En un partido de errores, histórico relevo y bateo oportuno, los Phillies derrotaron 4-2 a los San Diego Padres y tomaron la delantera en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, que este viernes vivió su primer episodio en el Citizens Bank Park de Philadelphia.
Tuvimos varios protagonistas en la noche, pero uno será recordado por pasar de villano a héroe. Me estoy refiriendo al torpedero dominicano Jean Segura, quien formó parte de otra mala noche para la defensa de los Phillies, aunque el conjunto de la campana terminó ganando y ahora sus posibilidades de avanzar a la Serie Mundial son notables.
En un partido de todo o nada, los locales manejaron como si fuera el séptimo de una Serie Mundial. Al manager Rob Thomson no le tembló la mano para sacar a Ranger Suárez después que estaba mostrando una buena versión y tenía 69 envíos en cinco entradas. Tampoco le importó utilizar a su mejor relevista para sacar seis outs.
De igual manera, los Phillies fueron el justo ganador porque minimizaron a los bateadores de los Padres por segunda ocasión en tres juegos. De no ser por dos errores, era muy probable que estuviéramos hablando de la quinta blanqueada que le propinaban a San Diego en la actual postemporada.
Suárez le ganó la partida a Joe Musgrove, quien no pudo brillar esta vez como lo había hecho contra los Mets y los Dodgers en juegos decisivos de las rondas previas. A pesar de que su velocidad y el giro de sus lanzamientos eran buenos, falló muchas ubicaciones, la primera de ellas, valga la redundancia, fue contra el primer bateador que enfrentó.
En cuenta de 3-2, Musgrove le ofreció un sinker de 91 millas a Kyle Schwarber en el centro de la zona. El resultado fue una conexión a lo profundo del right-center que aterrizó a 408 pies del home plate. Schwarber se convertiría en el segundo hombre proa en la historia de los Phillies que conseguía un jonrón abriendo un juego de postemporada. Jimmy Rollins lo hizo primero en tres ocasiones.
Musgrove permitió dos carreras más en la cuarta (impulsadas por Jean Segura) y en la sexta, con dos outs, le fabricaron otra. Nick Castellanos conectó doble al izquierdo ante una slider del tirador, quien permaneció en la lomita con 99 pitcheos. El manager Bob Melvin decidió dejarlo para lanzarle a Alec Bohm. En su turno anterior, el antesalista de los Phillies atacó el primer envío -slider- para conseguir un sencillo, y ahora haría lo mismo pero contra una sinker que picó en los jardines y puso el definitivo 4-2.
“No siento que estuve en mi mejor momento esta noche”, le dijo Joe a los periodistas después del partido. De los ocho hits que admitió el derecho, ninguno fue más impresionante que el de Jean Segura en la cuarta entrada. Con dos outs y corredor en segunda y tercera base, el dominicano llegó al cajón de bateo minutos después de ceder la anotación del empate por un error.
Musgrove lo tuvo en 1-2, incluso, le lanzó un buen envío (slider abajo y lejos de la zona), pero lo que nunca imaginó es que fuera a extender sus manos y con un swing descolgado conectara esa bola. El bloop aterrizó detrás del segunda base y automáticamente el score fue de 3-1.
Por cierto, no es la primera vez que Segura conecta un lanzamiento en esa ubicación, 22 días antes, lo había hecho contra el lanzador novato de los Cubs, Javier Assad ¡En mismo conteo y contra un slider!
Lo cierto es que Segura pasó de ser villano a convertirse en héroe. Pero ahí no termina su fantástica actuación en el cuarto inning, después que conectó el sencillo, fue sorprendido en primera base. Jamás en un inning de un choque de playoff, habíamos visto a un pelotero cometer un error, remolcar una carrera y ser sorprendido en bases.
Ahora, démosle crédito a la salida de Ranger Suárez, sexto lanzador de Venezuela que logra un partido de cinco entradas y solo una carrera limpia y dos jits en su cuenta. Su faena no solo sirvió para frenar la ofensiva de los Padres, también le hizo la tarea más sencilla al bullpen. De igual manera, con el choque 4-2 al termino del sexto inning, el timonel de los Phillies lo tenía claro: José Alvarado al séptimo y Seranthony Domínguez sacará de cinco a seis outs.
Así sucedió, Alvarado retiró el séptimo sin contratiempos, pero Thomson le aplicó la grúa cuando abrió el octavo inning permitiéndole un sencillo a Juan Soto. La escena estaba lista para el mejor relevista de los Phillies en esta postemporada: un lanzador que registró efectividad de 5.29 después del Juego de las Estrellas y admitió ocho carreras en seis entradas en septiembre.
Domínguez sacó los seis outs y es tan solo el segundo relevista de los Philllies que ha logrado un relevo de tales características en la postemporada. No sucedía desde el juego tres de la Serie Mundial de 1980 cuando lo logró Tug McGraw. Ahora, el dominicano tiene 6.2 innings sin admitir anotaciones en estos playoff.
Los bateadores de San Diego pegaron siete hits (todos sencillos) y se fueron de 7-0 con corredores en posición anotadora. La polémica llegó en el noveno inning, después que Josh Bell se embasara por un rodado al central. Jurickson Profar, en conteo de 3-2, le hizo un medio swing a un lanzamiento pegado y el umpire de tercera base apreció que pasó su bate. El holandés perdió los estribos y terminó expulsado. Seranthony retiró a los dos siguientes bateadores para sellar la victoria.
Nada justifica el descalabro, los Phillies jugaron mejor a pesar de los fallos defensivos. Si esto fuera Poker, diría que Thomson se fue All-In para conseguir el éxito. La realidad es que aún queda serie, pero es probable que pierda a Domínguez y Alvarado para hoy, en cambio, los Padres tendrán su mejores brazos para el duelo entre Mike Clevinger y Bailey Falter ¿Valió la pena el riesgo? Como diría Joe Torre: “Cuando tengas el chance de ganar no lo desaproveches”. Exactamente eso hizo Rob Thomson y las probabilidades lo respaldan.