Si para algo ha servido el torneo sub-23 es para mostrar la calidad de un grupo de jóvenes que vienen pidiendo vía en el béisbol cubano. Sus buenas actuaciones deben consolidarlos como regulares en cada uno de sus equipos en la venidera Serie Nacional de Béisbol.
A pesar de los problemas de nuestra pelota en esas edades, al menos hay ciertas esperanzas por el talento de algunos deportistas jóvenes. Aunque no es para lanzar fuegos artificiales, repasemos algunos de los más destacados durante los primeros 28 juegos de la fase clasificatoria.
Al bate
La actuación de Cienfuegos ha sido loable. Ha tenido mucho en este resultado el camarero César Prieto. El sureño se cansó de batear el año pasado al terminar como líder de average en el campeonato nacional juvenil, en la Liga Elite Junior de Quebec, y por si fuera poco en el Campeonato Mundial Juvenil con astronómico 581. En este torneo sub 23 es colíder en hits con 42 y cuarto en bateo con 400. El tercer bate de los pequeños elefantes tiene madera para imponerse al máximo nivel.
De casta le viene al galgo: ese refrán define a Geyser Cepeda, primo del ilustre pelotero espirituano. El Cepeda menor también batea 400, es colíder en anotadas con 31, colíder en hits con 42, líder en triples con 6, y en total de bases recorridas con 62. Si los gallos tienen opciones de clasificación, se lo deben en gran medida al nuevo Cepeda.
El holguinero Noel González, hijo del mentor de los Cachorros, ha tenido una gran temporada. El muchacho que juega con la máscara es tercero en bateo con 408, cuarto en total de bases con 58 y segundo en hits con 40. Se ha ganado la titularidad en el equipo grande, y no por ser el hijo del director.
Si de poder se trata, los titulares se los lleva otro holguinero, Yasiel González, con siete jonrones, 38 hits y 61 bases recorridas. Otros jugadores con experiencia en series nacionales y que se han consagrado bate en mano han sido Andrés Hernández (de lo poco que se puede salvar en el equipo capitalino), el granmense Alexquemer Sánchez, los sureños Gabriel Suárez y Daniel Pérez así como el camagüeyano Leonel Moa.
Desde la lomita
El pinero Yainel Alberto Zayas se roba todos los titulares. No tiene la triple corona de pitcheo por una victoria. Es segundo en este departamento con cuatro, pero lidera la efectividad con un fabuloso 0,63 y los ponches con 49.
Los lanzadores de la Isla de la Juventud han mostrado mucho talento. Además de Zayas hombres como el abridor Jonathan Carbó y el relevista Raúl Guilarte mucho pudieran aportar a la causa de los piratas en la 58 SNB
Entre los relevistas destaca el granmense Carlos Santana que ha participado en diez de las victorias de su equipo con tres triunfos y siete salvamentos. Santana es quinto en promedio de carreras limpias con 1,38.
El experimentado cienfueguero Adrián Bueno ha sido la gran bujía desde el box para su equipo. Bueno ha lanzado como su nombre y está invicto con cinco triunfos y una efectividad de 1,50.
Otros con carretera al máximo nivel como el zurdo villaclareño Pedro Manuel Castillo, el capitalino Joel David Paula y el pinareño Branlis Rodríguez han mostrado su valía. Deben resultar lanzadores bien útiles para sus equipos en el campeonato para mayores.
Desde su inicio, la 5ta Serie Nacional sub-23 ha tenido bajas importantes. Varios peloteros jóvenes no están participando debido a contratos gestionados por la Federación Cubana de Béisbol; otros –como ya es habitual año tras año– decidieron buscar fortuna sin permiso de nadie. Y para rematar, algunos fueron convocados a la mal llamada Serie Especial, que sigue en caída libre como espectáculo.
Las ausencias lastran sobre todo a equipos llamados –por la calidad que podrían reunir en sus filas– a discutir el gallardete. Pero, más allá de las marcadas deficiencias que ha mostrado, muestra el talento de jugadores que tendrán protagonismo en un futuro cercano.
El baseball revolucionario cada día luce más frágil.Hoy los aficionados ponen en cuestión la doble moral del clan Mesa.Asi es el deporte revolucionario,una sarta de falsario.
espero verlos prontos en la MLB y sentirme orgulloso de esos muchachos…