La historia del cubano Adrián Medina es muy peculiar. Proveniente de una familia netamente deportiva, no pudo culminar su formación como atleta. Las circunstancias y una nueva profesión lo llevaron a la lejana Australia, donde no sabía si lograría vincularse al deporte nuevamente, ni qué desafíos inesperados le traería su contacto con una nueva disciplina: el baseball5.
Por su trayectoria, OnCuba quiso indagar en la vida de la persona que masificó este deporte en Australia. Un hombre que no ha perdido el amor por su país, y buscó incesantemente acercarse a él a través de la que se convirtió en su nueva pasión.
Adrián Medina, el cubanazo que vive en Australia hace más de veinte años, no ha perdido su esencia. Con la misma rapidez de las conexiones del baseball5 nos cuenta su historia.
¿Qué vínculos tuviste en Cuba con el deporte? ¿Provienes de una familia deportiva? ¿Lo practicaste en el alto rendimiento?
Vengo del sistema de alto rendimiento en Cuba. Empecé en la Pre-Eide en mi zona, Alamar, después la Eide, y seguidamente la Espa, en La Lisa.
Mi padre es el Dr. Luis Medina Montoya, a quien muchos conocen por su reconocida trayectoria dentro del atletismo cubano y su trabajo como dirigente, preparador técnico en Cuba, y fuera de la isla también. Mi madre, Leida Scull, fue atleta de alto rendimiento, en la modalidad de eventos múltiples. Y mi hermano, Ariel Medina, fue atleta del equipo nacional juvenil en salto largo.
Prácticamente crecí en el estadio Pedro Marrero y el Cerro Pelado, viendo entrenar y jugando a las grandes figuras del deporte cubano (atletas y entrenadores). Recuerdo muy bien una vez que estaba en el tabloncillo de voleibol recogiendo las pelotas atrás, y Mireya Luis atacó. La bola me dio en el pecho. Por suerte había atacado de atrás, y no le dio con su potencia adecuada. Me reí mucho.
Mi edificio en Alamar era el famoso “de los deportistas”. Allí vivían Pedro Medina (béisbol), Emilio Correa (boxeo), Emilio Herrera (boxeo), Imilsis Téllez (voleibol), Bárbaro Morgan (lucha), Erenia Díaz y Luis Felipe Calderón y prácticamente mis tíos postizos (voleibol), como decimos, además de Carmen Romero (atletismo).
Estaba rodeado de deporte por todos lados, así que ya te puedes imaginar cómo se ponían los juegos en el barrio con los hijos y familiares de atletas.
¿Por qué abandonas el deporte y cómo te vinculas al baile?
Como le sucede a muchos atletas alrededor del mundo, pasamos por decepciones. En realidad fui un deportista y estudiante muy disciplinado, pero existen cosas en la vida cuyos resultados están fuera de de nuestro control.
Agradezco toda la preparación deportiva que tuve durante todos esos años. A mis entrenadores, a mis compañeros de equipo, de aula y de otras disciplina, con quienes compartí muchos años en este gran proceso y sueño de ser atletas de alto rendimiento.
Siempre me gustaron la música y el baile. Después de dejar el deporte decidí entrar en el mundo de la danza. Tenía una novia en ese tiempo que era de la Escuela Nacional de Arte (Ena), y eso como que encendió la llama de perseguir el mundo artístico.
Además, tenía esa influencia en mi familia. Mi madre, al retirarse del deporte, debido a un accidente durante un entrenamiento, estuvo trabajando con la Agencia Cubana de Derecho de Autor Musical.
Mi tío, hermano menor de mi padre, Narciso Medina, es uno de los más reconocidos bailarines y coreógrafos en Cuba, y fue mi gran ejemplo dentro del mundo artístico.
Ya te puedes imaginar la confusión en mi cerebro. Voy con mi madre a su trabajo y tengo ante mí la más alta gama de músicos cubanos. Mi tío, que era un maestro de la danza cubana, percibe mi talento, y yo queriendo ir a las olimpíadas, como mi papá. En realidad, ganó mi tío Narciso.
¿Cuándo y cómo llegas a Australia?
La disciplina atlética me ayudó mucho a hacer el ajuste hacia la danza, también a cambiar mi forma física de atleta a bailarín. Trabajé duro, también tuve mucho apoyo y consejos de Narciso. Gracias a ese esfuerzo, bailé en muchos espectáculos danzarios, incluyendo la compañía de espectáculo más famosa y grande de Cuba: Tropicana.
