La segunda jornada de las Series Divisionales de la Liga Nacional se jugó este lunes y dejó resultados emocionantes. Por una parte, los Braves terminaron venciendo a los Phillies (5-4) gracias a una remontada histórica; mientras, Arizona derrotó a los Dodgers (4-2) en Los Ángeles y los dejó al borde de la eliminación.
Fue una jornada de éxitos para los peloteros cubanos, que tuvieron un papel protagónico en ambos partidos. Lourdes Gurriel Jr. fue uno de los mejores bateadores de los Diamondbacks en Chavez Ravine y Raisel Iglesias selló la impresionante victoria de Atlanta, aunque necesitó de un fabuloso fildeo de Michael Harris para sentenciar a los Phillies.
Sin más, vamos con un repaso de los partidos.
Los Dodgers se asoman al precipicio
No dimos favoritos a los D´backs sobre los Brewers en las Series de Wild Card y mucho menos contra los Dodgers en las disputas Divisionales, pero ellos han dado un golpe de autoridad con cuatro victorias seguidas en los estadios de sus rivales.
¿Les suena raro esto? Pues claro, Arizona jamás había ganado tantos partidos consecutivos fuera de casa en postemporada. De hecho, su única racha de victorias como visitante la eslabonaron en el 2001, cuando superaron tres veces a Atlanta en el antiguo Turner Field durante la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Ese año, por cierto, ganaron la Serie Mundial…
En este 2023 todavía les queda camino para llegar a la gran final de las Grandes Ligas, pero llevan buen ritmo. Anoche desbancaron a los Dodgers con pizarra de 4-2 y se colocaron a solo un paso de la Serie de Campeonato, instancia a la que llegaron por última vez en el 2007. ¡Ha llovido mucho!
La historia del segundo duelo ante los Dodgers fue similar a la del primer juego: el mayor daño se lo harían al abridor y as del equipo, Zac Gallen, mantendría controlada a la ofensiva rival como hizo Merill Kelly dos días antes. Por su parte, el bullpen siguió mostrando un gran dominio.
El novato Bobby Miller era la opción clara de Dave Roberts para el segundo partido, pero el joven de 24 años solo aportó 1.2 innings y cargó con la derrota. En la primera entrada, le produjeron tres carreras y en la segunda dejó el juego con dos corredores en base y dos outs. “No podíamos darnos el lujo de perder 4-0. Quería darle a nuestro equipo la oportunidad de extender el juego y sentí que podíamos evitar carreras durante todo el partido”, dijo Roberts sobre la decisión de sacar a Miller en el segundo inning.
Lo cierto es que los dos abridores de los Dodgers en estos choques, Clayton Kershaw y Miller, se han combinado para nueve carreras permitidas en dos innings de labor. La efectividad combinada de los abridores de los Dodgers ha sido de 40.50 en los primeros dos partidos, según ESPN Stats, es la más alta para dos abridores que inician dos juegos en una serie de postemporada.
Una de las claves que tocamos en el análisis previo de esta serie era que los dos principales abridores de los Dodgers debían responder y que la ofensiva debía respaldarlos, y ninguna de las dos cosas ha sucedido. Los bateadores de Los Ángeles se han ido de 12-2 con corredores en posición anotadora en toda la serie. En parte, eso está ocurriendo porque las principales piezas de esa alineación no han podido responder en dicha situación.
“Todos tenemos que ponernos en marcha. Tuvimos un par de oportunidades y no las aprovechamos. Para Freddie (Freeman) y para mí, ese es nuestro papel. No lo vamos a hacer y yo me hago responsable de ello. Tengo que encontrar una manera. No hay excusas”, apuntó Mookie Betts, quien no ha pegado imparables en siete turnos contra Arizona.
La mala racha de Betts en playoff se ha vuelto un asunto serio en Los Ángeles. Desde el cuarto juego de la Serie de Campeonato del 2021 hasta la fecha, solo ha conectado tres jits en 39 comparecencias al plato, con solo una carrera impulsada y anémico OPS de .297. Sin el aporte de su estrella, para los Dodgers se ha vuelto mucho más difícil ganar.
