como “Vanidad”, “Boda Negra” y “Ojos y labios”.
A su familia, a su inseparable compañera Juanita, allá en la calle Vapor, lleguen nuestras más sentidas condolencias.
La voz de Orestes Macías está grabada con letras doradas en la historia de la música popular cubana. Y seguirá siendo por siempre eso mismo que fue en vida: el Elegante de la Pista.
EPD