Salí de Tropicana y audicioné en la compañía Havana Night, que se convirtió en la compañía de espectáculo más fuerte y famosa de Cuba. Empecé como primer bailarín. El resto es historia.
¿Por qué quedarse a vivir en un país tan lejano de Cuba?
Viajé mucho con la compañía. Tuve la dicha de conocer muchos países y sus culturas. En realidad, empecé a pensar qué pasaría si este sueño se acababa por lesión u otras cosas. A ese nivel de espectáculos, nosotros éramos otros atletas de alto rendimiento. Las exigencias en ensayos y espectáculos, en términos de preparación física, son enormes.
Mi primera opción fue siempre Suiza, hermoso país en todos los sentidos. Hasta que llegué a Australia, justamente en un contrato con la compañía durante los Juegos Olímpicos del 2000. Indirectamente vi mi sueño olímpico cumplido.
Australia tenía todo lo que yo buscaba. Era un lugar donde podía estar tranquilo, y darle a mi familia una mejor vida. Este país es bello, y las oportunidades de crecimiento personal y profesional son muchas.
¿Qué hiciste en Australia antes de dedicarte al baseball5?
Cuando llegué estaba vinculado a la danza, y lo sigo estando. Estudié Finanzas y me especialicé como analista de Finanzas criminales. Trabajé por mucho tiempo en este sector con los bancos más importantes del país. Me encantaba mi trabajo. Me sentía en ciertas ocasiones como en una película de Hollywood, la diferencia era que esta sí era real. El error cuesta.
¿Cómo llegas al baseball5 en Australia? ¿Lo practicaste de joven en Cuba?
Me enteré del baseball5 porque lo vi en el internet y enseguida llamé a la Federación Nacional para orientarme. Yo jugué la liga estatal de beisbol acá, que está debajo de la pro, me dieron el contacto del CEO de la federación de Nueva Gales del Sur. Por gran casualidad, justamente habíamos coincidido en un comercial de béisbol para Gatorade unos días antes, y así empezó todo.
Las memorias más lindas de mi infancia son de este deporte. Lo jugábamos en el barrio constantemente. Antes que sonara el timbre en la pre-Eide, cuando visitaba a mi familia en Guantánamo. jugaba todo el día, no por gusto la calidad de este deporte en esa provincia.
En la Eide, para qué decirte, también en la Espa. ¿Cómo controlas una escuela de alto rendimiento cuando no tienen nada que hacer? Con taco y cuatro esquinas.
Una vez como entrenador de baseball5 en Australia, ¿qué has hecho para masificar la disciplina?
Tuve la suerte también de tener todo el apoyo de mi federación estatal, de dejar volar mi imaginación, y de utilizar todos mis conocimientos de preparación deportiva. Mi primer enfoque fue el programa escolar, que el deporte se convirtiera en un programa de preferencia.
Segundo, crear un logo que hablara por sí mismo del deporte y que también tuviera un carácter comercial. Después fue el trabajo comunitario. También la inclusión de muchos de sus ejercicios dentro del trabajo de entrenamiento con jugadores de béisbol, con ejercicios de reacción y agilidad mental.
O sea, todo dio un giro de 360 grados. Empecé a aplicar todo lo que viví, incluyendo mi experiencia como artista. Los años enseñando baseball5 en inglés, y mejorando la metodología a la enseñanza en Australia (que es mucho menos emocional que la de Cuba), me ayudaron muchísimo.
Incluso has creado una modalidad de baseball5 para discapacitados, única en el mundo. Cuéntame sobre esta iniciativa.
Cuando me dieron la posición de Comisionado de baseball5 para la Federación Estatal empecé a estudiar todos sus proyectos de trabajo. Nada de esto existía a nivel nacional. Enseguida pensé en deportes practicados por personas con discapacidad y en la mejor opción para jugar en esta disciplina bajo esas condiciones: la sillas de ruedas.
Hice un estudio a fondo: terreno, reglas de juego, tipos de sillas, clínicas, pelota de juego. Un trabajo completo, y todo esto sentado yo también en la silla de ruedas. Empecé a trabajar. También usé este estudio en programas con niños con distintos tipos de discapacidad.
Hice un lanzamiento oficial de esta versión del baseball5 para niños con discapacidad el año pasado. Lo presenté a una persona dentro de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC, por sus siglas en inglés). Mi objetivo es empezar a trabajar esta modalidad a nivel internacional. Esta es una de las partes del memorándum que se firmó recientemente entre Cuba y Australia.
