¿Cómo se comporta el mercado musical gestionado desde Cuba? ¿Qué cantantes, herederos de derechos, editores o titulares reciben mayores ganancias? ¿Cuáles son las canciones con mayor recaudación?
-¿De los más de 11 mil cantantes y titulares de canciones asociados a ustedes cuál es el que más recauda hoy por el uso de sus derechos?, pregunté y la respuesta, en una de las oficinas de la Agencia Cubana de Derecho de Autor Musical (ACDAM), con sede en La Habana, no se hizo esperar.
-Israel Rojas y Osmani Spinoza son algunos, dijo en exclusiva para OnCuba el Subdirector de Operaciones, Leonel Elías Perna.
-¿Un tercero?…, insistí.
-Decemer Bueno -apuntó- y los clásicos que nunca bajan: Silvio, Pablo… y Matamoros, porque aunque no esté en la radio es interpretado constantemente por los tríos. Todo el mundo sabe que Lágrimas negras y Son de la loma no se dejan de escuchar.
Leonel Elías Perna es un subdirector sagaz, de esos expertos en sacarte cuentas de donde menos lo esperas. De economía y negocios vinculados a los derechos que generan la música y las artes dramáticas en Cuba hay pocos cubanos tan informados como él, sobre todo por lo bien que conoce las gestiones de la ACDAM, única entidad en la Isla que protege los intereses patrimoniales de los autores, compositores, editores y demás titulares a través de la recaudación y distribución de los derechos generados a propósito de la explotación de sus obras.
La ACDAM tiene 11 700 socios, de ellos la mayoría son músicos y 330 dramáticos. Una mirada al último quinquenio (2009-2013) muestra que el ingreso de autores a la entidad estatal ha crecido, con un pico de 522 nuevos en 2012, aunque con las obras registradas está ocurriendo un fenómeno inverso pues de 5751 en 2009 la cifra cayó a 3865 el año pasado.
Según informaciones obtenidas de su último balance, en 2013 la recaudación bruta de esta agencia fue de más de 37 millones de pesos entre las dos monedas (moneda nacional y pesos convertibles).
Un análisis comparativo muestra que -teniendo en cuenta la media internacional que indica que más de un 70 % de distribución anual con respecto a la recaudación es un indicador favorable- la ACDAM tiene una relativa «buena salud» en sus cuentas. En 2009 y 2010 mostró un 68, 32%, en 2011 bajó a un 67%, en 2012 ascendió a un 76% y en 2013 mostró un 84%.
-¿Y de los temas? ¿Cuáles son los que más ganancias han generado en los últimos años?, continúo preguntando.
– Las obras con mayor recaudación en la última década, enlistadas, son:
- Un montón de estrellas, de Fernando Borrego Linares (Polo Montañez)
- Contigo en la distancia, de Cesar Portillo de la Luz
- Lágrimas negras, de Miguel Matamoros
- Chan Chan, de Francisco Repilado Muñoz Máximo (Compay Segundo)
- Mamá son de la loma, de Miguel Matamoros
- La gloria eres tú, José Antonio Méndez García
- Yolanda, Pablo Milanés
- Dos Gardenias, Isolina Carrillo Díaz
- Para bailar casino, Adalberto Cecilio Álvarez Sayas
- Guajira guantanamera, José Fernández Díaz (Joseíto)
-¿Y quién es el heredero que más ganancias percibe?
-El hijo de Polo Montañez, dice y sonríe.
Era de esperar. El cantante Fernando Borrego Linares, más conocido como Polo Montañez, dio lo que en Cuba suele llamarse un «batazo» en el mundo de la música. Tras ser descubierto en 1999 por José da Silva y sacar en el 2000 su primer disco Guajiro Natural con el sello francés Lusafrica, se convirtió en una estrella internacional.
En Colombia se vendieron más de 40.000 copias y, a raíz de eso, durante sus efímeros tres años de fama (2000-2002) -cortados por una muerte repentina- compartió escenario con artistas como Rubén Blades, Andy Montañez, Cándido Fabré, Compay Segundo, Eliades Ochoa, Adalberto Álvarez, Danny Rivera y otros. Marc Anthony y Gilberto Santa Rosa versionaron algunas de sus canciones.
-A propósito de Polo, hace unos meses estuvo circulando el rumor de que Marc Anthony estaba interesado en los derechos de algunas de sus canciones…, insinúo a Elías Perna.
-Eso era falso –responde con rapidez. De hecho, el hijo de Polo que es heredero vive fuera de Cuba así que Marc Anthony no tendría que venir a aquí. Además, cuando viene un artista de ese nivel a la Isla no se anuncia de ese modo porque puede interpretarse de muchas maneras. Así pasó con Beyoncé, que la gente se enteró cuando la vio en la calle.
