Una de las mayores atracciones del Festival Internacional Jazz Plaza 2014 lo es sin dudas la asistencia del consagrado trompetista norteamericano Orbert Davis, un reconocido intérprete de fama mundial que además ha transitado las sendas de la composición y la pedagogía.
Esta es la primera vez que Davis visita a Cuba, y por ende participa en el clásico jazzístico que cada diciembre se organiza en La Habana, donde desde hace tres décadas se presentan consagradas figuras del género de todo el mundo.
Davis, natural de Chicago, ha desarrollado una importante carrera como artista en la Ciudad del Viento, como también se le conoce a esta urbe, la tercera en importancia de Estados Unidos, y uno de sus más importantes centros culturales. Entre sus más reconocidos logros está el de haber sido uno de los fundadores de la Chicago Jazz Philharmonic (CJP), una formación de 55 destacados instrumentistas que trabajan todas las líneas del género, y de la que el trompetista es además conductor y director artístico.
Precisamente un quinteto formado por músicos de la CJP acompañan a Davis a sus presentaciones en el Jazz Plaza 2014, donde sobre la base de un formato compuesto por piano, batería, bajo, saxo y trompeta por supuesto, trabajarán un repertorio de clásico del jazz, pero en especial de la obra compositiva de Davis, que aunque corta en materia discográfica no deja de ser un referente para los seguidores del género.
Catalogado por la crítica especializada como un instrumentista de notables cualidades técnico-interpretativas y un talentoso compositor, la primera de sus placas en solitario aparece fechada en 1996 bajo el título de Unfinished Memories, a la que siguieron Priority (2001), y Blue Notes (2004).
A estos álbumes se unen Collective Creativity (2008) donde firma como parte de la CJP, DuSable to Obama (2011), que recoge la banda sonora que acompaña al documental del mismo nombre; Home & Away (2012), donde vuelve a ser acompañado por la CPJ; y en ese mismo año saca al mercado Sketches of Spain, una revisión del disco homónimo que en los 60 publicaron esos grandes que fueron Miles Davis y Gil Evans.
Además ha grabado muchísimos álbumes con otros artistas y sesiones de estudio para solos de trompeta, lo que le ha merecido el reconocimiento de la comunidad jazzistica y musical en general, y varios de los más importantes premios que se entregan en su país.
Los asistentes al Jazz Plaza 2014, tendrán una oportunidad de lujo con la visita de este fuera de serie, que puede sacar lo mejor de la vieja escuela y las más adelantadas sonoridades que materia de improvisación permite el género.
Orbert Davis es un nuevo pretexto para disfrutar de buena música, es decir de buen jazz, y constatar una vez más por qué es una música que goza de la preferencia de millones alrededor de todo el mundo.