Cuentan que al morir José Antonio Rodríguez, el indispensable Maceo del Sierra Maestra, César Portillo de la Luz afirmó, lapidario: “Ha muerto un soldado del son”.
Aquel tributo habría que retribuírselo hoy, pero enriquecido, al autor de Contigo en la distancia y Tú mi delirio: ha muerto César Portillo de la Luz, un soldado de la música cubana, y el comandante indiscutible de esa canción cantada con tanta bomba, bautizada con el nombre de filin…
El Ministerio de Cultura informó el deceso del nonagenario músico, polemista incansable y defensor de sus doctrinas musicales. Portillo se caracterizó por el lirismo de sus letras, amplio sentido armónico y líneas melódicas de gran riqueza.
En 1950 compuso su inmortal Contigo en la distancia. Años después confesó que se trata de “la historia de un hombre enamorado a los 24 años, edad en que uno parece un potro salvaje y entonces se puede enamorar de una potranca cerrera. Fue una gran pasión, una linda pasión; una canción en la que yo expreso la magnitud del complemento que significa esa mujer en mi vida, y la letra lo dice claramente, aunque algunas veces parte de la letra haya sido desvirtuada”, relató.
Sin dudas su canción más conocida, este tema ha sido muy versionada y cantada por intérpretes como Nat King Cole, Plácido Domingo, José José, Caetano Veloso, María Bethania, Lucho Gatica y hasta Cristina Aguilera se la acercó a esa juventud que desconoce los encantos del bolero y la suavidad.
“Si a mí me pagaran lo que me deben en el extranjero solo por Contigo en la distancia cogería unos cuantos miles de verdes (dólares)”, le confesó hace muchos años Portillo a la colega Paquita Armas. Por fortuna, su suerte cambió luego, pero su carácter inconforme e inclemente ante la banalidad se mantuvo incólume.
En su momento fustigó el exceso de difusión que recibían géneros de cuestionable calidad, y como miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba siempre alertó sobre la necesidad de defender el patrimonio de la canción cubana.
Guitarra en ristre, el también autor de Sabrosón, Noche cubana y Canción de un festival, reinó junto a José Antonio Méndez en las noches habaneras de bohemia y clubes, a puro golpe de filin, cubanización del inglesísimo “feeling” (sentimiento).
El filin nació en las casas donde los trovadores se reunían a descargar. Portillo, que además de cantar era pintor de brocha gorda, se nutrió tanto de los clásicos de la trova tradicional como de los cantantes de jazz de su época, como Cab Calloway, Ella Fitzgerald y Nat King Cole. Ahora se le venera, pero en su momento el filin fue cuestionado, acusado de extranjerizante, estigmatizada aún en los años 60.
Pero lo bueno al final siempre se impone, y Portillo de la Luz supo echar su pelea y ganarla. Hoy el filin está de luto. Murió uno de los grandes. Algún día estaremos con él en la distancia…
! Vivirás siempre, en el amor de todos!
César
César Portillo, tu Luz,
te acompaña el apellido,
pero más luz has tenido
que el resplandor de una cruz.
Como un proverbio andaluz,
que se me perdió en la infancia,
quisiera encontrar con ansia
dónde está tu amada fiel
¿en esa luna de miel
contigo allá en la Distancia?
II
Ya sé que se escucha en Francia,
New York, Berlin y Hong Kong,
porque el filin es canción,
vestida con tu elegancia:
si llegaste a esa Distancia,
¿dónde no podrás llegar?
Si aparece otro lugar,
lejos, en otro planeta,
te conviertes en cometa
con tu luz para alumbrar.
César Portillo de la Luz (Ciudad de La Habana, 31 de octubre de 1922- La Habana 4 de mayo del 2013)
Agustín Dimas López Guevara
Cesar Portillo de la Luz nos haz dejado un gran legado a todos los cubanos tu musica es inmortal se seguira escuchando ese gran “feeling” que con esa letra y esa armonia de cada palabra nos hacias sonar Descanza en paz.