“Manicero en Nueva York, 1980”, esa mezcla de jazz, rock, son montuno, a la vez que versión personal de un clásico, ha sido relanzado esta semana por el 40 aniversario del éxodo de Mariel, el desembarco de unos 100.000 cubanos que, según el arreglista de esa canción, Alfredo Triff, inyectó de creatividad a ciudades como Nueva Jersey, Nueva York y Miami.
“Cuando llegamos enseguida quise hacer algo y reuní un grupo de músicos conocidos y no tan conocidos para grabar esta versión”, cuenta a la agencia Efe Triff, un destacado compositor, productor y violinista que llegó a Estados Unidos en una embarcación durante aquel éxodo ocurrido mayormente en 1980.
El gusto por una época y una voz “guapetosa”
Triff, que actualmente vive en Miami y es profesor universitario de Filosofía, está presentando en plataformas digitales su arreglo del antológico tema de Moisés Simons, y que grabó acabado de llegar de la Isla en un estudio de la Gran Manzana junto a cinco músicos cubanos, todos exiliados en el puente marítimo del Mariel.
“Tiene un valor musicográfico, casi todos (los instrumentistas que participaron) están muertos; además, el tema tiene el gusto de una época”, explica Triff, autor y productor de ocho álbumes editados en Estados Unidos.
El tema es una variación muy personal de “El Manisero“, el son-pregón escrito en 1930 por Simons que, junto con la “Guantanamera“, de Joseíto Fernández, es de las canciones más conocidas y versionadas de la música cubana.
https://www.youtube.com/watch?v=qVDs1Uho5vk
Triff, fundador en Cuba de la experimental banda Arte Vivo, confiesa que hizo el arreglo para que lo cantara Regino Tellechea, “un cantante de culto que yo no conocía“ y que en los años 50 había cantado en Cuba con la famosa orquesta de Enrique Jorrín.
En la grabación, recuerda Triff, Tellechea hizo una sola toma, la que se puede escuchar ahora en iTunes y Spotify, entre otras plataformas de ”streaming”.
“Para este proyecto me pareció que era Regino quien debía hacerlo con su voz de barítono atenorado, muy guapetosa”, dice Triff, y añade: “No lo vi nunca más, nadie me ha contado que pasó con él”.
Los otros “marielitos” que participaron en esta versión de 1980 eran Luis Buchillón (piano y coros), Ricardo A. Yazarbe (bajo eléctrico, coros), Daniel Ponce (congas), e Ignacio Berroa (batería), el otro sobreviviente del proyecto.
El tema, con Triff al violín, se grabó en una cinta magnetofónica actualmente desaparecida, con tan buena suerte que Triff la había digitalizado.
Su esposa, la actriz, escritora y también profesora Rosie Inguanzo, encontró un casete con el tema hace un año y ambos pensaron que relanzarlo encajaba perfectamente con el 40 aniversario del Mariel, el éxodo masivo de cubanos que entre el 18 de diciembre de 1979 y el 31 de octubre de 1980 partieron en pequeñas embarcaciones hacia Cayo Hueso, Florida.
El “Manisero ambidiestro”
La portada del sencillo, obra del diseñador Luis Soler, muestra a los seis músicos que un día de 1980 se reunieron en el Latin Sound Studios de Nueva York para grabar esta versión inscrita como “El Manisero“, con la letra C en lugar de S, algo que a sus 65 años Triff mantiene como válido.
“Ese manisero es ambidiestro”, defiende el arreglista, que reunió 1200 dólares para pagar el estudio.
Sobre la selección del tema, dice que le pareció “una canción en dos tiempos”.
“Le iba muy bien a la tesitura de Regino, los músicos eran muy buenos y el arreglo no es para ‘matar el gallo’, era más sofisticado”, explica.
“No hay duda de que tiene influencia del jazz, con el guagancó detrás y algo de rock. Te recuerda el sonido de La Habana de finales de los 70, con (las orquestas) Irakere, Van Van”, agrega sobre un tipo de sonido que “ahora no suena arcaico”.
Triff indica que en internet se pude comprar la canción en formato físico, “con una tirada limitada”, a la vez que descargar este archivo considerado “histórico” y sin remasterizar.
“’El Manisero’ es el himno nacional de los músicos cubanos; lo llevan consigo siempre en la maleta, una especie de pasaporte. El arreglo de Triff late con nuevas sonoridades, un imaginario donde todo se hace posible”, escribió Natalio Chediak, productor musical y director de programación del Coral Gables Cinema.
Una generación “rebelde y muy trabajadora”
Triff, autor de Boleros perdidos (2006), su disco más conocido, con la voz de Aymée Nuviola y Roberto Poveda, afirma que todavía no puede creer el regreso de “El Manisero en Nueva York, 1980”.
“Es una bendición”, comenta el también autor de una de los primeras bitácoras de la “blogosfera cubana”, Tumiamiblog, iniciado en 2005 junto a su esposa y actualmente activo, al que Triff considera parte de la “prehistoria digital”.
El profesor y músico (“con el dinero que me gano por la mañana hago la música por tarde”), quiere dignificar con el relanzamiento de la canción a los “marielitos” que hace 40 años llegaron a EEUU en embarcaciones cargadas de “locos y delincuentes”, gente que Fidel Castro metió allí “a la fuerza para desacreditar ese éxodo”, dice Triff.
“Somos ‘setentosos’, una generación que quería irse buscando libertad, no para vivir mejor. No era para ponerte unos jeans, fue una inyección de 100.000 personas con muchos deseos de expresarse”, puntualiza el violinista.
“El Mariel fue una generación muy política, rebelde y muy trabajadora. Llegamos aquí y echamos p’alante, mientras él (Castro) hizo la campaña de que somos una escoria, que somos lo peor de la clase social en Cuba”, reprochó.