Por curiosidad o por capricho, Jorge Drexler dice que decidió sumergirse en las profundidades de la guitarra para su más reciente álbum, Salvavidas de hielo.
“Vivimos en un mundo donde el paradigma de relacionarnos con la realidad es el surf, relacionarnos por la superficie de las cosas, saber un poquito de muchísimas cosas, escuchar miles de canciones y entrar poquito en cada una”, dijo Drexler en una serie de entrevistas con The Associated Press. “Yo quería probar otro paradigma que es como un submarino, detenerte en un punto y entrar hasta adentro, detenerte en un instrumento y entrar hasta el fondo”.
Limitarse a un solo instrumento fue liberador para el músico laureado con un Oscar y dos Latin Grammy, quien compite esta semana por otro gramófono dorado.
“Todo lo que suena en el disco, todo absolutamente proviene de la voz o de la guitarra, lo cual no deja de ser un capricho y una curiosidad. Pero yo creo que la curiosidad es muy buena en una disciplina creativa y el capricho es un derecho, tenemos derecho a fijar unas normas de juego nuestro en este juego que es hacer discos”, señaló.
En piezas como “Silencio” con sus toques electrónicos, la bossa nova de “Abracadabras” con Julieta Venegas y los tintes caribeños de “Mandato”, Drexler hace olvidar que todo lo que se escucha es producto de estos dos instrumentos, haciendo que el ritmo se apodere del escucha.
Canciones como “Pongamos que hablo de Martínez” o “Salvavidas de hielo” con Natalia Lafourcade, en cambio, son extraídas directamente de la guitarra más tradicional de Latinoamérica. Y en medio de estas dos gamas de sonidos está el rock melancólico de “Asilo”, con Mon Laferte.
“Es el instrumento que tengo más amoldado al cuerpo de alguna manera”, dijo Drexler, quien toca la guitarra desde que tiene 10 años. “Aunque trabaje con computadoras y pueda hacer algunas otras cosas, inclusive está casi antes de cantar”.
En 2014 Drexler ganó el Latin Grammy a la grabación por “Universos paralelos”, compite nuevamente por el mismo premio con “El surco” del álbum “A Chabuca”, un homenaje a la folclorista peruana Chabuca Granda.
“No te imaginas el orgullo que tengo de estar ahí nominado porque eso es una producción independiente peruana, tan independiente que nunca se me ocurrió ni siquiera que fuera nominable”, dijo el cantautor uruguayo.
Para su sorpresa, “A Chabuca” también le mereció una candidatura a Rubén Blades, en la misma categoría, por “La flor de la canela”.
“¡Compartir tema con mi maestro supremo como es Rubén Blades! Me pareció una maravilla de justicia poética que esté Chabuca Granda en los Latin Grammy”, dijo.
El álbum, editado por Sonidos del Mundo y producido por Manuel Garrido Lecca, Edu Olivé Gomez, Mabela Martínez y Susana Roca Rey, fue lanzado a comienzos de año y también cuenta con piezas interpretadas por Joaquín Sabina, Ana Belén y Kevin Johansen.
Drexler, quien también ganó en 2014 el Latin Grammy al mejor álbum cantautor por “Bailar en la cueva”, lanzó la semana pasada el sencillo “Movimiento” de “Salvavidas de hielo”.
El video de este tema fue dirigido por el mexicano Lorenzo Hagerman en las Barrancas del Cobre en el estado de Chihuahua y es protagonizado por la ultramaratonista de la etnia rarámuri Lorena Ramírez, cuya historia conoció Drexler mientras grababa su álbum en México en el verano. “Yo no soy de aquí pero tú tampoco”, dice Drexler en la canción.
“Hay que ser conscientes de eso todos, no solo Trump, todos deberíamos tener presente de alguna manera que somos una especie que se mueve, somos una especie en viaje y que nuestras pertenencias, como en realidad vamos tan rápido, son más equipaje que pertenencias”, dijo el músico.
De acuerdo con Drexler, la guitarra recorre como capa freática todo el continente americano.
“Las cosas son del lugar en donde se las ama”, dijo. “Y en ningún lugar del mundo la guitarra es más amada que en Latinoamérica”.
El experimento “Salvavidas de hielo” implicó la enorme calidad de variantes que se desarrollaron en América a partir de la guitarra barroca, como jaranas, mosquitos, leonas, vihuelas, tololoches y guitarrones.
En cuanto a grabar en la Ciudad de México, Drexler dijo que la experiencia fue sumamente gratificante para su creatividad.
“Es una ciudad alucinante, hay un montón de ideas, diferentes lugares, funciona a ratos como una especie de Roma hispanoamericana”, dijo.
“Siempre me dio la impresión de que es la gran megalópolis hispana y que se cuecen cosas muy interesantes en esta ciudad, y me lo comprobó”, añadió. “Yo creo que he tenido uno de los periodos de trabajo creativo más poderosos que he tenido en mi vida, los tres primeros días el flujo de ideas era tan rápido y salían tantas cosas que nos gustaban una detrás de otra, no nos dábamos abasto”.
Drexler tiene previsto volver a la capital mexicana el 23 de febrero de 2018 para presentar las canciones de “Salvavidas de hielo”.
AP / OnCuba