ES / EN
- julio 26, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Gente

Adrián Di Monte: “Siempre seré ese guajirito que nunca soñó con ser actor”

Adrián Di Monte, el guajiro del Yabú que conquistó México, se prepara para su entrada a La Casa de los Famosos, donde llevará todo el sabor cubano.

por
  • Félix A. Correa Álvarez
julio 25, 2025
en Gente, Televisión
0
Adrian Di Monte. Foto: Victor Pila / Producción: Daniel Garibay.

Adrian Di Monte. Foto: Victor Pila / Producción: Daniel Garibay.

Getting your Trinity Audio player ready...

Sagüero de nacimiento y criado en la ruralidad y tranquilidad de El Yabú, a las afueras de Santa Clara, en Villa Clara, Adrián Di Monte guarda en su memoria la infancia de un niño que creció rodeado de presas, caballos y monte. “Era una vida sencilla, pero llena de libertad”, dice a OnCuba. Esa conexión con la naturaleza y la autenticidad de su Cuba natal marcaron no solo sus primeros pasos, sino también su manera de entender la vida y el arte.

Antes de descubrir su verdadera pasión por la actuación, Adrián transitó por otras disciplinas artísticas que nutrieron su sensibilidad y creatividad. “Al principio de mi niñez me encantaba la pintura. Pasaba horas pintando junto a mi abuela Josefina, en el bohío, en ese entorno tan nuestro”, recuerda con cariño. Más adelante, dio un paso importante al estudiar con Luis Mora, un maestro de Santa Clara y egresado de la Academia San Alejandro, quien fue para él un referente fundamental. “Aprendí mucho con él, y esa formación me abrió caminos para conectar con el arte de una manera profunda”.

Su inclinación por el diseño lo llevó a estudiar arquitectura en Estados Unidos, una carrera que, aunque distinta a la actuación, le permitió seguir vinculado al arte. “La arquitectura tiene mucho que ver con el diseño y el arte, así que de alguna manera seguí conectado con ese mundo creativo que siempre me ha apasionado”. Pero fue el cine lo que terminó de marcar el rumbo. “La primera película que me voló la cabeza fue La Momia. Esa fascinación por Egipto despertó también mi pasión por la actuación”.

Hoy, este auténtico cubano que conquistó escenarios en México y Estados Unidos se ha consolidado como un actor versátil, capaz de interpretar desde héroes hasta villanos, y de brillar en realities exigentes que han puesto a prueba su fortaleza física y emocional.

Adrian Di Monte. Foto: Victor Pila / Producción: Daniel Garibay.

¿Cómo fueron tus inicios en la actuación en los Estados Unidos? ¿Algún proyecto en particular que recuerdes con cariño o que consideres que marcó tu carrera como actor…?

Yo lo busqué por todos lados, porque tenía mucha inquietud por entrar en ese mercado. Comencé a ir a castings y, con unos dieciséis o diecisiete años, entré a una escuela de modelaje donde también enseñaban algo de actuación. Después de terminarla, seguí yendo a castings para comerciales en Miami.

Un día, saliendo de una de esas audiciones, conocí a quien se convirtió en mi primer manager, por decirlo así. Jesús Mosquera, un habanero que en ese tiempo llevaba talentos en Miami, sobre todo figurantes y actores para las producciones de Telemundo. Él me vio y me dijo: “Oye, ¿no te gustaría ser actor? Tienes buena imagen, ¿por qué no intentarlo?” Así comenzó todo.

Jesús se convirtió en mi amigo y en mi coach. Comencé a ir a audiciones y logré conseguir algunos papeles pequeños en novelas. De ahí, una cosa llevó a la otra.

Recuerdo que mi primer proyecto fue Eva Luna, producido por Venevisión International. En Telemundo obtuve algunos roles secundarios en telenovelas como Aurora y Mi corazón insiste en Lola Volcán. Más adelante, participé en un programa de televisión llamado Protagonistas de Novela, una competencia de actuación. Ahí gané en la categoría masculina en 2012, y fue entonces cuando el público y las televisoras en Miami comenzaron a fijarse en mí.

De ahí surgió mi primer gran proyecto, gracias a un cubano libanés, un escritor llamado Álex Hadad, a quien siempre estaré agradecido. Fue en la telenovela Rosario, donde interpreté al protagonista juvenil.

