En estos quince años de trabajo, Buena Fe ha redireccionado sus esencias. “Antes tirábamos piedras a ver lo que salía. Ahora nuestra manera de proyectar el arte, en lugar de perseguir el Hit Parade, ha descubierto otras formas de distribuir la música, para que llegue a todo el público pero, especialmente, al que le interesa lo que hacemos”.
“No tengo frustraciones como artista. Todos los años tengo motivos para escribir canciones”, dirá también Israel Rojas en esta entrevista, que se publica dos días antes de que Buena Fe se presente en el Miami Dade County Auditorium, junto al cantautor Frank Delgado, para ofrecer un concierto en homenaje al cine cubano.
Ojalá este concierto, lejos de sembrar motivos para el aislamiento y la disección de una Cuba ya vulnerada, sirva para que unir todas las orillas de un mismo país, quede cada vez más cerca en el tiempo.
El concierto será una apología al cine cubano. ¿Cuál va a ser el repertorio?
La música hará un recorrido por algunos pasajes imprescindibles del cine cubano y actores emblemáticos como Reinaldo Miravalles, Sergio Corrieri. Estarán reflejados los filmes de directores como Titón, Juan Padrón y bocadillos de diferentes animados, que forman ya parte del acervo cultural popular de los cubanos. También estará lo más contemporáneo de nuestro cine.
Es un intento de mezclar este arte con la música, con canciones como Pi 3,14, Catalejo, Melesio tenía razón, La otra orilla, y algunos estrenos de lo que será el próximo disco.
Será un concierto de casi dos horas que ya hicimos en Cuba hace tres o cuatro años y que, musicalmente, recoge buena parte de lo que hemos realizado en los últimos quince años.
Está invitado Frank Delgado, compositor que ha hecho la banda sonora de unos cuantos filmes, cortometrajes, documentales.
Hablando del cine cubano, ¿qué crees de la vieja polémica de que el cine cubano más contemporáneo ha muerto, de que hace muchos años no se hace una película cubana que valga la pena, que vaya a trascender?
Yo estoy oyendo eso desde que nací. Es un augurio bastante fatalista. Creo que, más mal o más bien, cada cierto tiempo sale alguna película que nos enorgullece, y otras muchas que son olvidables. Eso mismo también se dice de la canción cubana contemporánea, de la literatura cubana contemporánea.
¿Tendrá que ver con el viejo cliché de que todo tiempo pasado fue mejor?
Quizás tenga que ver con que los cubanos somos muy críticos con nuestra propia realidad y con lo que hacemos. Hay gente que oye a los Van Van ahora, después de que Formell murió. Cuando estaba vivo, la gente decía que no sonaban igual.
No sé por qué hay en el cubano esa negación a reconocer lo que brilla, en su momento. A veces tenemos cosas maravillosas frente a la cara y no las vemos. Tiene que pasar el tiempo para que se legitimen. O venir alguien de afuera a decirnos que algo es bueno para que nos lo parezca.
¿Qué es lo peor que le podría pasar a Buena Fe en el concierto del jueves en el Miami Dade County Auditorium?
Lo peor que puede pasar es que me azote una gripe tremenda que me impida usar mi mejor herramienta, que es esta voz, para poder cantar las canciones que pienso llevarles al público ese día al teatro.
Quizás obvié una pequeña introducción: con las tensiones que genera el intercambio cultural de grupos cubanos como Buena Fe en escenarios locales de Miami, ¿qué es lo peor que podría pasar en el Miami Dade County Auditorium el día dieciocho?
Lo peor que podría pasar es una gripe que me impida cantarle a la única persona que vaya al teatro ese día.
Evidentemente no hay tales tensiones con todos los artistas cubanos que van a escenarios en Miami. A Buena Fe se le adjudica una militancia política fuerte. ¿Tú te consideras un activista político?
Todo el mundo tiene alguna posición política, algunos con más participación, otros con menos. Yo sencillamente hago mis canciones, y mi principal activismo político está en ellas. Por supuesto que tengo una participación activa en la sociedad en que vivo, en mi barrio, con mis compañeros, con mi familia.
