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Thea Lafond entró en los libros de inmortales en 2024. La triplista se convirtió en la primera campeona en la historia de Dominica en Mundiales de pista cubierta y en Juegos Olímpicos. Como denominador común, en las citas de Glasgow y París, respectivamente, dejó con la miel en los labios a la cubana Leyanis Pérez, quien era la favorita de muchos especialistas para ganar ambos certámenes por su rendimiento en el resto de las competencias de la temporada.
La espina quedó enterrada en la memoria de la vueltabajera, quien finalmente cobró revancha este sábado en las lejanas tierras chinas. En el Nanjing Youth Olympic Sports Park, Leyanis se aisló de los miles de fanáticos, de sus rivales, de los detractores, de las miradas dubitativas, de absolutamente todo… Con el ímpetu y la potencia que la ha llevado a convertirse en una estrella mundial, prendió las turbinas y en un solo salto dictó sentencia.
Flying to the top of the
‘s Leyanis Pérez Hernández soars to a world-leading 14.93m to claim her first global title in the triple jump at the #WorldIndoorChamps pic.twitter.com/ht7AH9lajS
— World Athletics (@WorldAthletics) March 22, 2025
Justo en el arranque de la competencia puso las cartas sobre la mesa con un golpe atronador. Voló sobre la pista, pisó perfecto en la tabla y ejecutó los dos pasos y el vuelo con una fuerza descomunal para clavar los pinchos en 14.93 metros, registro puntero de la campaña y el segundo más notable para una triplista cubana en la historia de citas bajo techo.
Solo Yargelis Savigne con su 15.05 para ganar espectacularmente el Mundial de Valencia 2008 llegó más lejos que la pinareña, quien logró el difícil objetivo de superar su plata en la pasada cita del orbe en Glasgow. Hace menos de un mes, Leyanis tenía clara esa meta, a pesar de que no había conseguido grandes saltos en la presente campaña invernal.
“No es el momento de mejorar mis marcas. Hacer marcas personales en cualquier evento a mí no me da tranquilidad, porque lo importante es lograr esos registros en las principales competencias. Por eso quiero conseguirlo en el Mundial de Nanjing. Tengo un 14.90 que hice el año pasado en Glasgow y voy a buscar superarlo”, aseguró la vueltabajera a OnCuba a finales de febrero tras culminar un meeting en Madrid.
Después de ese diálogo, se refugió en Portugal, siguió entrenando y viajó a China, donde finalmente cumplió con su palabra. En Nanjing, se unió a un grupo de 11 triplistas que han logrado registros superiores a 14.90 en Mundiales bajo techo.
“Realmente no esperaba este resultado ni poder ganar con un solo salto de 14.93”, señaló a World Athletics la caribeña, quien vivió la competencia con suma tranquilidad, disfrutando el duelo de la pértiga entre el fenómeno sueco Armand Duplantis y el griego Emmanouil Karalis, que se desarrollaba justo al lado del triple.
Tras su primer intento, Leyanis cometió foul en la segunda y cuarta ronda, y renunció a saltar en la tercera y la sexta. Con un solo salto válido le bastó para asaltar la cima, por delante de la también cubana Liadagmis Povea, quien se colgó una meritoria medalla de plata con registro de 14.57, y de la española Ana Peleteiro, bronce con 14.29. En la cuarta posición finalizó Thea Lafond (14.18), muy distante de las marcas que le permitieron derrotar a Leyanis en 2024.

El 1-2 de las cubanas en Nanjing tiene un valor descomunal, pues solo una vez en la historia del triple en Mundiales de pista cubierta una dupla del mismo país había ocupado las dos primeras posiciones. Eso ocurrió en la cita de Moscú 2006, cuando las rusas Tatyana Lebedeva y Anna Pyatykh ganaron oro y plata, por ese orden.
Por otra parte, Leyanis se convirtió en la quinta mujer cubana con una corona en citas globales bajo techo, tras la vallista Aliuska López, las también triplistas Yargelis Savigne y Yamilé Aldama (representando a Gran Bretaña) y la pertiguista Yarisley Silva.
Enterrado el fantasma de París
La lluvia de París cayó como un plomo sobre Leyanis Pérez. En la final olímpica del triple, dio la sensación de que la vueltabajera saltó con un peso enorme sobre sus hombros y sus piernas y eso le impidió levantar el vuelo hasta el podio estival. “Fue demasiada la presión”, confesó a OnCuba su entrenador Ricardo Ponce, justo siete meses después de un episodio que le dejó un sabor muy amargo.
Tras confirmarse la lesión de la venezolana Yulimar Rojas y viendo la proyección de Leyanis, muchos dieron por hecho que la pinareña ganaría una medalla en la capital francesa y algunos, incluso, soñaron con la primera corona del triple salto cubano en la historia de las citas bajo los cinco aros. Sin embargo, ni una cosa ni otra…
La lluvia ahoga a Leyanis: el medallero de Cuba sigue en blanco
Leyanis terminó en la quinta posición, alejada de sus mejores marcas de la temporada, devastada, proyectando una imagen sombría, aunque tras la competencia intentó restarle importancia a lo sucedido: “No voy a llorar, no pasa nada, borré todo en la pista. Voy a seguir dando de qué hablar”, apuntó en París.
No obstante, el recuerdo de la derrota suele atormentar a los atletas en silencio y deben aprender a lidiar con eso. La pinareña, consciente de su juventud (23 años) y su potencial, ha sanado poco a poco y ha utilizado el tiempo para prepararse y dar una nueva estocada.
“Estar en unos Juegos Olímpicos es lo máximo, por eso digo que fue una experiencia bonita, aunque no terminó como quería. Pero lo asimilé de la mejor manera. Yo digo que cuando Dios no quiere no hay santo que ruegue, entonces, lo veo como algo normal, algo que le puede pasar a cualquier deportista. Estuve ahí, no salió, siempre di el extra y estoy contenta por eso y por haber tenido una gran secuencia”, me confesó hace algunas semanas en Madrid.
“A los fanáticos, no se preocupen, yo no estoy preocupada y voy a salir a dar el extra en cada competencia”, añadió. Justo con esa frase me dio la impresión de que no había perdido un ápice la confianza en sus habilidades, lo cual es fundamental para una atleta, sobre todo cuando encuentra obstáculos en el camino.

La victoria en Nanjing refuerza su figura y la consolida en la élite de cara a los exámenes que vienen, en particular el Mundial al aire libre de Tokio, que se celebrará en septiembre próximo. “Estuve en Japón para los Juegos Olímpicos de 2021, pero no pude competir por una contractura. Si se me da de nuevo la oportunidad voy a salir aprovecharla”, aseguró a OnCuba respecto a ese evento que aparece en el horizonte.
Su otro gran reto, los 15 metros, espera poder alcanzarlos en 2025: “Creo que pronto podré saltar 15 metros, quizás este verano, pero no estoy preocupada por esa barrera. Mi entrenador siempre me insiste en no buscar una marca, en no obsesionarse. Lo fundamental es hacer bien los elementos técnicos y a partir de ahí vendrán los grandes registros. Cuantas más rivales haya, mejor para lograr mejores resultados. De hecho, algunas de mis mejores actuaciones fueron cuando Yulimar (Rojas) también competía. Pero pronto regresará (tras su lesión) con esa emoción que siempre trae consigo”.