¿Qué tipos de personajes prefiere Adrián Di Monte?

Yo disfruto mucho interpretar villanos. Al final del día, actuar es jugar con la imaginación, es tratar de meterte en la piel de alguien más. En inglés se dice to play, y play es jugar, así que interpretar es como volver a ser niño, pero esta vez jugando a ser villano. Me gusta mucho hacer ese tipo de papeles.

Un buen personaje, aunque sea positivo, debe tener sus contrastes y sus lados humanos. No me atraen los papeles planos, esos protagonistas que son tan perfectos que terminan siendo aburridos, como si nunca se dieran cuenta de que les están viendo la cara. Eso casi nunca pasa en la vida real. Todos los seres humanos tienen algo bueno y algo malo.

Adrian Di Monte. Foto: Victor Pila / Producción: Daniel Garibay.

Después de migrar a México, firmaste un contrato de exclusividad con Televisa y protagonizaste varios proyectos. ¿Cómo fue esa transición y qué retos enfrentaste en el mercado mexicano?

Cuando llegué a México, entré haciendo el papel de Abelardo Casares en La señora Acero, la tercera temporada. Justo después de terminar ese proyecto, hice un casting con la productora Rosy Ocampo y conseguí el papel de Joe en La doble vida de Estela Carrillo, junto a Ariadne Díaz. Ese fue mi primer proyecto en Televisa.

De esa novela me dieron exclusividad, y estuve alrededor de cinco años bajo contrato con la televisora. Más adelante participé en Bailando por un Sueño, con los productores Rubén y Santiago Galindo, y gané el concurso. Ellos dijeron: “Traigan al cubano para que baile, porque si es cubano, tiene que bailar.” La verdad es que yo no bailaba nada, pero gracias a Dios el ritmo lo llevo en la sangre por parte de mi mamá, porque mi papá no baila; él tiene los pies izquierdos, o sea, no baila absolutamente nada. Creo que esa sandunga la heredé de mi mamá.

Esa transición hacia el mercado mexicano fue un proceso muy especial para mí. Lo que me permitió conectar con este maravilloso país fue abrazar su cultura como si fuera propia, vivir México como si fuera mexicano. Me encanta vivir aquí. Recuerda que soy un guajiro del Yabú, en las afueras de Santa Clara, donde se anda a caballo, con sombrero, botas y machete… y se escucha a Los Tigres del Norte, Vicente Fernández, Pedro Infante. En los campos de Cuba, México está muy presente.

Mis padres de crianza, Israel Zamora y Noraima Morales, me inculcaron ese amor por México. Eran guajiros auténticos, con tierras, ganado, cultivos… De niño, me la pasaba ordeñando vacas con ellos, montando a caballo. 

También están mis dos hermanos Zamora, Yaité y Yunier, a quienes quiero con el alma. Gracias a ellos desarrollé ese cariño profundo por este país. Por eso me fue fácil adaptarme. No a todos los actores cubanos les resulta sencillo adoptar México, no solo como residencia, sino como una identidad más. A mí sí, y fue gracias a ellos.

Cuéntame sobre tu experiencia en Bailando por un sueño, tu primer gran reality.

Mi experiencia en Bailando por un sueño comienza cuando termino la telenovela La doble vida de Estela Carrillo. Mi manager, Juan Carlos Collazo —un representante peruano muy importante en el medio de la televisión hispana, a quien quiero mucho— se entera de que van a hacer el reality, y les dice a los hermanos Galindo, los productores: “¡Les tengo a Adrián Di Monte! Acaba de hacer una novela con Rosy Ocampo, estuvo en Señora Acero, y es un gran bailarín”.

Mentira. ¡Yo no bailaba nada! Me vendió como “la última Coca-Cola del desierto”, y bueno… ni modo. Acepté entrar en Bailando por un sueño e inmediatamente me fui a Miami a entrenar. 

Me la pasaba bailando zumba con compatriotas míos, con mi primo, que es entrenador personal. Me acuerdo que me estaban dando “manteca de majá en la ingle”, como decimos nosotros, intentando hacer el split. Yo sufría todos los días… al final, ni split ni nada. Nunca me salió —se ríe—.

Eso sí, bajé muchísimo de peso. Llegué a tener como cuatro o cinco por ciento de grasa corporal; estaba súper marcado. Me puse a bailar, y lo que realmente marcó todo fue el primer baile, con la canción Mi gente de J Balvin. 