Pero no soy exactamente un político, no me dedico a eso. No me gano la vida haciendo política como oficio. Tampoco soy un apolítico, ni alguien que le huye a ese término. Soy parte de una sociedad que no puede escapar a la política, como ninguna otra sociedad.
El problema no está en la política en sí, sino en las posturas que se tomen en una ciudad como Miami, en la que los medios de comunicación son bastante agresivos a la hora de enfocar las tendencias y de pintar buenos y malos, como si el mundo se pudiera pintar en buenos y malos, sin ningún gris.
En Miami solo te ven con buenos ojos esos medios y esos grupos que te escuchan decir lo que ellos quieren oír. Y cada día yo tengo más ganas de decir lo que ellos no quieren oír. Porque cada vez que tú dices lo que piensas ellos dicen que eres esclavo de alguien que te precondiciona. Yo digo lo que pienso. Si mañana cambio de sentimiento, también lo diré.
Porque no puede ser que, cada vez que digas algo a favor de las cosas de este país, estés equivocado. Yo soy parte de lo mejor de este país. No soy parte de lo peor. Y para algunos en Miami, todo lo que trate de ser parte de lo mejor, de lo que enaltece, de lo que construye, es visto, lamentablemente, como enemigo de las buenas ideas, de los cariños, de los amores.
Como dijo quien lo haya dicho: “lo que los demás piensen de mí, es problema de ellos”. Yo hago mi trabajo y me va súper bien aquí. Por algo será que tenemos un público que nos respeta, que nos estima, que va a los conciertos y se aprende las canciones.
Hay otro público al que no le gusta nuestro trabajo, que nos descalifica, que no comulga con nuestra estética. Y a este público lo respetamos.
Buena Fe ya es lo que se dice “profeta en su tierra”. Pero solo en muy contadas ocasiones la popularidad en el escenario local que es Cuba ha sido traspuesta por un artista cubano…
En el mercado de la música latina, definitivamente, va a ser muy difícil que logremos eso. Ahora a mí me da lo mismo tocar en el Auditorio Nacional de México que en el Luna Park de Argentina. Me encantaría lograrlo, pero yo cambié esos sueños ya.
¿Cuándo cambiaron esos sueños?
Cuando me di cuenta de que no estaban en mis manos. Yo tenía un profesor en la universidad que decía: problema es aquello que tiene solución. Eso para mí no tiene solución. Cuando las variables de la vida cambien, y me lo pongan en el camino, entonces intentaré llegar allí.
Estás planteando entonces la vida como un acto de conformarse…
No. Estoy planteando la vida como un acto de reorientar las quimeras. Mis quimeras no pueden enfocarse en ganarme un Grammy, porque sería frustrarme. Para qué voy a comprar una frustración, si ya sé que depende de un empresario que me ponga en el mercado (mercado que ya sabemos está signado por políticas muy duras respecto a Cuba), que además yo le caiga bien a ese empresario, que yo baje de peso, me ponga bonito, me tire un peinado de moda y cante las canciones de “Mami, yo te quiero, yo por ti me desespero”.
Y a partir de ahí, me proyecte con un video de cien mil dólares. Y termine haciendo lo que no quiero.
No tiene sentido hacer eso. Tiene sentido coger el camino más largo, que es el de tratar de seguir convocando a las musas para que me regalen las canciones que yo quiero y, en cada concierto, ver alguien sentado delante, tratando de regalarme un Grammy con su mirada. Esa es una quimera posible.
El Grammy posible es el de los Van Van, que se lo ganaron, pero se pasaron cuarenta años dándole por la cabeza al mismo clavo. ¿Cuál es la legitimación posible? La de Pablo Milanés.
¿Cuántos premios tiene Juanes? Todos los que se quiera decir. ¿Cuántos Grammys tiene Calle 13? Como trece o catorce. Sin embargo, esos artistas admiran a Silvio, que ¿cuántos Grammys tiene? Ni uno solo. ¿Cuántos Grammys o grandes premios tiene Carlos Varela? El premio que tiene es el de ir a tocar al Karl Marx y que todavía la gente vaya a escucharlo.
