Salían al escenario poco a poco, ceremoniosos, organizados. Con delicadeza se acomodaron en sus puestos y comenzó un volar de voces, perfectamente acopladas, acompañado de palmadas y movimientos con ritmo.
Cantaban en inglés con una energía y hermosura en su canto que hipnotizaban. Eran los niños del Chicago Children Choir, parte importante del proyecto la Voz de Chicago que ha trabajado por más de 60 años, con menores de todas partes de la ciudad norteamericana.
A Change is gonna come (Un cambio va a llegar) y We all live here (Todos vivimos aquí), dos de los temas en su repertorio, auguraban el acontecimiento que ya tenía lugar: estaban en Cuba como invitados al Festival Internacional de Coros, Corhabana 2016.
Sobre la escena también estaban pequeños cantores cubanos, junto a los estadounidenses.
“Me siento realmente bendecida de estar presente en este suceso, Las personas son increíbles y han sido muy generosos de recibirnos en este hermoso país. Todos los que he conocido apoyan el trabajo que hacemos y me han sorprendido mucho las orquestas y los coros cubanos”, comentó a OnCuba Alexa Moster, integrante de Chicago Children Choir.
“Colaboramos con el coro Diminuto y pienso que es uno de los coros de niños más impresionantes que he visto. Puedo decir que Cuba realmente aprecia las artes escénicas y el arte en general; así que estoy feliz de que Cuba y Chicago hayan sido capaces de colaborar”.
Era su primera vez en Cuba y todos estaban alegres, no solo por compartir la música, sino también por conocer otras delicias de la Isla, manifestó Josephine Lee, directora musical del grupo.
“Desafortunadamente las prohibiciones que existían entre los países no nos permitieron hacer el viaje con anterioridad; pero lo importante es que este sueño ya se ha hecho realidad”.
“Hoy están aquí 60 adolescentes, entre 12 y 18 años, que representan un puente de paz y amor entre nuestros países”.
“El Festival nos ha brindado esta increíble oportunidad de compartir. Conozco la música cubana porque a mis padres le gusta mucho y la escuchan en casa. A mí me encanta simplemente porque es bien rica y tiene muchos ritmos sabrosos”, comentó Estella Shiffrin, otra de las integrantes del coro.
Dentro del regalo musical, Chicago Children Choir interpretó un variado repertorio que incluyó música culta, otras de compositores cubanos (Son de Camagüey) y algunos ritmos más contemporáneos. Quizás ahí estuvo la sorpresa de la noche, al verlos versionar con soltura el tema La Gozadera, de Gente de Zona y Marc Antonhy, en versión para coro.
“Fuimos al lugar donde filmaron el video de Gente de Zona y fue muy divertido. Las personas que pasaban se quedaban mirando como cantábamos y bailábamos”, dice Estella.
“No he escuchado mucha música cubana, pero me encanta La Gozadera; así que debo decir que probablemente sea mi canción cubana favorita. Cuando la aprendimos fue muy divertido y la escenificamos para la audiencia cubana y la recibieron con mucha alegría”, cuenta Alexa, otra de las niñas.
Su última presentación en escenario cubano tuvo lugar junto a voces también provenientes de Venezuela y Argentina. Un excelso Gloria cerró el telón del Teatro Nacional y puso fin a la décimo segunda edición del Corohabana 2016. Eso sí, quedó el puente extendido para una próxima visita.
que bueno amiga que puedas mostrarnos a traves de tu verbo esa presentación
Muy buen articulo. Lo lei primero en ingles y es comos si se hubiera escrito en esa lengua originalmente. Me encantan ver los intercambios culturales.