Me vestí de egipcio, como un faraón, y dio mucho de qué hablar porque ahí se me vieron las pompas… las nalgas, un poco. El público se volvió loco. Creo que ese fue el segundo video más visto a nivel mundial ese día. En una sola noche tuvo como tres millones de vistas.

Ahí se hizo medio viral todo. Fue un éxito. Yo creo que desde ese momento ya estaba marcado como el favorito para ganar. Aunque fue muy difícil. Bailar es durísimo. Ahora entiendo a todos los que se gradúan de las escuelas de arte, los bailarines, todos ellos… Eran ocho horas saltando, brincando, sudando. ¡Mis respetos para los bailarines!

Imagínate: yo, un guajiro del Yabú, ¡bailando! ¿Cuándo iba a imaginarme que terminaría siendo bailarín?

No solo ganaste ese reality de baile, sino que te consagraste como ganador después de Reto 4 Elementos y La Isla: desafío extremo. ¿De dónde nace esa pasión por los retos físicos?

Esa pasión por los retos físicos creo que nació desde niño. Siempre quise ser boxeador. Era superfán de Maikro Romero, que fue campeón mundial de boxeo amateur en Cuba.

Vengo de una familia donde el deporte no era precisamente el camino esperado: mi papá es bioquímico, mi hermana es radioquímica —estudió en La Habana, en el Instituto Superior de Ciencias y Tecnologías Aplicadas (InSTEC)—, y mi mamá era profesora de artes plásticas. Así que, como imaginarás, no veían con buenos ojos que su hijo quisiera ser boxeador.

Mi papá fue maestro de Manuel Mantilla, un joven boxeador —en aquel entonces— que llegó a ser campeón mundial. Así que yo era fan total del boxeo, quería ser boxeador, pero mi papá no me lo permitió. Y eso, hasta el día de hoy, sigue siendo una especie de frustración para mí. Me hubiera encantado hacerlo.

También me gusta el béisbol. Tengo un primo que llegó a jugar en tercera división con el equipo de Cienfuegos. Así que el deporte siempre me ha gustado mucho; ha estado presente en mi vida.

Adrian Di Monte. Foto: Victor Pila / Producción: Daniel Garibay.

En tu carrera has transitado por formatos muy distintos, desde novelas hasta reality shows. ¿Cómo crees que esas experiencias han moldeado tu comprensión del público y la narrativa?

Como actor, participar en realities te hace crecer muchísimo. Cada reality es un nuevo reto, y en muchos casos, terminas creando un personaje distinto dentro de cada formato.

Hay realities de baile, de cocina, físicos como Reto 4 Elementos… y cada uno exige algo diferente de ti: competitividad, resistencia, disciplina. 

Creo que participar en este tipo de programas fortalece el espíritu, porque tienes que ser muy aguerrido. 

Al final del día, ser competitivo es una habilidad útil también en la actuación, porque cuando haces un casting, estás compitiendo con otros por el mismo papel. Así que entrenar ese músculo competitivo sirve mucho.

También está el tema del público. El público de un reality no es el mismo que el de una telenovela o una serie. Son distintos. Y como actor, poder conectar con ambos tipos de audiencia es algo muy valioso. Es muy “chido”, muy “padre”, como dicen aquí en México.

¿Te hace más preparado? Definitivamente. Te da más herramientas, te vuelve más multifacético. Te obliga a sacar otras versiones de ti mismo, te hace más “pulpo”, como digo yo: capaz de hacer muchas cosas a la vez.

Recuerda que soy cubano, y siempre quise ser deportista profesional. Así que todo eso, ese instinto competitivo, esa pasión por el reto físico, sin duda me ayuda mucho en lo que hago hoy.

Ya fue confirmada tu entrada a La Casa de los Famosos México, ¿estás preparado para esta experiencia completamente diferente a otros formatos de telerrealidad en los que has participado? ¿Qué podemos esperar de ti en el reality?

El reality La Casa de los Famosos México representa para mí algo totalmente diferente, un terreno donde no sé qué esperar. 

Voy sin estrategias —esa es precisamente mi estrategia—, dispuesto a entregarme a la experiencia, compartir con mis compañeros, no engancharme en conflictos ni buscar protagonismos innecesarios. Quiero disfrutarlo, vivirlo de verdad.

