Cuba finalizó en la octava posición del Mundial de pista cubierta en Nanjing, China, donde las triplistas Leyanis Pérez y Liadagmis Povea conquistaron las preseas de oro y plata, respectivamente. La reducida comitiva antillana, integrada también por Lázaro Martínez, quedó igualada con Francia y Nueva Zelanda en un medallero que comandó Estados Unidos por amplísimo margen.
Además de estos tres exponentes, Andy Díaz compitió en representación de Italia y escaló a lo más alto del podio con un espectacular brinco de 17.80 metros en el triple, lo mejor de la temporada en dicha especialidad. El habanero siguió tras los pasos de Yamilé Aldama, otra saltadora cubana que ganó un Mundial de pista cubierta bajo la bandera de Gran Bretaña.
Sumando todas estas coronas, son 22 los títulos conquistados por 15 atletas de la isla en estas lides. Solo con el botín (20 oros) de los que representaron a Cuba, nuestro país se ubica en la quinta plaza histórica, únicamente por detrás de Estados Unidos (125), Rusia (52), Etiopía (35) y Gran Bretaña (24).
El primer campeón
Todos los caminos conducen a Roma y, cuando se habla de atletismo cubano, por lo general es obligada la referencia a Javier Sotomayor. El hijo ilustre de Limonar abrió la senda dorada de la isla en Mundiales de pista cubierta durante la cita de Budapest 1989, en la que impuso récord de 2.43 metros, todavía vigente.
Su competencia en la capital húngara fue casi perfecta, pues solo cometió un fallo sobre 2.35 y superó el resto de las alturas al primer intento. Por detrás del yumurino se ubicaron el alemán Dietmar Mögenburg y el sueco Patrik Sjöberg, ambos con 2.35.
Esta fue el primero de los cuatro cetros que conquistó el “Príncipe de las alturas” en eventos del orbe bajo techo, pues también ganó en Toronto 1993 (2.41), Barcelona 1995 (2.38) y Maebashi 1999 (2.36). Además, logró una plata y bronce para un gran total de seis preseas, cifra que lo ubica como el atleta masculino con más preseas en Mundiales de pista cubierta, igualado con el corredor bahamés Chris Brown.
El imperio de Iván Pedroso
¿Hombres con al menos cinco títulos en Mundiales de atletismo bajo techo? Iván Pedroso Soler. Fin de la lista.
Aplastante fue el dominio del “Saltamontes” cubano en el salto largo entre las citas universales de Toronto 1993 y Lisboa 2001. En ese lapso, además, ganó el título olímpico de Sydney 2000 y sus cuatro coronas al aire libre.
Pedroso es el único que ha logrado cinco cetros seguidos en el evento de pista cubierta, un récord que es casi imposible de romper y muy difícil de igualar. Su historia dorada comenzó cuando solo tenía 20 años, en Toronto, donde dominó la prueba con estirón de 8.23.
Pero lo mejor vino en citas posteriores. En Barcelona 1995 y en París 1997, Pedroso impuso récord para la competencia con idénticos registros de 8.51. Esta marca caería en Maebashi 1999, con un espectacular brinco de 8.62. Y lo de espectacular no es solo por la marca, sino porque el cubano la logró en el último intento para superar al español Yago Lamela (8.56).
El ibérico de 22 años rompió el récord europeo del soviético Robert Emmiyan en la ronda final y parecía que lograría quebrar la racha de títulos consecutivos de Pedroso, pero el antillano sacó fuerzas para un estirón decisivo que se convirtió en la segunda mejor marca de todos los tiempos en el salto de longitud bajo techo, solo por detrás del 8.79 de Carl Lewis en 1984.
Ya con el cartel de leyenda colgado en el pecho hasta la eternidad, Pedroso sumó otro título mundial bajo techo en Lisboa 2001, una competencia mucho más tranquila en la que ganó con comodidad (8.43) por delante de Kareem Streete-Thompson (8.16), representante de Islas Caimán.
Vallas y saltos, el poderío inagotable
Entre Javier Sotomayor e Iván Pedroso sumaron la impresionante cantidad de nueve medallas de oro para Cuba en Mundiales bajo techo, pero el palmarés de la isla incluye otros diez títulos repartidos entre las vallas y los saltos, especialidades con una descomunal tradición.
