El lanzador cubano Yariel Rodríguez, quien firmó esta temporada un contrato con los Azulejos de Toronto, enfrenta una demanda millonaria en República Dominicana.
El motivo de la demanda es por supuestamente incumplir el pago acordado con uno de los que impulsaron su llegada a la Major League Baseball (MLB).
El posible proceso judicial que alcanzaría el derecho camagüeyano fue adelantado por el medio dominicano Diario Libre, que cifra en dos millones de dólares la deuda que mantiene Yariel con Raymel Martínez Charón, un cubano que actuó como intermediario en el proceso.
La publicación asegura que fue Martínez Charón quien supuestamente se encargó de convencer al lanzador cubano de iniciar la ruta hacia MLB y habría facilitado su llegada a República Dominicana tras su destacada actuación en el V Clásico Mundial de Béisbol (WBC).
Tras ese desempeño Yariel debió reincorporarse a los Dragones de Chunichi, en la Liga Profesional de Japón, equipo con el que mantenía un contrato vigente. Sin embargo, optó por no reportarse y romper con la Federación Cubana de Béisbol (FCB), garante de ese acuerdo, para así intentar acceder a la MLB.
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En su momento la FCB exigió el pago de 10 millones de dólares en concepto de perjuicios por la ruptura del contrato, pero un tiempo después los Dragones liberaron al lanzador.
En los documentos de la querella presentada por Martínez Charón, aparece reflejado que el abogado a Guillermo Estrella Ramia habría mediado para conseguir el desbloqueo o levantamiento de la restricción que tenía el lanzador por su contrato en Japón, a cambio del 1,5 % del contrato de firma.
Agrega el reporte que “el pacto original establecía que Martínez recibiría un 25 % del contrato de firma, pero eventualmente ese acuerdo fue reestructurado, en mayo de 2023, y se redujo al 5 %”, después de que se sumaran a la operación otras personas.
Entre los nuevos implicados en el trato aparece el manejador Edgar Mercedes, quien se habría encargado de la preparación de Yariel a su llegada a la nación caribeña para las presentaciones ante los reclutadores de MLB, a cambió de un 16 % del contrato que consiguiera el jugador.
También recibirían una parte Jaime Rivas (6 %), por aportar 600 mil dólares en toda la operación, mientras que Luis Báez se quedaría con el 1%, por sus servicios de transportación del jugador, precisa la nota.
Todo indica a que las relaciones de Yariel con Martínez Charón se rompieron durante el pasado año, por lo que este último impulsó acciones legales en diferentes frentes para asegurarse el pago de lo acordado después de la firma del contrato con algún equipo de MLB.
Describe la publicación que en febrero de 2024, cuando se oficializó el vínculo con la franquicia de Toronto a cambio de 32 millones de dólares por cinco temporadas, Yariel recibió un bono de ocho millones que desvió hacia terceros sin abonar a Martínez Charón su parte.
La demanda
La denuncia penal continuaría su curso el 25 de junio próximo en la Cuarta Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, en República Dominicana.
De existir un fallo favorable para el demandante, Yariel se vería obligado a cumplir con el pago exigido, apunta el medio.
Los abogados de Martínez Charón mostraron evidencias de que los Azulejos de Toronto fueron notificados previamente del acuerdo que establecía el reparto del 25 % del monto del contrato.
Diario Libre asegura que conoció a través de fuentes sin citar que el camagüeyano sí habría honrado ya parte de los pagos comprendidos en ese compromiso.
También destaca que Edgar Mercedes, uno de los involucrados en el caso, vivió una experiencia similar cuando representó al también cubano Yoennis Céspedes, a quien gestionó un contrato en 2012 con los Atléticos de Oakland por un monto de 36 millones de dólares.
Céspedes y Mercedes habían acordonado el pago del 22 % del total, pero luego el granmense decidió después no cumplir los firmado, según recuerda el medio.
En marzo de 2013 la Cámara de Comercio y Producción de Santiago de los Caballeros determinó que el pacto tenía validez y el pelotero tuvo que desembolsar la cifra pactada.