Australia no asistió por problemas organizativos a la primera Copa Mundial de baseball5 en México (2022), pero allá te fuiste a apoyar al equipo cubano. ¿Cómo fue el vínculo con ellos y el reencuentro con tu familia?
Fue muy lindo todo. Agradezco a Eros Bernal, jefe técnico del baseball5 en Cuba, y a toda la delegación por haberme acogido. Y también por permitirme ser parte de todo lo allí ocurrido, y compartir con los chicos algunos de mis conocimientos. Fue fenomenal. Fui uno más de la delegación cubana en la Copa Mundial de México.
Tuviste la posibilidad de participar como director del equipo Australia que debutó en la Copa Mundial Juvenil Ankara (2023). ¿Qué se siente representar a tu país adoptivo en un evento mundial?
Fue muy emocionante. El sueño de todo atleta es representar a su país en una competición internacional, sea cual sea. Por razones de la vida, nunca pensé que ese sueño se pudiera cumplir después de tantos años. Así que ya te puedes imaginar. Emoción doble y un agradecimiento a todos los que de una forma u otra me ayudaron desde niño a llegar hasta allí.
Incluso creaste un logo en Australia con tu silueta golpeando una pelota de baseball5. ¿Cómo surgió la idea?
Michael Jordan, MLB, NBA; son logos de siluetas de jugadores reales. Así siento yo el baseball5, porque es un deporte con una historia real. Si iba a buscar un logo, tenía que tener eso. Así que llamé a uno de mis mejores amigos, Cristian Irsola, que es fotógrafo, para que me hiciera unas sesiones de fotos y trabajamos duro en eso. Después presenté el proyecto a mi federación y lo terminamos.
Es un logo significativo, porque por un lado representa al deporte por parte de la federación estatal, y por otra como Street Ball, que representa a la comunidad, el cuatro esquinas, la pelota callejera que se juega en mi Cuba querida.
El logo ha tenido mucha aceptación no solamente acá, sino a nivel internacional. Jugadores y otras federaciones saben qué representa, y de dónde viene.
Cuba y Australia firmaron recientemente un Memorando de Entendimiento para colaborar en el béisbol, y sobre todo en el baseball5. ¿Cuánto influyó tu papel y el de Eros Bernal, jefe técnico de esta disciplina en Cuba, en la firma? ¿Cómo pudieran acercarse los dos países a través de este memorando en el baseball5?
Eros y yo venimos conversando y trabajando mucho en el desarrollo de este deporte desde hace tiempo. Es indiscutible el excelente trabajo que ha venido haciendo Eros con el baseball5 en Cuba, y a nivel internacional.
Acá en Australia yo soy la persona que más ha desarrollado este deporte. Los dos tenemos una visión muy parecida sobre el baseball5. Es lógico, no solo como cubanos, que ambos tengamos el interés de desarrollar este deporte al más alto nivel y colaborar en todos los sentidos (técnico-tácticos, tecnológico, competitivo, desarrollo).
¿Cuáles son los retos y sueños de Adrián Medina con el baseball5 en Australia?
A corto plazo, seguir con el desarrollo del deporte en este lindo país. Aunque parezca mentira, ya tengo 172 entrenadores con acreditaciones estatales de baseball5. El apetito está despertando.
Definitivamente, seguir teniendo la oportunidad de dirigir las selecciones nacionales. Es un gran orgullo. Quizás, algún día, dirigir la Comisión Nacional de baseball5, que todavía no se ha creado en Australia.
¿Por qué Adrian Medina usa como eslogan “Baseball5 is a lot more than a game” (Baseball5 es mucho más que un juego)?
Si te fijas, vengo usando ese eslogan desde que empecé con la federación. Mira la historia, y cómo jugamos este deporte desde niños, con los amigos del barrio, creciendo juntos, con nuestras alegrías y tristezas, pero juntos. Las historias vividas, los cuentos hechos, las maldades realizadas, las sonrisas y los llantos.
¿En qué se ha convertido este deporte? ¿Como está uniendo a comunidades alrededor del mundo e incluso en campos de refugiados? Este deporte nos está enseñando de nuevo a valorar nuestra parte más humana.
Mira el fútbol o el baloncesto; con solo una pelota lo cambiamos todo, lo olvidamos todo, lo compartimos todo. Es por eso que digo que ”Baseball5 is a lot more than a game”.