La cabeza de Yovani Aragón ha sido la primera en rodar tras el escandaloso sexto lugar del béisbol cubano en los Juegos Panamericanos de Lima.
El espirituano, otrora destacado lanzador de los clásicos domésticos y de las escuadras de la Isla, fue “liberado” este martes del cargo de Director Nacional de Béisbol, el cual ocupará ahora Ernesto Reynoso Piñeiro, cuadro político con poca experiencia conocida en el mundillo deportivo, más allá de su título como Licenciado en Cultura Física.
Según confirman diversas fuentes, Aragón intentó evitar la guillotina y formuló su renuncia tras la debacle peruana, pero a la postre fue sentenciado por el INDER, urgido de apuntar y sentenciar a alguien con el dedo por tamaña herida en el orgullo nacional.
Culmina así una etapa de dos años y ocho meses en el puesto para el antes director de los Gallos de Sancti Spíritus, quien comenzó con la categoría de interino en enero del 2017 tras la destitución de Heriberto Suárez. Dicho cartel creo que nunca lo perdió, al menos no de manera oficial, pero eso ahora da lo mismo. Al final es otro directivo más que termina en la silla eléctrica del béisbol cubano.
Bajo su mandato, no mejoraron ni la Serie Nacional, ni los torneos de categorías inferiores, ni la captación de talentos, ni las condiciones de la base y tampoco los resultados internacionales, aunque no podemos culparlo por todas estas lagunas.
Aragón solo recogió los frutos de las nefastas gestiones de los últimos 15 años y, si intentó corregir algunos aspectos y apostar por una revolución en el universo beisbolero, seguramente chocó con las trabas, muros, incomprensiones y esquemas obsoletos de los “de arriba”.
Su sustituto, Ernesto Reynoso Piñeiro, probablemente esté destinado al mismo final, pues hasta ahora no han llegado pistas claras de un giro importante de timón en cuanto a la mentalidad y las formas de regir el pasatiempo nacional. Sin autonomía para tomar decisiones importantes y que generen un verdadero cambio, le será imposible revitalizar el deporte.
Con todo el respeto que merece Reynoso –quien por más de 20 años ha desarrollado su carrera como cuadro político del Partido Comunista de Cuba (PCC)–, y a riesgo de pecar de pesimista, el nuevo período de gestión nace en las sombras que ya cubren a nuestra pelota y no despierta un sentimiento esperanzador.
Al margen de su formación académica y su “experiencia en labores docentes y de dirección” –según reseña la nota oficial–, no es una figura de la casa y no se le conoce una trayectoria vinculada al béisbol o al deporte de alto rendimiento, y eso tiende a chocar con los peloteros (tenemos viva todavía la experiencia de Heriberto).
El anterior cargo (2013-2019) de Reynoso fue el de Primer Secretario del PCC municipio especial Isla de la Juventud, donde vivió la fiebre del histórico subcampeonato de los Piratas en 2015. Sus días en este puesto terminaron en junio último, cuando fue liberado en un Pleno Extraordinario.
De su pasado, algunos ya han buscado la manera de sacar a la luz, con pinzas, dos pequeñas referencias que lo vinculan con el deporte. La primera es que siempre estuvo al tanto de los Piratas de la Isla, y la segunda es que le gusta la pelota. Pero ninguna de las dos son elementos de peso que sustenten su reciente nombramiento.
Cuando eres dirigente de un territorio, mostrar interés y ocuparse de un equipo provincial no es una virtud, sino una obligación. Por otra parte, bajo el solo argumento del gusto por la pelota, millones de cubanos hacen cola para ser también comisionados.
¿Qué cambios va a generar el cambio?
La “promoción” de Reynoso, probablemente conduzca a cambios estructurales a corto plazo en la selección nacional, sobre todo por el tema del director del equipo Cuba rumbo al Premier 12, evento clasificatorio a los Juegos Olímpicos que está a la vuelta de la esquina.
Múltiples sectores de la fanaticada reclaman la renuncia o destitución de Rey Vicente Anglada y la designación de un nuevo mentor, aunque, en honor a la verdad, dicha movida no representaría un cambio radical en nuestras posibilidades, pues ni el manager capitalino ni ningún otro director son culpables de los descalabros recientes y mucho menos tienen en sus manos las fórmulas para corregir el rumbo.
A mi juicio, sustituir a Anglada solo generaría más caos, pero esta es una de las medidas que se encuentra en el rango de acción del nuevo jefe de los diamantes cubanos, quien, a priori, no tendría libertad para maniobrar un poco más allá y apostar por la convocatoria de peloteros contratados en circuitos profesionales sin vínculos con la Federación Cubana ni con Estados Unidos.
