Por primera vez dos dramaturgos cubanos: Nicolás Dorr y Gerardo Fulleda León, son gratificados con el máximo galardón de las artes escénicas en el archipiélago. La gala de entrega del reconocimiento será este 22 de enero, en la Sala Tito Junco del Teatro Bertolt Brecht, como parte de los festejos por el Día del Teatro Cubano.
“Este premio llega en un momento de recuperación, de transformación, de muchos planes, ganas de hacer y de vivir”, confesó a OnCuba, Fulleda León, días antes de recibir la distinción que otorga el Consejo Nacional de las Artes Escénica.
El experimentado investigador y director teatral aseguró que de ninguna manera esperaba convertirse en el Premio Nacional de Teatro este año y precisó, “creí que le tocaba a mi compañero de premio, que se lo merece. Pensaba que recaería en Armando Morales, Fátima Patterson, en tanta gente. No creía ser reconocido esta vez. Tanto así que planeaba viajar a España el 19 de enero para impartir un curso”.
“Siempre apuesto por los jóvenes”, manifestó paralelamente el también presidente de la Sección de Dramaturgos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, “Quiero estar mañana, por eso me interesa tanto el intercambio con las nuevas generaciones”, destacó.
El pasado año dejó la dirección del grupo de teatro Rita Montaner, ¿por qué?
“Sí, dejé la dirección del grupo de teatro Rita Montaner pues creo que en las artes, una larga regencia puede ser lastrante, de alguna forma condiciona e impide que uno tenga otra perspectiva.
“Dirigir durante 25 años la compañía fue bastante. En ella me formé realmente. Le debo y la quiero tanto que continúo sintiendome parte; sin embargo creía necesario renovar las voces, las perspectivas y el mandato”.
¿Cómo Ud. valora la dramaturgia cubana actual?
“Mira, en estos momentos conviven -con la desaparición física del maestro Abelardo Estorino- mi generación, otra intermedia y los más jóvenes, estos últimos con muchas fuerzas y virtudes.
“Hay nombres que son incuestionables ya. Tengo que mencionar casos –aunque olvide otros- como Ulises Rodríguez Febles, Abel González Melo, Junior García, Zaldívar de los Reyes, Norge Espinosa en la literatura para niños, y los más jóvenes que están dando una nueva cara al teatro cubano.
“Apuesto por el teatro que vendrá, y por supuesto no lo vamos hacer los de mi generación, sino los de las siguientes. Ellos son los encargados de transformar. Nada debe permanecer estático. No creo en esa fidelidad falsa a los clásicos. A los clásicos hay que reverenciarlos, quererlos, tomar de ellos todo y dar la visión de uno”.
¿Qué obra estrenarás proximamente?
“Mi más reciente obra es “La pasión desobediente”. La terminé en 2012 y la estrenará en marzo próximo Antonia Fernández con su grupo Vivarta. Hay otros interesesados en esa pieza como teatro de La Utopía con el Chino León, en Pinar del Rio. Regresaré a escena dirigido por otros que es lo que me gusta”.
¿Lo compromete aún más este premio con la escena y la dramaturgia cubana?
“Me obliga a sentarme más, ahora que tengo las condiciones, para escribir. A veces soy lerdo, busco, pienso demasiado antes de comenzar a escribir; pero cuando un día los personajes me hablan al oído y otro día me descubro diciendo una expresión de alguno de ellos, tengo que sentarme a escribir. Espero que ahora ese proceso sea más rápido como cuando joven”.
¿Qué lo demanda en España?
“En España hay dos estudiosos de mi obra, Cristóbal Macías y María Mónica Ortiguera, investigadores que han analizado mi obra. Ellos me invitaron a la Universidad de Granada y a la Universidad de Málaga a ofrecer charlas y conferencias. También impartiré un taller de actuación y otro de dirección”.
Autor de Ruandi, La querida de Enramada, Betún y casi una veintena de textos, las piezas más sobresalientes de Fulleda León han sido llevadas al cine, la televisión y la radio y se han representado en Suecia, Venezuela, Colombia, Santo Domingo, Honduras, Suiza, España y Estados Unidos.
Como director de escena ha dirigido una decena de puestas y ha realizado la asesoría dramatúrgica de más de 70 obras teatrales y dos películas. Textos dramáticos suyos aparecen en antologías de teatro para niños y adultos.