La cantante, compositora y guitarrista Miriam Ramos Heres (Matanzas, 1946) fue galardonada este miércoles con el Premio Nacional de Música 2024.
Al anunciar la decisión, Pancho Amat, presidente del jurado, dijo que Ramos, desde sus comienzos como solista, se inclinó por mostrar lo mejor de la canción cubana, según reseña la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
“Ella ha sido una artista que desde la cancionística abrió un espectro a otros géneros como el filin, el bolero, la trova tradicional y contemporánea, el son y el punto guajiro, siempre a través de un repertorio de excelencia”, afirmó el reconocido tresero cubano.
“Miriam Ramos deja una huella en la música de la mayor de las Antillas a través de su discografía, la cual es un referente para las nuevas generaciones de creadores”, añadió Amat, para quien Ramos “ha demostrado el respeto con que se debe defender la canción cubana”.
Por su parte, el trovador Augusto Blanca se refirió a la presencia de la artista en los momentos fundacionales del Movimiento de la Nueva Trova en 1972.
“Con elegancia y sin hacer concesiones, Miriam ha sido una fiel exponente de la música cubana con álbumes que son joyas”, consideró Blanca, integrante también del jurado junto a los flautistas Orlando Valle y Niurka González, y al productor discográfico José Manuel García.
Miriam Ramos realizó estudios musicales en los años 60 en los conservatorios Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla.
Estudió igualmente en el Seminario de Música Popular dirigido por Odilio Urfé, y se graduó de la especialidad de canto de la Escuela de Superación Profesional Ignacio Cervantes.
En 1964 ofreció su primer recital como solista en el Museo Nacional de Bellas Artes acompañada por el pianista Frank Emilio Flynn.
También en la década de 1960 perteneció al Coro Nacional de Cuba, dirigido entonces por el maestro Serafín Pro.
La artista incursionó, además, en la actuación —como en la teleserie Algo más que soñar— y en la conducción de espacios radiales y televisivos. Entre estos se cuentan No hacen falta alas, dedicado a la música y la literatura universal, La Esquina del Jazz y Pensamiento.
“Yo no soy rumbera, jazzista ni guarachera; yo soy cancionista. A veces hago algo soneado y consumo, como público, todo tipo de música, pero es la canción a lo que me dedico”, se describió a sí misma la galardonada en una entrevista ofrecida en 2012.
También afirmó ser “una persona con maneras suaves”, aunque con “un carácter muy firme” y “batalladora sin tregua por convicción”.
Por su trayectoria artística ha recibido la Distinción por la Cultura Nacional, la Medalla Raúl Gómez García, el Gran Premio Cubadisco (1999) y el Premio de Interpretación en el Concurso de la Canción Cubana Adolfo Guzmán en los años 1983 y 1984.
“Valoro mis discos como algo extraordinariamente valioso, pues es lo que se queda para toda la vida, cuando ya yo no esté. Por eso trabajo la discografía con tanta minuciosidad y exigencia; considero que es la huella que dejamos para sembrar”, indicó la artista en una entrevista hace un par de años para el portal En vivo, del Instituto de Información y Comunicación Social.
En su discografía aparecen Miriam Ramos (1976), Mis canciones (1981), Canción desde otro mundo (1983, canciones de Marta Valdés), Para tu piel (1989), Estás conmigo (1998, tributo a Ignacio Villa Bola de Nieve, con el pianista Andrés Alén), Por La Habana (1999), Obsesión (2002, homenaje a Benny Moré), Cantar la trova (2005), y Siempre en mi corazón (Ernesto Lecuona, con el pianista Ernán López-Nussa, de 2010.
Igualmente, en la carrera de la artista destacan De raíces y versiones (2020, con López-Nussa y el guitarista Dairon Ortega) y Ella y yo (2021), con Haydée Milanés.