Ese es el reconocimiento al que puedes aspirar en Cuba. Lo otro es apostarle a una frustración. Porque, entonces, vivirás preguntándote: ¿Por qué no pasa, si este o aquel es un disco tan bueno?
El día que eso no te importa, puedes crear con menos presión, crear con otras motivaciones. Y los procesos motivacionales son importantísimos para un artista.
¿Tú tienes frustraciones como artista?
La verdad que no. Yo me siento muy realizado como creador. Todos los años tengo motivos para hacer canciones. Esta sociedad me regala historias increíbles para escribirlas. Todos los años tenemos cientos de conciertos que hacer, lo que no tenemos es garganta para cantar en todos los sitios a los que nos convocan.
¿Tienes rutinas, horarios del día en que escribes, momentos específicos para el proceso creativo?
La verdad que no. Las canciones me asaltan. Me roban el aliento, y me someten a escribir. Cada canción es una pequeña tesis, el resultado de darle muchas vueltas a las ideas, de la derecha a la izquierda, y de la izquierda a la derecha de la cabeza. Es un proceso casi sacerdotal, de estar pensando todo el tiempo en la canción posible. Y es sumamente desgastante. Te consume.
Pero luego tiene la maravilla de que, cuando te sale una canción buena, o que consideras buena, y la estrenas ante tu público y a él le parece interesante, eso reconforta cualquier dolor.
Sí leo mucho, consumo mucha información: la buena, la mala, la regular. Trato de estar lo más informado posible, para que la canción salga lo menos irrespetuosa posible.
¿Qué te gusta leer?
Poesía. Mucha noticia. Veo muchos materiales audiovisuales que se hacen de manera independiente en Cuba. Pero, sobre todo, trato de no quedarme con la visión de la Cuba que captan mis ojos, porque esa es la Cuba de mi burbuja, y Cuba es mucho más que nuestra burbuja.
Viajamos mucho, damos muchas vueltas por el país. Y la Cuba de Jiguaní no es la misma que la de Miramar. Los libros dan una educación muy profunda, pero no hay como caminar los barrios y verle la cara a la gente. Esa gente y sus historias a veces terminan en canción.
¿En el camino, alguna esencia del grupo ha cambiado?
Sí, han cambiado. Hoy somos mejores. Somos más amigos. Hoy estudiamos más lo que vamos a hacer. Antes tirábamos piedras a ver lo que salía. Ha cambiado la manera de proyectar el arte, antes quizás le caímos atrás a la moda, al Hit Parade, porque nos parecía que ese era el camino. Hemos descubierto otras vías y modos de distribuir la música, de manera más expedita, para que llegue al público al que le interesa lo que hacemos.
¿Qué artistas cubanos vivos respetas, además de los que ya has mencionado?
Leonardo García, un trovador insuperable de Santa Clara. Un muchacho de mi generación que no puede soñar con los Lucas, imagínate si va a soñar con los Grammy. Y sin embargo todos los años hace catorce y quince canciones muy buenas. Admiro infinitamente a Donato Poveda, Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Alexander Abreu. Me gusta cómo escoge las canciones Ivette Cepeda. Yo consumo mucha música cubana, y busco también esa música un poco más subterránea de otros artistas que no son tan famosos.
El problema de Israel es que habla y habla y mientras más habla más se le infla el Ego.Heriste la sensibilidad de la gente en el exilio y eso no te lo van a perdonar.Tú ensaya lo tuyo,que aquellos de allá están ensayando para gritarte cuatro cosas…
Gran artista, buen amigo, excelente ser humano.
