El destacado músico y compositor cubano José María Vitier presentó al público XXI Bienaventuranzas, su más reciente producción discográfica gestada durante los meses de confinamiento por la pandemia de COVID-19.
De acuerdo con la reseña de la agencia Prensa Latina (PL), el Premio Nacional de Música en 2021 estuvo acompañado esta vez por la flautista Niurka González, quien tuvo una notable participación en el fonograma.
Pianista cubano José María Vitier, Premio Nacional de Música
Creada bajo el sello Unicornio, de Producciones Abdala, la placa que incluye 21 composiciones invita en cada pieza a la búsqueda de la belleza, en especial en tiempos marcados por las distancias físicas y las falta de certezas sobre el mañana, que obligan a recurrir al arte para «romper desalientos» y buscar esencias regidas por otro tempo, según el medio.
Refiere PL que durante la presentación, Vitier evocó la conceptualización bíblica de las Bienaventuranzas, concebidas como esa oración que surge en medio de la crisis, en momentos difíciles para llevar fe y confianza en el advenimiento de tiempos mejores.
El álbum nació de una serie de oraciones musicales publicadas desde su perfil en la red social Facebook que, sin previa planificación, dieron origen a las composiciones del disco y a toda la articulación de expresiones artísticas originadas por este: pintura, diseño y documental.
Durante la presentación, González valoró de excepcional la experiencia, que exigió una alta preparación, horas de ensayo y trabajo en equipo para lograr el acople perfecto, conjugado con el estado de ánimo de cada tema, apunta PL.
Señala la agencia que el material audiovisual gestado durante el proceso de ensayo y grabación, estuvo a cargo del cineasta Lester Hamlet, quien incluyó entrevistas a los protagonistas del proyecto y otros momentos especiales.
La primera oportunidad para escuchar en vivo una selección de la placa llegará el próximo 27 de febrero, en el capitalino Teatro Martí. El pianista contará con la participación de la soprano Bárbara Llanes, así como de instrumentistas de la Orquesta de Cámara de La Habana.
A sus 68 años, Vitier acumula una prolífica obra como compositor, entre las que destacan sus piezas para la banda sonora de audiovisuales como En silencio ha tenido que ser y Julito el pescador, en colaboración con su hermano Sergio (1948-2016), también Premio Nacional de Música 2014.
También ha dejado su impronta en el cine cubano con composiciones para varios filmes, entre ellos El siglo de las luces (1992) y Fresa y Chocolate (1993).