Camagüey no está viviendo un sueño. No, para nada. Aunque muchos estén en las nubes, aunque muchos todavía no lo puedan creer, los Toros de la Llanura son los primeros finalistas de la 59 Serie Nacional de Béisbol luego de barrer (3-0) a Industriales en un cerradísimo mano a mano en semifinales.
La luz larga de “El Jerarca” Miguel Borroto en la conducción de la nave, la oportunidad de una artillería que no perdonó a la hora cero y el certero trabajo del cuerpo de pitcheo más talentoso del país, fueron las claves que dieron a los agramontinos tres éxitos de infarto sobre los Leones.
Los Toros primero silenciaron las atestadas tribunas del Latinoamericano, que no es un premio minúsculo a juzgar por las exigencias del escenario. Y para rematar, regalaron un triunfo memorable a sus parciales en el parque Cándido González, repleto en las gradas y rodeado por un mar de fanáticos sedientos de victoria.
Cada choque fue un enigma, suspensos de largo aliento que siempre encontraron desenlace en los tercios conclusivos. En esas instancias, los agramontinos demostraron mucho tino y sangre fría para manejar las tensiones y salir airosos con batazos y outs claves.
Ya lo dijo Miguel Borroto al término del match: “Industriales pudo ganar los tres juegos”. Esa frase ilustra a la perfección qué tan cerrado resultó el duelo, en el cual los Azules quedaron siempre en la orilla y perdieron los tres choques por margen de dos carreras o menos (9-8, 7-5 y 3-2).
En el pleito del adiós, por ejemplo, la novena de Rey Vicente Anglada se mantuvo delante en la pizarra durante dos tercios, pero en el séptimo episodio vieron esfumarse su renta. El refuerzo indómito Santiago Torres, quien durante todo el año ha castigado a los Leones, volvió a ser verdugo con un jit que empató el partido y un robo de bases para la historia.
Después, el santiaguero anotó desde la intermedia con el batazo más importante de la noche, un doble de Yorbis Borroto que hizo realidad la remontada y sentenció definitivamente a los capitalinos.
La otra carta de la baraja que también influyó muchísimo en los destinos del juego fue el pitcheo de Yariel Rodríguez, quien dio pruebas definitivas del poderoso arsenal que lo llevará en este 2020 hasta el béisbol profesional japonés.
Yariel Rodríguez fue uno de los héroes en la última victoria de los agramontinos sobre Industriales. Foto: Leandro A. Pérez.Presumiendo de velocidad y fuerza, el diestro agramontino salió airoso en un estelar duelo contra el prometedor Bryan Chi. Yariel caminó seguro, con rectas de 94 millas a la altura del octavo episodio, cuando ya archivaba más de 100 lanzamientos. De rescatarlo se encargó Lázaro Blanco y Alexander Ayala, autor de un fildeo notable en la antesala que selló el partido y la serie.
“Yariel tiene una constitución física muy fuerte. Al final mantuvo su rango de velocidad estable, pero decidimos traer a Lázaro Blanco en el noveno porque no queríamos un mañana, queríamos ganar hoy”, sentenció Borroto en medio de las celebraciones.
El mentor agramontino presumió de pitcheo y no se guardó ninguna pieza, de hecho, por momentos dio la impresión de manejar a lo loco un staff plagado de brazos de calidad. Sin embargo, sus apuestas le dieron resultado y siempre encontró al hombre indicado para dejar a los Leones a las puertas de remontadas que nunca concretaron.
Para Industriales, el match fue el clásico querer y no poder. Los Azules presionaron a los Toros, mantuvieron los juegos pegados, a veces empataron, a veces tomaron ventajas mínimas, pero a la postre no lograron dar la estocada decisiva.
Su paño de lágrimas durante toda la temporada, el cerrador Andy Rodríguez, no se comportó como el enigmático tirador que había golpeado a los agramontinos y al resto de los equipos en la campaña regular. Al final, el diestro de Guanabacoa, pieza clave en la mitad de las victorias de Industriales, ahora perdió dos de los tres partidos semifinales.
Por otra parte, la ofensiva de los Leones falló en turnos importantes con corredores en circulación, aunque es válido reconocer que la defensiva camagüeyana realizó un trabajo notable por detrás de sus lanzadores, lo cual terminó por hundir a la artillería capitalina.
De esta forma, los Toros enterraron de un plumazo las nueve victorias en 12 salidas de los Azules en la campaña regular, algo similar a lo que los mismos industrialistas hicieron en su último campeonato, hace una década, cuando liquidaron a los Gallos espirituanos en la postemporada luego de perder los seis desafíos de la clasificatoria.
Los agramontinos, que no ganan un campeonato desde el éxito de Ganaderos en 1976, esperan en la final por el vencedor de la serie entre los Leñadores de Las Tunas y los Cocodrilos de Matanzas, que marcha con ventaja de 2-1 para los occidentales. Curiosamente, la última vez que Camagüey llegó a una definición de la corona fue contra los Henequeneros yumurinos, por lo que podría reeditarse el duelo decisivo de la temporada 1990-1991.
Han pasado 29 años desde aquella batalla, ganada por los matanceros en cinco partidos, con victoria final de Carlos Mesa en el Cándido González. Desde entonces, los agramontinos nunca más han disputado un título nacional, por lo que ahora, tienen ante sí una oportunidad dorada.
Comentario apologetico del “triunfo agramontino”.
Solo falto describir las carencias y baja calidad del desempeño arbitral en los partidos entre ambas selecciones, el poco y/o inexistente papel de la FCB, DNB de la SN 59 en esta serie de play off q empañaron el desenvolvimiento elegante de este importate espectaculo cultural y deportivo del pais.
La malisma decision de no volver a los siete juegos en los partidos semifinales luego de el emplazamiento de CBPC ante la no comprecencia del equipo triunfador de nuestra serie nacional numero 59, desafortunadamente nos estamos devaluando y descapitalizando nosotros mismos, es una verdadera pena q ocurran estas cosas en un pais con tanta gente bien preparada y capacitada para dirigir, encauzar, y revitalizar el deporte NACIONAL.
Ahora q esta Serie habia despertado una de las rivalidades mas interesante y reales del ultimo lustro, entre la aficion nacional por la combatividad y garra con q se ha jugado en las dos partes iniciales de la misma, devolviendo al beisbol el espacio q el futbol le habia quitado en los ultimos tiempos.
Lo hecho hecho esta, y ahora a esperar la cosecha de los q hemos sembrado en esta temporada invernal.
Felicidades!