Desde este lunes, el béisbol cubano tendrá otra gran batalla en los Juegos Panamericanos Lima 2019. El objetivo del equipo, reafirmado por su equipo de dirección, sus jugadores y las autoridades beisboleras de la Isla, es conseguir el título, algo que ha resultado esquivo desde Río de Janeiro 2007.
Para logralo, la Dirección Nacional de este deporte le echó mano al experimentado Rey Vicente Anglada, el mánager que conquistó aquel último oro panamericano. Además, trazó una ruta crítica que contó con entrenamiento de altura, y topes de confrontación en México, frente equipos de la liga Can Am, los universitarios de EE.UU., y la selección nacional de Nicaragua, aunque el saldo final del periplo no resultó el esperado y encendió las alarmas de especialistas y aficionados.
No obstante, Cuba se reforzó de cara a Lima, adonde lleva lo mejor que tiene ahora mismo en su arsenal, salvo los casos de Alfredo Despaigne, cuyo contrato en Japón no incluye la liberación para la cita Lima, y el novel Oscar Luis Colás, también por tierras niponas.
En total, el equipo cubano cuenta con ocho peloteros contratados fuera de la Isla, liderados por Yurisbel Gracial, Raidel Martínez y Liván Moinelo, quiénes juegan en el país del Sol naciente, así como el jardinero granmense Roel Santos, en el béisbol mexicano.
Toda la carne está puesta en el azador, aunque el camino al título se presume empinado y no podrá haber margen de error si se desea reconquistar la corona.
Ruta a la cima
La selección antillana debuta este lunes ante Colombia con Lázaro Blanco en la lomita. Este partido será clave en sus aspiraciones, porque prácticamente asegura el pase a la siguiente fase y Cuba irá con su principal carta de triunfo.
Los cafeteros han sido rivales complicados en los últimos torneos, pero en terreno neutral pudieran no mostrar el mismo empuje que lucieron en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla. Por ello y por la presencia de Blanco, apuesto por los cubanos, aunque al granmense habrá que responderle al bate.
El segundo juego será ante Canadá, principal rival de la llave y campeón en las ediciones de Guadalajara 2011 y Toronto 2015. Casi todas las selecciones norteñas presentan gran cantidad de bateadores zurdos, por lo que Yoanny Yera, otro legionario que se desempeña precisamente en suelo canadiense, sería el presumible abridor en este duelo. Al matancero le tocaría hacer de Adiel Palma, inmenso siempre en eventos internacionales ante los de la hoja de maple.
La tercera salida será el miércoles 31 de julio contra Argentina, un equipo presumiblemente menor al que Cuba debe arrollar con Fredy Asiel Álvarez en el box. Debe ser un partido de puro trámite porque los dos enfrentamientos anteriores marcarán el destino de nuestro equipo en la competencia.
Las dos primeras selecciones clasifican a la Súper Ronda, y arrastran el resultado entre ellas. Llegar a esta instancia con una derrota disminuiría considerablemente las opciones de acceder a la final, por lo que resultan vitales los partidos ante Colombia y Canadá.
De llegar a allí, como esperamos, quedarían los juegos ante los dos clasificados del otro grupo los días 2 y 3 de agosto. Los elencos de Puerto Rico, República Dominicana y Nicaragua pugnarán por los dos cupos del otro apartado. Por historia, los dos primeros llevan la ventaja, pero los nicaragüenses llegarán motivados por su éxito en el tope frente a Cuba.
Tras estos partidos, el 4 de agosto los dos equipos que presenten mejor balance de ganados y perdidos discutirán el título panamericano. No llegar a ese partido sería una mala actuación para el béisbol cubano, y provocaría repensar la estrategia rumbo al Premier 12 del próximo noviembre y la clasificación de Tokio. No hay dudas de que una derrota en Lima sería otra estocada bien dolorosa para el alicaído deporte nacional.
Fortalezas y debilidades
Lo mejor de este equipo cubano es su bullpen, con seguros de vida en los finales de los partidos como Liván Moinelo y Raidel Martínez. Si Cuba llega con ventaja a los innings finales tiene muchas posibilidades de victoria porque cuenta con un preparador y un cerrador especializados, que actúan con buenos resultados en la segunda mejor liga del mundo.
La polivalencia como relevistas de Vladimir García y Frank Luis Medina también brinda muchas opciones, aunque el diestro avileño llegó con números mediocres de la liga Can Am, y varios especialistas apuntan a una elección injusta en detrimento de otro lanzador joven tipo Yariel Rodríguez.
Yudiel Rodríguez (situacional ante bateadores zurdos), Wilson Paredes y Pedro Álvarez (relevistas intermedios) debutan a este nivel, pero estuvieron bien en sus respectivas funciones. Parece entonces que el pitcheo no será un dolor de cabeza.
Otro aspecto positivo es la velocidad en función de la ofensiva. El line up contará con hombres rápidos en bases como Roel Santos y el novel César Prieto. Si Yuniesqui Larduet entra en la alineación regular serán tres jugadores con muchas opciones a la hora de hacer jugadas.
La efectividad plasmada en 16 bases robadas de 19 intentos, durante el recorrido por la Liga Can Am, demuestra que esta será un arma que utilizará el manager cubano.
La principal debilidad, en cambio, radica en la ofensiva que es la gran incógnita del grupo. Gracial, Roel y Stayler Hernández, que llegan de otras ligas, deberán tirar del carro con Yordanis Samón y Yosvani Alarcón como mejores guardaespaldas. Raúl González puede ser otro protagonista con el madero. No obstante, las dudas no son infundadas por lo visto en los últimos torneos y el periplo de preparación.
El matancero Gracial llega con una gran aureola debido a su excelente temporada con los Halcones de Softbank. Pero, ¿podrá estar a la altura de la responsabilidad ofensiva que tendrá en el conjunto?
El pobre promedio de 163 en el tope contra Nicaragua dejó muy mal parado a un grupo de bateadores que tendrá que calentar sus bates en el frío ambiente panamericano.
¿Responderá la ofensiva antillana? ¿Podrá reconquistar Cuba el título panamericano doce años después o decepcionará nuevamente el béisbol cubano? Estas son las preguntas que comenzarán a responderse desde hoy.
Rey Vicente Anglada es un director ganador, y puede recuperar la corona que el mismo alcanzó en tierras cariocas. Toda Cuba estará pendiente de lo que ocurrirá en los diamantes de Lima. Para muchos, esa es la medalla que no puede faltar.
¿Ponche o jonrón? He ahí el gran dilema.