Miguel Cancio, el último de Los Zafiros

El cantante repasa los momentos más cruciales del célebre cuarteto en esta entrevista realizada en 1997.

En 1997, en el hotel Capri, en medio del Boom de la salsa cubana, filmaban una actuación de Los Zafiros para la película Locura azul. En un descanso pude tener la oportunidad de conversar con el último sobreviviente de Los Zafiros, Miguel Cancio. Lo conocí en el gran momento del cuarteto, en la Empresa Musical en el Focsa y lo vi trabajar en Varadero.

Le pedí que comenzáramos la historia por el principio:

“Nací en la calle Habana 1019 esquina a San Isidro, en el barrio de Belén (San Isidro), el 11 de enero de 1939, en el mismo año en que se estrena el cabaret Tropicana.”

¿Cómo llegas a la música?

De niño me nació practicar voces, hacer armonías vocales, no me resultaba difícil. Aunque algunos me decían que yo había nacido para abogado o médico. Accidentalmente llegué a manos del pianista Facundo Rivero (hermano de la cantante Elsa Rivero), en la calle Márquez González, entre Neptuno y Concordia.

Facundo me pregunta si yo venía a presentarme, si venía al ensayo, me preguntó si sabía hacer voces y si sabía bailar. Montó la canción “Majarete”. Enganché por casualidad, lo que está para uno nadie te lo quita. A la semana nos presentamos en el cabaret Sans Souci el 17 de diciembre de 1956, allí también actuaban Las D´Aida y Portillo de la Luz. También inauguramos el show del cabaret Copa Boom del hotel Riviera, esa revista la trasmitieron a través del Show de Steve Balen. Llegamos a presentarnos en Venezuela durante seis meses, en 1959 con Balmaseda. Después el cuarteto se desintegró y me puse a trabajar de coreógrafo. Yo también escribía y llegué a hacer cosas con la pareja de Olga y Tony que se presentaba con Rolando Laserie.

¿Cómo te integras al mundo de Los Zafiros?

Conocí a Leoncio Moría “Kike” del barrio de Cayo Hueso, hicimos amistad, después llegó a ser mi cuñado. Kike conocía a Milí, vivía cerca. Kike me pone al teléfono con Ignacio Elejalde, lo escucho cantar la canción italiana “Come prima”, me creí que era la voz de una mujer. Era una voz de tenorino fenomenal. De allí nos reunimos en la casa de Néstor Milí y me quedé frío de las condiciones vocales que tenía.

¿Entonces cómo se integra el Chino Eduardo Elio Hernández?

Ignacio conocía al Chino, lo trae al otro día y se presenta con un kimono y su cabeza rapada.

¿Y, el guitarrista cómo lo seleccionan?

Primero aparece Robles Díaz, después Robles no siguió y vino Oscar Aguirre con guitarra eléctrica. Oscar era cantante también, quería participar del grupo vocal y no pudo ser, éramos cuatro voces y una guitarra. Oscar se marchó a Miami y allá se puso del nombre de Oscar Fontana. A los tres meses buscan a Manuel Galbán, muy experimentado, fue quien verdaderamente encajó en el grupo. Tocaba el piano y la guitarra, era un repertorista de oficio.

¿Dónde ensayaban?

En casa de Néstor Milí, después pasamos a la casa de la hermana del Kike, ella se llamaba Gisela, vivía en San Rafael, a unas cuadras de Milí. Allí montamos Mi oración, Cuando yo la conocí, Y sabes bien de Robles Díaz y La Caminadora, una guaracha que, por idea de Kike, llevamos a conga y es de Néstor Milí.

Rodaje de “Zafiros, locura azul”. Foto: Cortesía de Hugo Cancio.
Rodaje de “Zafiros, locura azul”. Foto: Cortesía de Hugo Cancio.

¿Cómo le ponen el nombre?

En un bar de Artemio, en San Rafael y San Francisco quisieron ponerle al grupo Los Fakires, hasta que por una sortija con una piedra de zafiro que tenía uno de los integrantes le pusieron Los Zafiros.

¿Qué se comentaba de Los Zafiros?

Las canciones las ponían en una grabadora en el bar de Artemio, la gente pensaba que era de un grupo de Jamaica, de afuera.

¿Dónde fueron con sus canciones?

Fuimos a una audición al club El Escondite de Hernando en Humboldt y la calle O. Allí, acompañándose de una tumbadora cantaba Lino Borges. Bueno, nos dijeron que aquello no era para ese tiempo de música que hacíamos y nos botaron.

¿Y, qué hicieron?

Se consiguió ir al programa de TV Música y Estrellas del director manolo Rifat, conseguimos trajes alquilados. También nos presentamos en el programa de Rosita Fornés, que antes era el Casino de la Alegría. Después se consiguió cantar en el cabaret del hotel Oasis y el cuarteto arrebató.

¿En La Habana estuvieron en otros cabarets?

En el cabaret Nacional de San Rafael y Prado, debajo del teatro que llamaban Teatro Nacional, nos presentamos en el cabaret Caribe del hotel Habana Libre, en una ocasión nos va a ver cantar una novia de Roberto Cantoral y se quedaba sorprendida de la manera en la que Ignacio cantaba La novia, que terminaba en gran final arrodillado y diciendo: ¡Ave María! Aquello era la locura.

https://www.youtube.com/watch?v=uyYvaFPD2aI

¿Ustedes también cortaron caña?

Por supuesto, en la zafra de 1970, la zafra de los Diez Millones.

¿Tuvieron problemas con el cuarteto de Los Meme?

Meme es una bella persona, alternamos en el teatro Amadeo, en los carnavales, en las carrozas.

¿Cómo les fue en el teatro Olympia de París?

Fue un Music Hall de lo mejor de Cuba y Los Zafiros se llevaron el gran éxito, era algo muy atractivo, en el momento en que Los Platteres se retiraban. Nosotros éramos algo distinto, cubano y caribeño.

¿A la distancia de los años, cuál es tu balance de la experiencia del cuarteto?

Sentimos muchos deseos de cantar, de actuar, logramos el sueño de triunfar en grande. Algunos de los integrantes eran indisciplinados, tomaban mucho, pero, para el trabajo ellos eran algo muy distinto, éramos muy disciplinados. Ahora somos el cuarteto de la nostalgia, como Los Meme, ambos quedamos en la historia y la memoria de la Habana nocturna de la década de 1960, lo que el viento se llevó.

https://www.youtube.com/watch?v=LlTV_hnSQJE

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