El pianista cubano Aruán Ortiz (Santiago de Cuba, 1973) acaba de recibir una Beca Guggenheim en Composición Musical. Se incorpora así a otros dos cubanos que recientemente han logrado esa prestigiosa beca: Manuel Valera (2019) y Elio Villafranca (2021).
Ortiz es un compositor cuyas obras ha sido interpretadas por grupos de jazz, orquestas clásicas, compañías de baile y grupos de música de cámara.
Ha tocado con grandes figuras del jazz como Wadada Leo Smith, Don Byron, Greg Osby, Wallace Roney, James Brandon Lewis, Nicole Mitchell, Andrew Cyrille y el percusionista holguinero Mauricio Herrera.
En materia de grabaciones, tiene quince discos, empezando por Impresión tropical (1996), de piano solo, hasta su más reciente producción Pastor’s Paradox (2023).
En 2005 empezó a producir grabaciones con cierta regularidad mientras colaboraba con otros músicos. Tocó con Wallace Roney, gran trompetista y discípulo de Miles Davis. Y mientras eso ocurría grabo su tercer disco, Alameda (2009), elogiado por la crítica y seleccionado uno de los diez mejores álbumes de jazz en 2010 por la revista británica Jazzwise.
En 2012 grabó Santiarican Blues (2012), música concebida como un ballet para el José Mateo Dance Theater y ejecutada por un grupo de cámara que incorpora ritmos haitianos. Aruán Ortiz es descendiente de haitianos y maneja con destreza sus tradiciones musicales.
También ha colaborado con el saxofonista estadounidense James Brandon Lewis, grabando cuatro CD (2020-2024. Su disco más reciente Pastor’s Paradox (2023) es un homenaje a Martin Luther King Jr. partiendo de su famoso discurso I Have a Dream.
Se le considera una de las voces más audaces y creativas en el ambiente musical cubano contemporáneo.