El primero en hacer la cruz en las vallas fue Andrés Simón, velocista de alto calibre que muchos recuerdan por su participación en el relevo 4×100 que ganó un histórico bronce para Cuba en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Sin embargo, también destacó en solitario con su corona bajo techo en Budapest 1989, luego de rebajar dos veces el récord nacional de los 60 con vallas (6.54 segundos y 6.52).
En 1995, Aliuska López fue por el mismo camino que Simón en el Mundial de Barcelona, donde derrotó por partida doble a la kazaja Olga Shishigina, quien no había perdido ni una sola carrera en 1995. Sin embargo, la antillana impuso su ley en las semifinales y la final, en ambos casos con crono de 7.91 segundos.
Dos años más tarde, en París, el estelarísimo Anier García siguió sus pasos al desbancar por estrecho margen al británico Collin Jackson y al estadounidense Tony Dees. Anier fue el segundo que peor arrancó entre todos los finalistas, pero impuso un ritmo endemoniado en la carrera y remontó para colgarse el metal dorado con crono de 7.48. Tenía solo 21 abriles.
La otra historia dorada de los 60 con vallas tiene como protagonista a Dayron Robles, campeón mundial bajo techo en Doha 2010. En el Aspire Dome, el guantanamero fue el último que más tarde reaccionó en la final pero se recuperó y logró un excelente crono de 7.34 segundos para batir a los estelares estadounidenses Terrence Trammell y David Oliver.
Robles consiguió el segundo mejor registro de su carrera bajo techo (había hecho 7.33 en Dusseldorf en 2008) y el tercero de la historia en aquel momento, solo por detrás de Collin Jackson (7.30 en 1994).
En cuanto a los saltos, además de los mencionados Pedroso y Sotomayor, los otros que han escalado a la cima son los triplistas Joel García (1997), Yargelis Savigne (2008), Ernesto Revé (2014) y Lázaro Martínez (2022), el saltador de longitud Juan Miguel Echevarría (2018) y la pertiguista Yarisley Silva (2014).
De todas estas historias, llamativa es la de Yarisley, que terminó igualada con otras tres competidoras con 4.70 metros en la final de Sopot, Polonia, pero al sumar la menor cantidad de fallos pudo conquistar la corona. En tanto, el título ese mismo de Revé llegó de rebote, luego de que el ruso Lyukman Adams fuera suspendido por dopaje y perdiera todas sus medallas entre julio de 2012 y septiembre de 2014.
Por su parte, Juan Miguel Echevarría se convirtió en Birmingham 2018 en el campeón más joven (19 años, 6 meses y 19 días) de los Mundiales de pista cubierta en todas las competencias de campo. El agramontino dominó la longitud con salto de 8.46 metros, suficiente para desbancar al sudafricano Luvo Mayonga, subcampeón olímpico de Río de Janeiro 2016, y al estadounidense Marquis Dendy, monarca defensor de la lid bajo techo.
El pionero en esto de los triplistas ganadores fue Yoel García en 1997, cuando derrotó en la final a su compatriota Aliecer Urrutia, quien llegaba como favorito, pero una lesión le impidió competir en plena forma. También hicieron el 1-2 Lázaro Martínez y Pedro Pablo Pichardo (ya representando a Portugal) en Belgrado 2022.
Por último, Yargelis Savigne fue la reina de Valencia 2008. La triplista guantanamera había comenzado fuerte en la urbe española con registro de 14.89, pero enseguida la griega Hrysopiyí Devetzí se puso al frente con 14.93. Así la transcurrió competencia hasta que en el cuarto intento la helénica llegó a 15 metros exactos, una marca que la cubana nunca había alcanzado en lides bajo techo.
Con ese peso sobre sus hombros, Yargelis sacó a relucir su clase en un último intento brillante, en el que clavó los pinchos en 15.05 metros, récord cubano en competencias bajo techo. Arriesgué todo en el último salto”, aseguró Savigne, quien se convirtió en la primera mujer cubana con una corona en pruebas de campo en estos Mundiales.