Sé que, por mi pasado, algunos podrían acercarse al reality con ideas preconcebidas. Viví una decepción muy fuerte: una relación que terminó en divorcio con alguien que consideré mi mejor amiga, y que terminó haciéndome mucho daño, no solo a mí, sino también a mi familia, especialmente a mi madre. 

Fue una persona a quien llevé incluso a Cuba, y eso lo hizo más doloroso. Lamentablemente, tras la separación, se dijeron cosas que no son ciertas, comentarios que buscaban afectar mi imagen. Pero eso ya es pasado.

Lo que espero, sinceramente, es que eso no condicione la forma en que el público me vea dentro del reality. Estoy dispuesto a abrir mi corazón, a vivir esta experiencia con autenticidad, y ojalá puedan conocerme desde un lugar más humano, sin prejuicios ni etiquetas.

¿Habrá entonces sabor cubano en la casa más famosa de México? ¿Qué llevas en tus maletas, como buen cubano que eres?

Definitivamente sí, claro que habrá sazón cubano en la cocina. Quiero preparar unos frijoles negros que me enseñó mi mamá, hacer el sofrito de ajo y cebolla morada, y llevarme una cafetera con mucho café para compartir un pedacito de Cuba, ese saborcito único de nuestro café, con los integrantes de la casa.

Pero más allá de la comida, llevo conmigo la esencia del cubano: la alegría, el espíritu de lucha, la calidez, la capacidad de adaptarse y, por supuesto, ese sabor auténtico que nos caracteriza.

¿Cuál consideras que ha sido el mayor aprendizaje a lo largo de tu trayectoria?

Creo que es aprender a tener mucho cuidado y ser más selectivo con las amistades y con la gente que dejas acercarse a tu vida. Es fundamental cuidar quiénes ocupan un lugar importante en tu camino.

Además, he aprendido a nunca rendirme, a seguir trabajando con perseverancia y, sobre todo, a no pisar ni traicionar a nadie en el proceso. Esos son los valores que me han acompañado y que considero esenciales después de todos estos años.

¿Cómo ha evolucionado tu concepto de éxito desde que comenzaste hasta hoy?

Mi concepto de éxito ha evolucionado muchísimo. Cuando uno es joven, con diecisiete o dieciocho años, ni siquiera piensa en ser famoso. Solo quiere tener un Lamborghini, conocer el mundo, tener muchas parejas… Todas esas metas y sueños típicos de la juventud.

Pero con el tiempo, lo que realmente quieres es una mujer leal, una compañera que nunca te traicione, que tenga valores, que sea íntegra, con amor y comprensión. Y si tienes la dicha de encontrar a esa persona, como me pasó a mí, quieres que sea la madre de tus hijos.

Ahora quiero tener hijos. Mi concepto de éxito es ser feliz, tener paz… Tengo una mujer maravillosa a mi lado, que me llena en todos los sentidos; no hay nada en ella que no me llene. Espero pronto poder llevarla a Cuba, caminar por las calles de La Habana, mostrarle mi tierra, mis raíces…

Así que ya esas cosas del dinero y ser millonario… El dinero es solo un instrumento que ayuda a ser feliz cuando lo compartes con las personas que amas y cuando puedes usarlo para ayudar a tu familia y al prójimo. Como dicen: “El que no nace para servir, no sirve para vivir”.

Adrian Di Monte. Foto: Victor Pila / Producción: Daniel Garibay.

¿Cómo describirías al Adrián Di Monte que no está frente a las cámaras, ese hombre detrás del artista?

Pues yo creo que un guajiro siempre será un guajiro, un guajiro natural, como decía el buen Polo: un guajiro campechano del Yabú, en las afueras de Santa Clara. Alguien que nunca dejará de ser un niño, que siempre se reirá con las ocurrencias de Elpidio Valdés, de Cortico, del General Resóplez… Esas cosas las llevo en el corazón.

Siempre seré ese guajirito que nunca soñó con ser actor ni con alcanzar algo de éxito, pero que hoy puede disfrutarlo con humildad y gratitud. Ese es el hombre detrás de las cámaras: un buen hijo que ama a su madre, un hermano que quiere profundamente a su hermana… y un esposo que ama con el alma a su esposa.

