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Si la sexta edición del Clásico Mundial de Béisbol comenzara mañana, Cuba no estaría entre los participantes. Pese a jugar en todos los torneos anteriores, ser subcampeón de 2006, semifinalista de 2023 y, por ende, una de las novenas que aseguró en el terreno y por derecho propio su boleto a la versión de 2026, la isla no figuraría entre los países que escuchen la voz de ¡Play Ball! en marzo de 2026.
La razón de esta potencial ausencia, por desgracia, no tendría que ver con ningún asunto deportivo, sino con cuestiones y tensiones políticas que, desde una y otra orilla, han afectado los destinos del universo atlético caribeño.
“Los organizadores del evento han manifestado que, pese a solicitarla con suficiente tiempo de antelación, no tienen la aprobación del gobierno de EE.UU. que posibilita la participación de Cuba”, precisó la Federación Cubana de Béisbol (FCBS) en un comunicado emitido este viernes en la noche.
FCBS protesta trato hacia el Clásico Mundial
Los organizadores aún no recibieron la aprobación del gobierno de EE.UU. que posibilita la participación de Cuba en ese evento. #Beisbol #BeisbolCubanohttps://t.co/8SN9qg3iCB pic.twitter.com/Wkr9fn7r8m— JIT Deporte Cubano (@jit_digital) September 6, 2025
“Nuestro país ha sido víctima de un trato injusto, desigual y políticamente motivado, lo cual es incompatible con los principios de respeto, equidad y transparencia que deben regir cualquier competencia internacional. Cuba no pide privilegios. Los peloteros cubanos ganaron, en el terreno, su derecho a participar en el VI Clásico Mundial de Beisbol”, añadió la nota de protesta de la FCBS.
Hasta el momento, MLB no ha extendido la invitación oficial a Cuba para competir en el principal evento internacional de las bolas y los strikes, dejando fuera a la isla del proceso de entrega de las nóminas preliminares de 50 jugadores, cuya fecha límite fue el pasado lunes 1 de septiembre.
Esto, válido aclararlo, no es responsabilidad de Grandes Ligas, entidad que ha apostado abiertamente por la integración y siempre ha mostrado interés por mantener vínculos con Cuba en el ámbito deportivo. Las evidencias son potentes: dos franquicias de MLB visitaron La Habana en los últimos 26 años y en 2018 se firmó un acuerdo que regularizaba el flujo de peloteros antillanos rumbo a Estados Unidos, posteriormente cancelado por la administración de Donald Trump.
En el caso actual, las Ligas Mayores han cumplido en tiempo y forma con los mecanismos establecidos para obtener la autorización de Cuba, que requiere una licencia especial de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). Sin esta aprobación, por mucha disposición y buena voluntad que tenga MLB, está atada de pies y manos y no puede tramitar la participación antillana en el torneo.
Un camino conocido
“La FCBS denuncia la aplicación de una política discriminatoria contra los peloteros cubanos. Las regulaciones de EE.UU. que impiden la asistencia de nuestros atletas en dicho evento son contrarias al espíritu deportivo. Todo el proceso se ha caracterizado por una dilación injustificada que genera incertidumbres y afecta el proceso técnico de conformación de nuestra nómina”.
De esta forma, las autoridades beisboleras cubanas protestaron por la situación actual que vive la isla en relación al sexto Clásico Mundial. En este momento, la Federación afronta el panorama con recelo, preocupación y sin garantías de que vaya a cambiar el curso de los acontecimientos a corto plazo.
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Sin embargo, no es este un escenario desconocido. Hace tres años, meses antes del quinto Clásico Mundial, MLB tampoco recibió en tiempo la licencia de la OFAC para la participación caribeña. Esa autorización se emitió en diciembre de 2022, mucho después de que el resto de los equipos entregara sus nóminas preliminares.
Por tal motivo, Cuba tuvo que seguir una hoja de ruta distinta, moviéndose en otros plazos, hasta que finalmente todo se resolvió y compitieron. No quiere decir esto que la dilación y el tratamiento diferenciado sean una práctica correcta, como tampoco se puede garantizar ahora que se repita el “final feliz” de la historia, porque ni los actores ni las circunstancias políticas en Estados Unidos son las mismas de 2022.
La licencia de la OFAC es solo el primer paso
Independientemente de que MLB obtenga la licencia de la OFAC para la participación cubana en el sexto Clásico Mundial de Béisbol, este sería solo el primero de varios trámites burocráticos que deben superarse para concretar la presencia de la isla en el evento.
Posteriormente, vendría el estudio de la nómina antillana, con la consiguiente expedición de licencias individuales a peloteros que residan en Estados Unidos y estén entre los candidatos para representar a Cuba. Además, serían necesarios los permisos correspondientes de las organizaciones de Grandes Ligas para “liberar” a sus jugadores que hayan aceptado la convocatoria antillana.
Este, hasta ahora, ha sido proceso más expedito y no tan polémico a cargo de MLB, pero no se puede descartar que haya sorpresas y nuevos inconvenientes en el camino.

Una vez definido el roster llegaría entonces la solicitud de visados, que para el venidero Clásico será, con casi total seguridad, un tema de discordia. Cuba está anclada en el grupo A del evento junto a Puerto Rico, Canadá, Panamá y Colombia, con quienes competirá en el mítico parque Hiram Bithorn de San Juan, la capital boricua.
Esto significa que, desde la primera fase, tendrán que solicitar visas a Estados Unidos, algo que no había ocurrido en las últimas cuatro ediciones. En 2009, Cuba comenzó su caminó en México y después, en 2013, 2017 y 2023, siempre había iniciado en Asia. Ahora el panorama ha cambiado…
Si bien, en el caso del Clásico se han obtenido siempre las visas para jugar en Estados Unidos, los antecedentes más recientes de negativas a deportistas no invitan al optimismo.
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En julio pasado, por ejemplo, las autoridades estadounidenses negaron el visado a los siete miembros del colectivo técnico del equipo cubano que debía participar en el torneo clasificatorio a la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas de Softbol femenino, categoría 9-10 años, con sede en Puerto Rico.
Unos días antes, a finales de junio, el plantel de voleibol femenino de la isla que intervendría en el Final Four de Norceca en Puerto Rico tampoco recibió los visados. Solo en 2025, ya son varias las delegaciones caribeñas que se han visto afectadas por el mismo asunto:
* La representación al Campeonato Mundial de Atletismo Máster Bajo Techo, disputado en Gainesville, Florida.
* El equipo masculino de baloncesto, eliminado de la Fiba AmeriCup, al no poder jugar el último partido clasificatorio programado en Puerto Rico.
* La selección de béisbol que participaría en la Copa Antillana que se celebró en la localidad boricua de Aguadilla.
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Si vamos solo un poco más atrás, en septiembre de 2023 las triplistas Leyanis Pérez y Liadagmis Povea y el saltador Luis Enrique Zayas no pudieron competir en la final de la Liga de Diamante efectuada en Eugene. Ese mismo año, en agosto, la selección femenina de voleibol tampoco intervino la Copa Panamericana de Puerto Rico, en la cual estaba en juego la clasificación a la cita multideportiva continental de Santiago de Chile.
Cuba es uno de los países cuyos ciudadanos tienen la entrada severamente restringida a Estados Unidos como resultado de una medida de la Administración Trump. Entre las excepciones a esa decisión, en vigor desde junio, se cuentan —al menos en teoría— la de atletas y miembros de equipos deportivos que viajen a territorio estadounidense para eventos deportivos importantes. Ya veremos qué sucede en el caso del Clásico Mundial.