“(…) Entiendo el significado del oficio de hacer teatro: vivir instantes de pura verdad efímera, donde sabemos que lo que decimos y hacemos, allí, bajo la luz de la escena, es cierto y refleja lo más profundo y lo más personal de nosotros. Mi país teatral, el mío y el de mis actores, es un país tejido por esos momentos donde dejamos atrás las máscaras, la retórica, el miedo a ser quienes somos, y nos damos las manos en la oscuridad.”
Así versa un fragmento del Mensaje del Día Mundial del Teatro 2019, del Instituto Internacional del Teatro (International Theatre Institute, ITI), cuyo autor es el director de escena, dramaturgo, educador teatral y profesor cubano Carlos Celdrán.
El artista revela además que cuando entendió “que el teatro era un país en sí mismo, un gran territorio que abarca el mundo entero, nació en mí una decisión que también es una libertad: no tienes que correr ni desplazarte. Allí donde existes está el público. Allí están los compañeros que necesitas a tu lado. Allá, fuera de tu casa, tienes toda la realidad diaria, opaca e impenetrable. (…) Por ello, no me muevo, continúo en mi casa, entre mis allegados, en aparente quietud, trabajando día y noche, porque tengo el secreto de la velocidad.”
Con este hecho como antecedente, OnCuba acudió al encuentro con Celdrán, quien ha sido distinguido, entre otros reconocimientos con el Premio Nacional de Teatro en 2016.
El dramaturgo, director de la compañía Argos Teatro, ofreció breves declaraciones sobre lo que ha representado para él haber sido seleccionado para emitir este mensaje y otras temas relacionados con su universo creativo. Celdrán es graduado de la licenciatura en Teatrología-Dramaturgia del Instituto Superior de Arte de Cuba en 1985. Tras pasar por el grupo de Teatro Buendía como asesor dramático y director artístico, funda su grupo Argos Teatro, con un repertorio de excelencia donde se incluyen obras como La Tríada, El alma buena de Se-Chuán, La vida es un sueño, Chamaco, Fango, Final de Partida, Diez Millones.
Una voz de los artistas del teatro en el mundo
Escribir el mensaje del Día Mundial del Teatro es un gran honor. Un reconocimiento que no creo ni merecer. Siempre el ITI ha elegido como autor del mensaje a grandes nombres con una trayectoria mundial. Es la primera vez que eligen a un director, no vamos a decir local, sino regional, que trabaja y opera en un contexto mucho más local.
Creo que están apostando por voces emergentes, directores con un trabajo como el que yo hago. Eso es un honor también, no solamente para mí, sino para los directores de teatro cubano que como yo, durante años, hemos trabajado desde esta perspectiva.
Teatro cubano actual
El teatro está ocupando en estos momentos un lugar muy importante en la cultura cubana. Es un teatro que piensa en el presente, en la realidad y que trabaja duro para mantener un nivel de calidad. Tiene altas y bajas como todo medio cultural, pero lo que yo creo que más hemos tenido es el compromiso con el teatro y con el público que nos sostiene. Creo que estamos en un momento, efectivamente, de cambio. La sociedad se está reactualizando, reencontrándose en nuevos diálogos, en nuevos espacios en que todos estamos atentos.
Sus obras y la realidad
Mi teatro siempre está en un diálogo constante con la realidad. Pero no es un diálogo directo, porque yo creo que el teatro siempre pasa por un filtro, que es el filtro subjetivo. Yo por lo menos no hago un teatro documental, directo. Hago un teatro donde entra el individuo, el ser humano pasa por un proceso de análisis y de descuartizamiento de su interioridad y eso lleva un tiempo y quizás una lejanía. El teatro siempre está delante, atrás o por arriba, no está directamente, como puede ser el cine y otros medios más directos.
Yo siempre estoy en una reflexión de la relación del individuo, de la subjetividad del individuo con su medio y contexto, ahí es que yo establezco mi campo de investigación.”