Omi, así firma un cantante y compositor cubano al que escuchamos por primera vez junto a Descemer Bueno en un dueto incluido dentro de un disco bautizado con el apellido de ese cantautor en el año 2012. La balada Ella, escrita e interpretada por ambos, recibió una acogida muy cálida por parte de la audiencia. No pocos creían que aquella voz de tonalidad dramática era extranjera y el segundo tema compartido con Descemer, 14 de febrero, invadió el Paquete Semanal mediante un video clip filmado en la ciudad de Miami. ¿Quién será este muchacho? –se preguntan muchos.
Omar Hernández, más conocido como Omi, sí es cubano y músico. Según asegura, la música le fluye mejor en su Habana natal, por eso retorna a la isla una y otra vez en busca de los amigos y sobre todo, de inspiración. Nació dentro de una familia dedicada a la producción musical y comenzó a estudiar piano en la escuela provincial Manuel Saumell de La Habana, pero a los nueve años de edad, sus padres decidieron emigrar a la Florida, Estados Unidos.
Después de ganar una competencia dentro del programa televisivo Sábado gigante, un amigo músico del padre le insistió en la continuidad de los estudios del niño y le recomendó una excelente maestra privada, jefa de Cátedra de la Universidad de Miami que había estudiado en Rusia.
“Ella cambió mi manera de ver el instrumento y me llevó a tocar obras de Chopin y otros clásicos. Me presentó en cinco concursos nacionales de estudiantes y gané cuatro, pero llegó un momento en que me dije: o sigo estudiando piano y me convierto en esclavo de un libro o hago lo que quiero hacer, que es crear. En aquel momento, mi papá tenía un pequeño estudio y me encerré allí y empecé mis primeras composiciones. Estaba loco por grabarme, escucharme y cuando lo logré, me enamoré de la parte tecnológica”.
Aquel impacto de nuevo le cambió la vida a Omi y se convirtió en productor musical. Tiene trabajos con Luis Enrique, Willy Chirino, Óscar de León, Pitbull y otros artistas.
“Yo era el muchacho detrás de la computadora, quemándome las pestañas”, confesó entre risas, pero feliz de haberse dedicado a lo que sentía en el momento.
Nunca imaginó incursionar en el canto, y menos en el género de la balada, hasta que conoció a Descemer y la química instantánea entre ambos los llevó a componer juntos.
“Descemer ayudó a que personas que estudiaron música se atrevan a lanzarse con géneros que no son precisamente los que están en el bombo del momento. Abrió un camino, lo mismo lo escucha un abuelito de 80 años que un niño de un círculo infantil, la gama es muy amplia”, opinó.
El primer tema compartido por ambos se llama En la radio, pero definitivamente la canción Ella, presentó a Omi cantante tanto en las emisoras de radio como en el teatro, durante un concierto de Bueno en el Mella. Luego, un video clip sobre ese tema del popular realizador audiovisual Alejandro Pérez, sumó poesía al timbre dramático de Omi desde la insinuación y el anhelo, convertidos en espejismo.
“Tras el éxito de esta canción Descemer me propuso y animó a hacer un álbum de baladas”, reveló consciente de que su concepción como cantante apenas nace, por los años dedicados a la música electrónica y particularmente a la producción musical.
“Me gustan los dos mundos, disfruto todas las partes creativas de la música, tanto estar detrás de la computadora como detrás de la libreta o parado frente al escenario. Yo creo que nunca me tuve que desprender de una parte para entrar en otra pues todas estaban juntas, cada cual tiene su momento, y siempre tuve oportunidades de cantar en el momento que estaba produciendo. Todo eso me marca como artista”.
Dentro de la composición cita como referentes a Descemer, entrañable amigo, Pablo Milanés, Joan Manuel Serrat, Sting, Justin Timberlake, y destaca a Silvio Rodríguez, de quien se declara fanático desde la cuna.
“Aunque no se note en mis creaciones porque no se corresponda el género, cada uno sí ha cambiado mi manera de pensar la música. Y en el caso de Silvio, soy fanático, tengo todos sus discos. Mi papá trabajó en dos de sus álbumes: Oh, Melancolía y Causas y Azahares, ambos me los sé de memoria.”
Mudarse a otro país durante la infancia por supuesto que multiplicó el universo cultural de Omi.
