Hace años Rayseel Cruz perdió su nombre para convertirse en Ray “el profe de la novela”, “el que conduce Pensando en 3D”, “el que hizo de guajirito”, logrando gran popularidad entre el público nacional con una presencia habitual en varios espacios televisivos.
Sabemos el fuerte impacto de este medio de comunicación en Cuba, algo que ha sabido aprovechar este joven actor y cantante, aunque sabe bien que “aquí la popularidad es algo demasiado subjetivo. Llega y uno no se da cuenta, más para uno que está haciendo teatro. La popularidad llega a través de la televisión casi siempre, a través de programas habituales”, comenta a OnCuba.
Para Ray, quien lleva más de una década dedicado por completo a la actuación, manejar este fenómeno de la fama no le resulta complicado, aunque reconoce que “es complejo porque la gente te idealiza y si no te sientes de ‘la tierra’—del fango diría yo—, creo que estás perdido, porque vivimos la misma realidad todos, y formamos parte de eso”.
Por otra parte, señala que “a mucha gente puede gustarle tu trabajo y a muchísimas no, te esfuerces lo que te esfuerces. Creo que la popularidad tiene que ver con eso y llegar a ser un actor popular en Cuba tiene un poquito de bueno y un poquito de malo, como todo”.
Más de una década lleva Cruz dedicado por entero a la actuación, si bien no pensó en esta profesión para dedicarse íntegramente: “Fue pura casualidad, todo empezó cuando se abrió la escuela de Instructores de Arte, no había que pasar el servicio militar y ese fue el estímulo” —confiesa entre risas— aunque “ya una vez dentro me enamoró la actuación y decidí que eso era lo que sería sin dudas. Así comenzó todo”.
¿Y el entorno familiar?
Siempre mi familia o la parte de mi familia más cercana —dígase mi mamá y mi abuela— me apoyaron muchísimo. Ellas veían por mis ojos y solo me decían que estudiara mucho para sobresalir si eso era lo que realmente me interesaba.
¿Cómo recuerda esa experiencia como profesor una vez graduado de instructor de arte?
Me encantaba dar clases en la primaria, era muy divertido, novedoso y acumulaba experiencias, me encantaría hacerlo en un futuro, ¿por qué no? Es una gran responsabilidad porque estás enseñando a generaciones y cualquier cosa buena o mala que hagas queda; ahora mismo tengo mucho trabajo y el tiempo apenas me alcanza, pero no descarto la posibilidad de hacerlo más adelante.
Luego llegó Mefisto Teatro
Mefisto fue mi gran escuela sin lugar a dudas, ahí aprendí casi todo lo que sé, era una gran escuela de actuación, baile, canto, compromiso, responsabilidad y el tiempo que se dedicaba a ello dependía de cada cual.
Lo aproveché al máximo y eso me ha servido incluso ahora que han pasado algunos años. Tony Díaz me dio la oportunidad de conocerme más como persona, como actor, confió en mí dándome personajes que tal vez yo no pensaba que podría hacer en aquel momento y él me forzó, me dio confianza y eso cuando uno empieza en este mundo es fundamental. Tony Díaz fue, es y será siempre mi más grande padre profesional… pasen los años que pasen.
La formación en el teatro musical es también de gran influencia en tu carrera
Es muy completo, creo que el actor que pase por el teatro musical estará muy bien preparado siempre, si lo aprovecha, claro. Te haces de muchísimas herramientas que te sirven después, te haces fuerte de muchas maneras: cantas, bailas, actúas, te desinhibes a un nivel inimaginable y sobre todo sientes que el resto depende de ti, porque siempre son grandes equipos de trabajo donde todos deben estar muy unidos y eso es único.
Ahora mismo no creo que el teatro musical en Cuba tenga buena salud. Independientemente de la pandemia se necesita para este tipo de teatro producción, telas, vestuario, elencos grandes, eso es imprescindible y si no se hace así, no se puede hacer; creo que ahora no estamos en condiciones de que sea de esta manera, ojalá podamos revocar esta situación pronto, sería muy útil.
Los primeros papeles que hiciste en televisión fueron antagónicos ¿Era algo que buscabas o llegó de casualidad?
Al principio me llamaban para personajes antagónicos, que ahora mismo me encantaría volver a hacer, por cierto. Tampoco es que escojo tanto; tienen que ser buenos personajes.
Por ejemplo, los antagónicos tienen un plus, guían la historia de una manera más oscura, por llamarlo de alguna forma y siempre me gustaron mucho y se me daban bastante al principio de mi carrera, fue algo que llegó solo.
A los personajes trato de diferenciarlos con el estudio, incluso en los personajes positivos que son los últimos que he hecho, trato siempre que tengan su pizca de algo oscuro o raro, porque nadie es perfecto, ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos, incluso es tendencia ahora en Hollywood, mira los personajes de Cruella o Maléfica.
Trabajo mucho esas sensaciones. Me baso especialmente en las subtramas que uno le puede encontrar a los personajes como actor, en relación con lo que se converse con el director, ya sea en el rodaje de una serie, novela, película u obra de teatro; aunque no esté escrito el personaje, el actor debe buscarlo.
También ha llegado de cierta manera la comedia a tu carrera
Trabajar la comedia es demasiado complicado, sobre todo porque tienes que tomártelo muy en serio. Hay mecanismos en la actuación, métodos en los que puedes emocionar al público desde tu sinceridad, pero en la comedia es el triple de difícil.
Las personas que prefieren diferentes tipos de comedia y es complicado llegar a una media en la que todo el mundo entienda lo que uno quiere hacer. Sería incapaz de hacer chistes, no se me da y lo he conversado con Doime (Osvaldo Doimeadiós), con Carlos Gonzalvo. Siempre trato de salvar esos personajes a partir de un buen guión, buena dirección y un personaje creado.
Ahora mismo podemos verte en televisión actuando, dirigiendo y en tu faceta como cantante… ¿Algo más por hacer?
Me quedan muchas cosas por hacer. Quisiera hacer más música de la que hago ahora. Me gustaría también dirigir algo para la televisión, que está por darse. Igual estoy dirigiendo algo en teatro que aun no sale por la pandemia, pero saldrá.
A partir de mi experiencia como actor quiero ver una manera diferente de dirigir actores en el audiovisual, quisiera algo más corto y conciso, un corto, o un cuento, que es algo que está a punto de materializarse también, pero no puedo adelantar mucho de momento.
¿Cómo haces para desenvolverte en tantos proyectos a la vez?
No sé cómo puedo con tanto trabajo, lo que sí sé es que me aburro si no lo hago así. Me lanzo a ser feliz, a sentirme bien conmigo mismo y tratando de que mi trabajo le llegue a la gente, pero si no me siento bien conmigo y si no creo que puedo hacerlo de manera digna, no lo hago.
Hay que respetar las especialidades y a los artistas en sentido general y si uno se quiere lanzar con algo tiene que estudiar, buscar patrones, y ahí estarán los resultados, unos mejores que otros pero eso también forma parte de la vida. Todo está inventado, así que hacer algo novedoso es muy difícil, pero si es sincero, la gente lo nota.