-¿Y qué ventajas tendría para un autor o un heredero ceder sus derechos a editores extranjeros?, pregunto al abogado Yanko Martínez Díaz.
-Eso depende. Si es un editor que logra promoverte y suplir una ausencia, una carencia, de poder llegar a un mercado, puede ser ventajoso porque el rendimiento económico de la obra se genera por su utilización en muchos países y en diferentes modalidades.
-¿Desventajas para Cuba?
-Pueden haber varias, primero para el autor si el editor no es serio e incumple con sus obligaciones contractuales y se convierte en una carga porque sufre afectaciones económicas o desde el punto de vista del control de su repertorio.
«Y para el país porque hablamos de una obra cubana de la cual -en cuanto a administración de derecho- se pierde el control como patrimonio. Si un autor cede sus derechos a una sociedad extranjera entonces quien autoriza y controla el uso de esa obra es el editor o la sociedad, más allá de las implicaciones económicas y de que lo que genere la obra por concepto de autor no regrese al país si él tiene una cuenta bancaria en el extranjero», argumenta.
Actualmente, la ACDAM tiene un Contrato de Representación Recíproca con la sociedad francesa que vela por la explotación de la obra del «Guajiro natural» en el mundo, lo cual quiere decir que la entidad nacional solo se encarga de recoger lo que se obtiene aquí.
Este tipo de acuerdo internacional es una estrategia de trabajo de la agencia cubana que hoy mantiene más de 150 contratos en esta modalidad, además de unos 90 de Ejecución pública, alrededor de 60 de Reproducción mecánica, entre otros documentos suscritos con 93 sociedades internacionales y 178 países.
Sus estadísticas muestran que las principales liquidaciones desde el extranjero, hasta 2013, provienen de sociedades de derechos de autor como APDAYC (Perú) y GEMA (Alemania), aunque también tuvieron altos importes BUMA (Países Bajos), JASRAC (Japón), APRA (Australia), TEOSTO (Finlandia) y SUISA (Suiza).
Pero uno de los problemas principales de la ACDAM es que no es, como la mayoría de este tipo de agencias en el mundo, una sociedad de gestión colectiva. Eso quiere decir que solo se dedica a «cobros y pagos» y no representa -como gustaría a algunos artistas- todos sus derechos, o sea, no realiza una gestión personalizada a partir de los intereses de sus asociados, no cuenta con una junta directiva elegida o propuesta por sus miembros, ni estos tienen poder de decisión sobre sus fondos.
– «La diferencia es abismal», dice el subdirector. Y aún así, siendo una entidad pública regida por lo gubernamental, sus resultados están relativamente bien.
En 2013 las provincias con las mayores cantidades de autores beneficiados con el pago por la explotación de sus derechos fueron La Habana, Holguín, Matanzas, Guantánamo, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Isla de la Juventud y Santiago de Cuba (en ese orden). De las productoras musicales, la EGREM recibió el mayor importe, detrás estuvo BISMUSIC y luego COLIBRÍ.
En porcientos, los sectores que más dinero les reportaron dentro de la Isla a los titulares fueron Gastronomía con un 35%, el Poder popular con un 20,193%, Turismo con un 16,81% y Cultura con un 13,31%. Del resto, a pesar de sus valores casi mínimos, resaltan Gaviota, CIMEX, el ICRT, y el ICAIC. La Habana, Matanzas, Pinar del Río, Holguín, Granma y Villa Clara fueron las provincias de más alto importe en millones.
No obstante, en el estudio La bipolaridad de la industria de la música cubana: la concepción del bien común y el aprovechamiento del mercado global, publicado por la Association for the Study of the Cuban Economy (ASCE), se explica que existen fenómenos que han marcado la comercialización musical en la Isla:
El Período Especial hizo necesaria una nueva explotación de la música en el turismo, con las leyes Torricelli en 1992 y Helms-Burton en 1996 aprobadas por Estados Unidos se afectan gravemente tanto a los artistas cubanos como a la industria discográfica cubana, y para colmo en los años 90, con la introducción del sistema doble de divisas-moneda nacional, surgieron dos mercados distintos para el mundo sonoro.
Hoy en día –explica el investigador Jesse Friedman- la meta para la industria de la música de Cuba podría estar en ampliarse extendiendo su presencia en más sectores y lugares del mercado, así como aumentando la cantidad de sus producciones, porque «la participación en ferias, festivales, conciertos y giras internacionales son oportunidades para intercambios culturales y para recuperar fondos para la diseminación del arte en el extranjero, pero no para maximizar ganancias».
Puede consultar también: Ley No. 14 o Ley de Derecho de Autor, de fecha 28 de diciembre de 1977
Imagen de portada: Arcoiris en Lagartoverde