“No solo crecí con el artista que veía en la televisión, y poder conocer a tantos músicos me influenció al punto que yo comencé a escribir música en inglés, me costaba bastante componer en español. Me mostró otros ritmos, otras melodías, otros caminos, y para mí la música americana hoy por hoy tiene mucha influencia en lo que hago aunque no se note, sí está en todo, en la manera de cantar y en la forma que compongo y trabajo la música grabada”.
Hasta hace un tiempo, no se sentía cómodo escribiendo en español, pero venir a Cuba con frecuencia, establecerse aquí con parte de la familia que ya estaba, darle calor a las viejas amistades, le ayudó a recuperar el idioma y asegura que actualmente compone la mayoría de los trabajos en su lengua natal.
“Me encanta Cuba, me siento cómodo aquí, la música me fluye mejor y además tengo una gran cantidad de amigos músicos, y mi primo Maykel Barzagas, que es ingeniero de sonido, tiene un estudio personal, así que lo tengo todo. Mis amigos son los que estudiaron conmigo en la niñez, Harold y Ruy Adrían López Nussa. Nunca perdí el contacto con ellos y también aportan a mi creación. Sin ellos ahora mismo no existe esto que soy”.
Entre los invitados en el primer disco de Omi, ahora en producción, se encuentran los cantantes Leoni Torres, Isaac Delgado y Descemer Bueno, gestor del proyecto junto a Maykel Barzagas, el primer ingeniero de sonido cubano que ganó un Grammy Latino y ya tiene dos.
La mayoría de los temas del álbum los compuso Omi, el resto los escribió en colaboración con Bueno y, de hecho, una de esas canciones, la balada 14 de febrero, se escucha desde hace tiempo dentro y fuera de Cuba.
“Ese es un género bien complicado ahora mismo en el mundo porque en la actualidad resulta más fácil colocar un tema urbano en la radio que una balada, muy pocos artistas la están haciendo y yo ni siquiera me lo propuse, el momento surgió de manera espontánea”, sostuvo.
Removiendo el piso, el sencillo principal de este fonograma, comienza a proyectarse en las emisoras de radio y canales televisivos del país caribeño en forma de video clip, realizado igualmente por el estelar Alejandro Pérez, autor de éxitos internacionales como Bailando y La gozadera . El director eligió esta vez desarrollar la historia entre bailarinas y zapatillas de punta en la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso, donde Omi regresó a sus orígenes en la música, al piano, con una tonalidad dramática en la voz ideal para la balada romántica.
“El disco comenzó siendo solo de baladas pero con el tiempo surgieron temas nuevos de diferentes géneros, algunos relacionados con la bachata, el bolero, y le incorporé canciones más movidas, así que tendrá muchos colores”, comentó el cantante.
Además, en colaboración con Barzagas culmina un disco distinto con el título de MB vs. OMI, donde grabó con intérpretes femeninas de Cuba como Eme Alfonso y Luna Manzanares, entre otras, y aseguró que tiene suficiente material para producir un tercer álbum.
“Hay varios trabajos acumulados y el tercer fonograma puede ser algo más para la noche, no tan romántico, sino del estilo fiestero”, adelantó.
Cuando la familia de Omi decidió vivir fuera de la isla, Cuba y Estados Unidos atravesaban momentos tensos. En los últimos meses, la voluntad de mejorar relaciones, manifiestas por ambos gobiernos, tendrá sin dudas repercusiones en la cultura.
“Antes, la comunicación estaba muy difícil. Lo mismo no se escuchaban obras de Cuba allá y aquí no se oían muchas de afuera. Para mí esto que está pasando ahora es una bendición, que los artistas vayan a Estados Unidos a cantar y los de allá vengan aquí. Hoy me entero de que vendrá a La Habana un grupo de Puerto Rico del cual soy fanático, se llama Cultura profética y se dedica al reggae. El otro día en Miami yo trabajé con el fundador de ese grupo, que a su vez trabajó largo tiempo con Calle 13. Están viniendo artistas estadounidenses de distintas manifestaciones y eso va a alimentar mucho a las artes en general. A los músicos particularmente claro que los va a influenciar, sobre todo en la manera de hacer. Pararte frente a esa clase de músicos para un muchacho que estudia una carrera de arte puede cambiarle la vida. A mí me lo hubiera hecho. Y la juventud, como siempre, marcará la diferencia, porque es la que más va a sentir y disfrutar los resultados del proceso que estamos viviendo”.
A juicio de Omi, Cuba vive un momento interesante también porque se está retomando la música por personas que estudiaron música, y esto lo ve como algo necesario para el desarrollo de ese arte.
La canción ella me gusta mucho