Me encanta Buena Fe. Gracias por tanta buena música. Éxitos
El odio es un sentimiento curioso,hay mucha gente que critica las escenas de odio de los 80 en Cuba,y son los primeros en manifestar su odio contra jovenes,que lo unico k hacen son canciones y ver agentes del gobierno y actores politicos donde no los hay,(que diferencia hay entre esto que quieren hacerle a Buena Fe en miami y un acto de repudio),todo el mundo tiene el derecho de pensar como quiera dentro y fuera de Cuba,cada dia se parecen mas a ese gobierno que tanto critican,si no les gusta Buena Fe no vayan a sus concierto y no escuchen sus discos,LISTO,respeten a la gente que si le gusta el arte y van a ir al concierto
A mí lo que más me interesa de todo esto es como muchos de esos que ahora “se preparan para gritar cuatro cosas”, alguna vez fueron a cantarle a Fidel, ya sea al señor en persona, o en cualquier tribuna de esas que se han venido montando desde Dios sabe cuándo. Esos son los verdaderos hipócritas: los que alguna vez trabajaron en pos de la revolución, y años después llegaron a este lado del charco con el rabo entre las piernas. La doble moral, y la doble política en Miami es todo un negocio, que ni los de aquí ni los de allá dejarán caer. El que quiera cambio, que vaya y lo cambie… ïY no critique tanto!
Es de admirar alguien que defiende sus ideales por encima de cualquier cosa. A Israel lo conozco en persona. He conversado con él, y aunque no coincido con su posición política, lo respeto… Eso es lo que hace la gente que realmente vive en una democracia: respetar.
Que les canten a los que les dé la gana a ellos. Y el que no quiera ir, que no vaya al concierto, o que escoja la acera de enfrente (ya lo dije, es una democracia)… Les pasará lo mismo que pasó en aquel primer concierto en el Artime: teatro lleno, y una vez más, el ridículo de una aplanadora.
Asumirse no esta de moda en estos tiempos,por eso Israel,me quito el sombrero ante tu coherencia y me rio,de las patadas de ahogado de los que feneciendo en su ideal,no saben que hacer,para desprestigiar a la patria de sus mayores.Al final,la democracia,no es nada mas,que una meretriz,que la usamos y abusamos en dependencia de la orilla en que nos situemos.Los de Miami (los reaccionarios)nunca fueron democraticos,mas que de nombres y la prueba esta’ en el escarnio y hasta en las agresiones fisicas,a las voces disidentes que sin idealizar a la Cuba contemporanea,tampoco entraban en el absolutismo con agenda,de los “exiliados historicos”,sus tracatanes y los lacayos.
A rio revuelto ganancia de pescadores!!!que cosa es Buena fe? Buena fe es Israel Rojas y punto, no es la banda que todos creen que irán a ver!!! y quien es Israel Rojas? alguien que aprendió muy bien el oficio de manipular las masas a conveniencia. No me extraña conociendo que viene de una academia militar. Misión Buena Fe debió llamarle al grupo. Su público en Miami es joven, porque sus primeras canciones fueron en parte los argumentos hecho canciones de muchos jóvenes que se fueron. Cuantos no se habrán ido en 10 años??!!!!Y ahora aprovecha y va a vender nostalgia y todo lo que ya no es. O pretendió ser alguna vez. No me regales más nada… Dios salve al Rey… Catalejo… solo fueron aliento para que muchos creyeran que había una banda en Cuba que los representaba…hasta llegó a cantar con los Aldeanos pero ya se veía venir!!!que tontos fuimos!!! que bueno eres cambiando el discurso según el show que quieras dar!!! No creas que Silvio, tu maestro no quiere también el Granmy como sé que tu lo añoras!!! Silvio tiene discos nominados y para que te nominen un disco debe ser evaluado por la Academia a petición del artista. Pregúntale a Arjona ahora que puedes si ha hecho concesiones o si andar a la moda en sus videos está mal o pregúntale a cualquier artista en Cuba que no esté calzado por la maquinaria como tú, si puede darse el lujo de gastarse en producción lo que cuestan tus videos…ah claro recaudando en Miami se logra ese ciclo. Así que ya saben muchachos emigrantes…gasten mucho para que el próximo disco de Israel tenga mejor producción y los pueda seguir engañando y de paso los haga sentir que son parte de algo grande que nunca existió…o existió?
