A vuelta de correo electrónico el Doctor Rodney Wynkoop desgaja cada una de las preguntas de OnCuba con una apasionante mirada a la música coral. Lleva muchos años inmerso en el movimiento musical de su país, Estados Unidos, y espera con ansias este tour que lo llevará por ciudades insulares como Cienfuegos, Santa Clara y La Habana.
Con el habitual ajetreo de preparar un viaje cultural imprescindible para él y sus cantores, Wynkoop no deja de expresar su agradecimiento, “en nombre de todos los integrantes del coro, por el interés en nuestra gira por Cuba. Nos sentimos honrados por ello. También me gustaría expresar nuestro agradecimiento a todos los cubanos que han hecho posible nuestro viaje”.
El destacado artista, formado en la Universidad de Yale, asegura que todos están “muy ansiosos de poder compartir nuestra música con ustedes y al mismo tiempo conocer su país, su gente y su cultura”.
Tiene cierta predilección por la música de su país, según me cuentan. ¿Le resulta difícil llevar esa tradición sonora de su país a la música coral?
Como en Cuba, hay en los Estados Unidos diferentes tradiciones musicales, algunas de muy larga historia, otras más recientes. Casi todas las tradiciones musicales se manifiestan en la música coral, lo que da a los directores de coros una gran variedad de estilos en los cuales trabajar. Mis preferencias incluyen las canciones populares líricas como Shenandoah, y las espirituales afro-americanas, que hablan de manera elocuente de un deseo de libertad y entrega en un mundo mejor. En mi experiencia, ambos estilos son profundamente significativos para casi todos los que los escuchan.
A veces se asume que lo coros deben mantener una proyección estática en el escenario, sin embargo no pocos directores en la actualidad hacen todo lo contrario, ¿qué prima en la proyección de Triángulo Coral?
En la mayor parte del repertorio que mis diversos coros interpretan, nos encontramos con que el canto puede ser más animado cuando los cantores se permiten algo de movimiento, como si sus cuerpos, al igual que sus bocas, fueran incapaces de mantenerse completamente dentro. Sí hay movimiento. Vemos cómo muchos oyentes empiezan prestar más atención al movimiento que a lo que escuchan, lo que resta valor a la verdadera naturaleza de la música, que es el sonido en sí mismo. Pero, en algunas músicas populares de alto contenido rítmico nos damos cuenta que el no utilizar más el movimiento parece limitar la plena expresión de la melodía, puesto que está completamente ligada al sentido de la danza.
A Cuba viene por una temporada corta: tres presentaciones de su agrupación ya han sido anunciadas. ¿Qué veremos en la Isla, es decir en cuanto a repertorio? ¿Tiene previstas otras actividades como clases magistrales, encuentros
con directores cubanos, etc.?
Vamos a cantar un buen número de piezas cubanas, incluyendo un bolero, un chachachá, una rumba, una canción, un guaguancó, una guaracha, una guajira, y uno o dos sones. Escucharán La Guantanamera, de Joseito Fernández; también Sóngoro Cosongo; El bodeguero, de Richard Egües, y Corazón coraza, de Beatriz Corona. Nuestro repertorio también incluirá una pieza brasileña, varias piezas de la tradición popular norteamericana, algo de música popular, y algunas canciones espirituales, así como obras de los reconocidos compositores americanos Morten Lauridsen y Eric Whitacre.
El pasado año directores corales estadounidenses y cubanos tuvieron un fructífero encuentro en La Habana. ¿Qué piensa de este tipo de intercambios culturales entre su país y Cuba?
¡Creo que es maravilloso! De hecho, es precisamente este tipo de intercambio entre nuestro coro y varios de los cubanos lo que esperamos, más que cualquier otra cosa en este viaje. Por un lado, reconocemos que hay un sinnúmero de detalles acerca de la forma en que los coros cubanos cantan su música. Los estadounidenses podremos aprender más fácilmente escuchando cantar a los cubanos y tal vez haciéndoles preguntas acerca de su música.
Por otro, la oportunidad de hablar y pasar tiempo con personas de otro país y otra cultura casi inevitablemente forja lazos entre las personas, lo que significa que indiscutiblemente este encuentro nos cambiará. Cualesquiera que sean las realidades del mundo de la política, que las personas se relacionen con otras es un derecho humano básico.
¿Siente que estrecha las relaciones entre ambos pueblos?
Sin dudas, ese será uno de los resultados de que nuestros coros compartan entre sí. Estoy seguro de que cada cantante reconocerá que hay más similitudes entre ellos y los cantantes cubanos y que hay diferencias. Probablemente hay cantores en los coros cubanos que hablan inglés, pero ninguno de nosotros habla español con fluidez. Y, sin embargo, el lenguaje de la música será compartido y yo sé que nos vamos a entender.
En Cuba existe un fuerte movimiento coral, cuyos resultados exitosos traspasan las fronteras internacionales. ¿Lo conoce? Desde su percepción, ¿cómo lo valora?
Tengo que admitir que antes de empezar a preparar este viaje, no sabía prácticamente nada sobre el canto coral cubano. Puesto que todavía no hemos trabajado con ninguno de estos coros o los he escuchado cantar. No puedo realmente comentar en detalle sobre ello, pero es muy hermoso por lo que he oído por Internet en las últimas semanas. Entrevoces, por ejemplo, tiene un sonido hermoso, con mucha energía, claridad y lirismo. Todos esperamos con interés escuchar los coros cubanos con que estamos programados para cantar, y estamos ansiosos también por aprender sobre algunas de las composiciones corales cubanas que estos coros tienen en su repertorio.
También Estados Unidos tiene una fuerza invaluable en su movimiento coral en las universidades y otras instituciones, así como entre artistas aficionados, ¿puede caracterizar ese movimiento?
De hecho, existen excelentes coros en los Estados Unidos. Los hay en colegios y universidades. Van desde las escuelas que tienen cantantes talentosos que ensayan varias veces a la semana y tienen acceso a maestros de canto muy buenos. También existen escuelas que pueden incluir muchos cantantes con habilidades naturales más modestas y menos tiempo de ensayo, pero que sin embargo les encanta cantar y pulir su repertorio coral y hacer que sea muy expresivo. Contamos además con los coros comunitarios y los de las iglesias, de los que varía su número de integrantes y están en muchas ciudades de Estados Unidos, así como tenemos coros afiliados a las orquestas sinfónicas. Algunos de ellos tienen un cierto número de cantantes a quienes se les paga por cantar, pero también hay coros profesionales muy calificados, en el que se paga a cada cantante por ensayar y actuar.
Piensa establecer algún tipo de proyecto de colaboración con los coros profesionales cubanos, o quizá ya baraja algún proyecto discográfico con artistas de la Isla.
Una colaboración o proyecto con un coro cubano sería, sin duda, emocionante para nosotros, y estamos abiertos a ideas, pero dado que este viaje está solo comenzando, es un poco temprano para nosotros para tener cualquier proyecto en mente.
Luego de estas presentaciones en Cuba, ¿qué planes tiene Triángulo Coral para el resto de 2014?
Presentaremos este repertorio de la gira en casa cuatro días despuésde nuestro regreso a los Estados Unidos. Luego, no nos reuniremos de nuevo, aunque muchos de los cantores continuarán cantando juntos en uno o más de los coros locales de nuestra área. El Triángulo Coral fue creado especialmente para este viaje. Tuvimos 10 ensayos antes de este viaje a Cuba. ¡Pero si un coro cubano viene a visitarnos en Carolina del Norte, estaremos encantados de volver a juntarnos para cantar en un concierto!