***

Con una vida marcada por los contrastes —del bohío al escenario, del monte a los foros de televisión, del anonimato al reconocimiento—, Adrián Di Monte llega a esta nueva etapa con la madurez de quien ha aprendido del éxito y del tropiezo, del aplauso y del silencio. En La Casa de los Famosos México, no solo quiere compartir sus valores, su historia y su cultura, sino también construir nuevas conexiones con el público, desde un lugar de autenticidad y respeto.

Así, con café cubano en la maleta, sazón en las manos y su alma llena de memorias del Yabú, Adrián se lanza a este desafío sin perder de vista lo que realmente importa: ser fiel a sí mismo. Y si algo ha demostrado a lo largo de su carrera, es que cuando un guajiro se propone algo, no hay cámara ni encierro que le impida brillar.

Etiquetas: actor cubanoactores cubanosPortada
Noticia anterior

Ex militar condenado por asesinato y canjeado por Venezuela queda libre al llegar a Estados Unidos

Siguiente noticia

La Guiteras vuelve a conectarse finalmente y dos unidades más deben hacerlo, según la UNE

Félix A. Correa Álvarez

Félix A. Correa Álvarez

Artículos Relacionados

Carlos Fernández. Foto: Cortesía del entrevistado.
Cine

Carlos Fernández, actor: crecer sin renunciar a ser uno mismo

por Félix A. Correa Álvarez
julio 23, 2025
0

...

Marino Luzardo y Raquel Mayedo. Foto: Jorge Luis Coll.
Televisión

“De tarde en casa”: dos décadas en el corazón de la familia cubana

por Abel Castillo Noriega
julio 21, 2025
17

...

Foto: Cortesía de Ernesto Pita.
Gente

Ernesto Pita: “Soy un cantautor de butaca, guitarra y voz”

por Brenda González
julio 15, 2025
0

...

El autor de "Cantos de Orishas" (2000) es un apasionado de la música coral desde su etapa estudiantil. Foto: AMD.
Cuba

Guido López-Gavilán. El verano de un patriarca

por Ángel Marqués Dolz
julio 14, 2025
0

...

Waldo Mendoza. Foto: Jorge Luis Coll.
Gente

Waldo Mendoza: “Todavía existen románticos, y estoy vivo por eso”

por Abel Castillo Noriega
julio 11, 2025
0

...

Ver Más
Siguiente noticia
La central termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas. Foto: Tomada del perfil de Facebook de José Miguel Solís / Archivo.

La Guiteras vuelve a conectarse finalmente y dos unidades más deben hacerlo, según la UNE

Maduro en un programa de TeleSUR, este jueves, en Caracas. Foto:  Palacio Miraflores/EFE.

Maduro confirma que Chevron recibió licencia para volver a operar en Venezuela

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • La central termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas. Foto: Tomada del perfil de Facebook de José Miguel Solís / Archivo.

    La Guiteras vuelve a conectarse finalmente y dos unidades más deben hacerlo, según la UNE

    606 compartido
    Comparte 242 Tweet 152
  • Crisis energética: la UNE promete la entrada de la Guiteras, aunque el déficit seguirá siendo alto

    766 compartido
    Comparte 306 Tweet 192
  • Silvio Rodríguez abrirá su gira latinoamericana con un concierto en la escalinata de la Universidad de La Habana

    332 compartido
    Comparte 133 Tweet 83
  • El dólar sube y el MLC baja, en nuevos movimientos en el mercado informal

    363 compartido
    Comparte 145 Tweet 91
  • Ixchel Casado, fundadora de El Parqueo: “Quisiera que La Puntilla siga siendo nuestra casa”

    186 compartido
    Comparte 74 Tweet 47

Más comentado

  • Marino Luzardo y Raquel Mayedo. Foto: Jorge Luis Coll.

    “De tarde en casa”: dos décadas en el corazón de la familia cubana

    39 compartido
    Comparte 16 Tweet 10
  • La Guiteras se vuelve a romper apenas un día después de su sincronización

    543 compartido
    Comparte 217 Tweet 136
  • Empresas mixtas en Cuba: promesas, realidades y distorsiones

    200 compartido
    Comparte 80 Tweet 50
  • Ministro: Impuestos a automóviles importados dejan fondos para la inversión en transporte público

    548 compartido
    Comparte 219 Tweet 137
  • “No es un costo, es una inversión”: La apuesta de Tulip Power por la energía solar portátil en Cuba

    693 compartido
    Comparte 277 Tweet 173

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}