Abraham tras el velo de cancion protesta se oculta tanta gente que de otra forma no existiera,la critica social en la musica debe ser desde el arte y la poesia bien elaborada,fina,diferente,no de la burda critica a lo que todos sabemos que esta mal,Israel y buena Fe son mas que canciones de critica social(de hecho para eso en Cuba mejor escuchar a otros trovadores tal vez menos conocidos y con propuestas mas interesantes),sus mejores canciones son las que desnudan sentimientos,hablen aqui de Intimidad,Propuestas,Cuando te amo, y otras tantas que sin la profundidad del poeta consagrado expresan lo que cualquiera de nosotros ha sentido en su adolescencia,por ese sentir tan basico es ke los jovenes escuchan a buena fe,no porque aborden tal o mas cual tema social,vuelve el fantasma de la politica a nublar la escencia del arte,…
Israel Rojas, a través de Buena Fe, es un cronista de la sociedad cubana, de la contemporaneidad, de estos tiempos, de los duros y difíles… Los cubanos de esta orilla, entiéndase los que vivimos en Cuba, nos identificamos con cada una de sus canciones, ya traten los temas del amor, los principios éticos, valores, cotidianidad, en fin. Sus conciertos colman escenarios y pueden ser desde un teatro, plaza, una universidad o un centro nocturno, muchos, jóvenes o medio jóvenes, se enamoran con sus canciones, usan sus metáforas, creo eso debía contar. Qué triste resulta cómo muchos hacen hasta lo imposible por boicotear sus conciertos y los de otros músicos cubanos en Miami. En qué quedamos, con los indios o con los cawboys? Porque de esta manera no estaremos nunca unidos, no seremos jamás un solo pueblo, seguiríamos “partidos” en dos orillas y eso no es lo que queremos, o sí? Dejen que la asistencia a ese concierto sea espontánea, que asita el que quiera, esa mala propaganda que le quieren hacer es fea y poco leal?
Estoy de acuerdo con JL en lo primero que dice…muchos no existirían en el ámbito musical si no hubieran usado la moneda de la canción protesta, ya sea de forma fina o elaborada o diciendo las cosas por lo claro y sin tapujos. Ahora..de verdad crees que Israel y su buena fe llegaron al gran público por sus canciones de amor? Sin demeritar No juegues con mi soledad que es un tema hermoso y las que tu mencionas todas juntas no lo hacen el fenómeno mediático que es…si se hace un balance entre sus canciones de amor o como quieras llamarle y las que usan argumentos políticos no creo que salgan bien parados!!!!si no hubieran recurrido a su arsenal político te garantizo que sería un trovador más siguiendo la estela. No ignores que es uno de los grupos convocados para legitimar el Verano en Jibacoa cuando todos saben que ese festival tenía otro nombre (Rotilla )y otro era el concepto. Sus últimos featurings con los Aldeanos o con Raudel me parecen más una tarea de choque y de paso una forma de borrarse esa imagen horrible que dejó a muchos cuando se adjudicó el derecho de llamar Cubano de baja intensidad a todo el que tuviera un abuelo gallego y usara ese derecho para hacerse ciudadano español. Cuando uno tiene ese poder de convocatoria no se puede ser tan irresponsable ni tan errático. Me incomoda el hecho de que usen una aplanadora hoy en las protestas del concierto para seguir dándole argumentos a los medios en Cuba (cualquiera pensaría que ese tipo trabaja para la prensa cubana así como la extrema derecha que tampoco soporto) pero Israel debería reconocer que no se puede engañar todo el tiempo a toda la gente.
Creo que hay una ola de artistas cubanos muy conformistas porque se les permite vivir en Cuba como si vivieran en el extranjero. Cualquier persona con el nivel de vida de estos estaría igual de conforme en la sociedad en la que viva. Respeto la vida y opinión de los que hacen arte, pero en estos momentos son la élite de Cuba y no voceros de las minorías.