Pero, al margen de estos asuntos puntuales, lo verdaderamente trascendente es pensar si la irrupción de Reynoso producirá un cambio en el futuro del béisbol cubano, como bien cuestionó el analista Francys Romero poco después de conocer la noticia.
¿Sabe realmente Reynoso de béisbol? ¿Tiene un plan para frenar el éxodo de peloteros? ¿Conoce las tendencias modernas de un deporte que evoluciona mucho más rápido de lo que imaginamos? ¿Está al tanto del impacto de la sabermetría y de lo atrasados que estamos en la materia?
¿Entiende la necesidad imperante de realizar una transición rápida hacia una nueva estructura que acoteje nuestro calendario al de los principales circuitos profesionales? ¿Defenderá la profesionalización absoluta –con todo lo que ello implica– de nuestra principal liga? ¿Promoverá una nueva política de escalas salariales en los campeonatos cubanos para acabar de una buena vez con el absurdo igualitarismo?
¿Podrá salir de la nada y convertirse en un dirigente líder para los jugadores que todavía quedan en la Isla?
Todas esas son interrogantes que no me atrevo a responder afirmativamente. Me cuesta creer que alguien moldeado como cuadro político bajo los cánones del PCC, vaya a ejercer de figura revolucionaria para modificar lo dictado en épocas pasadas, justamente, bajo los mismos cánones partidistas.
Me cuesta creer que alguien dedicado en los últimos 20 años a labores de dirección haya tenido tiempo, no para ver uno, dos o veinte juegos, sino para estudiar y ponerse al día sobre los conceptos que hoy marcan los destinos del deporte de las bolas y los strikes.
Me cuesta creer que alguien con su procedencia y formación –y con independencia de todas las virtudes que pueda tener–, logre meterse en el bolsillo a los jugadores, quienes siempre han mostrado su preferencia por un dirigente que provenga del béisbol, alguien que haya sudado la camiseta en los diamantes, alguien que conozca de primera mano sus carencias, necesidades y urgencias.
Me cuesta creer que un simple cambio de rostro vaya a cambiar el decadente ritmo de pulsaciones de nuestro béisbol, que, en el fondo, lo que necesita es renovar su alma y espíritu.
Si realmente tiene un plan para evitar el exodo de peloteros, por favor hay que proponerlo para presidente del país, pues ese problema no afecta solo a la pelota, sino a la existencia propia del país
Esas son las consecuencias de la mediocridad en el poder, como decía Gorbachov. El beisbol se cae a pedazos y se traen un infeliz con carnet rojo. ¿Que va a hacer? ¿Una reunion del núcleo después del séptimo inning?
recuerdo una mesa redonda donde higinio vélez dijo que un manager era un cuadro, eso no se me olvida nunca… por supuesto que todos merecemos el beneficio de la duda pero la lógica indica que hay algunos más aptos aparentemente que otros para cumplir determinadas funciones… el beisbol en cuba siempre se ha visto muy politizado y eso lo ha afectado a todos los niveles… quizás la justificación para designar un cuadro partidista sea que aragón fue pelotero y la cosa no fue bien, pero la solución no es traer a un ajeno al tema, sea cuadro del partido o sea veterinario… la pelota en cuba tiene que dirigirla alguien que haya pasado su vida estrechamente vinculada a ella, miren qué bien y con qué transparencia se está manejando el atletismo desde que yipsy es la comisionada nacional…
Mas de lo mismo,yo no se porque habiendo personas preparadas dentro del beisbol se traen un satelite que posiblemente no haya pasado de jugar alguna que otra vez pitenes de universidad,pero nunca como un beisbolista consagrado,ahi esta Rogelio Garcia,Frangel reynaldo y otros que estuvieron,se movieron en terrenos de beisbol,entonces se bajan con esto,y el colmo es que querian mostrar a la MLB,OFAC,etc que la CNB y la FCB son ONG,y meten un cuadro partidista,que barbaros,se sigue navegando a trancos y al pairo,lo mas jodio es que no es solo en el beisbol,este periodo no se como se llamara,pero que pinta a las mismas condiciones que el anterior que nada tuvo de especial eso no lo dude nadie. todos los problemas del mundo son economicos y despues todo lo demas,la pelota cubana sigue formando parte del mundo y sus problemas van por ese carril,si este sr se gana la loto o tiene acciones en la bolsa entonces puede que apueste por su gestion.
Señores, el compañero es Licenciado en Cultura Física. A quien van a poner, a un pelotero? Podría ser, pero hay que ver cual tiene de verdad las condiciones y la experiencia en dirigir
Me pregunto, Jorge Fuentes no está en Cuba?, está demente?, retirado? o no quiere dirigir nada? porque me parece que ese es el cerebro más poderoso que queda en Cuba para dirigir el béisbol nacional
El comentario de YERANDY me parece “demencial”. Nadie en sus cabales dice semejante estupidez.