Como ya habíamos mencionado, Lourdes Gurriel Jr. fue uno de jugadores más destacados en la victoria más reciente de los Diamondbacks. En el primer inning remolcó una carrera con un sencillo que pondría el choque 3-0. En esa ocasión logró conectar una recta de 100 millas (99.8) que le ofreció Miller en cuenta de 2-1. En la segunda comparecencia, enganchó una sinker pegada a (99.5 mph) de Brusdar Graterol, pero terminó yendo directo hacia el jardinero izquierdo.
En la campaña regular, “Yunito” bateó .316 con un slugging de .463 contra las rectas de 95 millas o más. Eso quiere decir que su desempeño contra lanzamientos rápidos no es sorprendente. Sin embargo, el enfoque de su tercera comparecencia sí lo fue.
El hermano menor de los Gurriel tuvo que enfrentarse contra Ryan Brasier, un lanzador con un enfoque distinto a Miller y Graterol, pues utiliza principalmente el slider. En este juego, ante los bateadores derechos, lanzó ese picheo casi el 80% del tiempo (76.9%). Al espirituano le enseñó cuatro: los dos primeros los terminó fallando, el tercero cayó muy lejos de la zona y el cuarto se quedó en la parte baja del exterior de la zona, donde Lourdes Jr. conectó.
El cubano sacó a relucir el “Piña Power” (la marca que han establecido los Gurriel en Estados Unidos) y haló a su antojo ese lanzamiento para mandar la pelota a volar a 387 pies por el bosque izquierdo. Lo mejor es que aumentó la ventaja (4-1) en ese momento. Ese fue su primer cuadrangular en postemporada y se convirtió en el jugador antillano número 26 con un vuelacercas en estas instancias.
Desde la lomita, Zac Gallen demostró que no por gusto es uno de los más firmes contendientes a ganar el premio Cy Young de la Liga Nacional en la presente campaña. El derecho lanzó 5.1 innings de dos carreras, mientras otorgaba dos bases por bolas y sumaba cuatro ponches para llevarse la victoria. Una de las anotaciones que permitió fue un cuadrangular del cubano-americano J.D Martínez, quien llegó a 10 batazos de vuelta completa en su recorrido por los playoff.
Por su parte, el bullpen no admitió anotaciones en 3.2 entradas y ahora, en 15.2 episodios solo ha permitido dos carreras. Realmente cuando se reduce a la primera línea, la calidad de los relevistas aumenta mucho.
De forma general, la ofensiva de Arizona es la que mejor OPS va registrando en estos playoff (.861), la que más carreras ha anotado por juego (6.5) y la que más jonrones ha disparado (9). El último conjunto que pegó nueve bambinazos en sus primeros cuatro juegos de postemporada fueron los Yankees del 2020 (pegaron 13).
Tras dos derrotas, el margen de error es mínimo para los Dodgers y también sus probabilidades de clasificar son bajas, pero aún siguen vivos y recuerden que en el 2020 estaban (1-3) en la Serie de Campeonato contra los Bravos y pudieron regresar. Claro, ahora les falta algo fundamental: picheo abridor.
Al otro lado está el conjunto sorpresa de la postemporada, pero tiene todos los ingredientes para llegar lejos: un buen dúo de abridores, un buen bullpen, una ofensiva con varias maneras de hacer carreras, buena defensa y notable corrido de bases. Todo eso sale a relucir cuando el conjunto tiene mucha confianza. “Estos muchachos tienen mucha hambre y sienten que tienen mucho que demostrar”, dijo su manager, Torey Lovullo.
Atlanta, in extremis
Si tenemos que sacar una rápida conclusión de lo que fue el segundo partido de la Serie Divisional entre Braves y Phillies, me quedó con lo que dijo Travis d´Arnaud en la conferencia de prensa después del choque: “Este fue uno de mis juegos de postemporada favoritos”. Quizás era imposible pedirle más al béisbol en una jornada donde pasó de todo en Truist Park.
La mejor ofensiva de béisbol estaba siendo maniatada por uno de los mejores abridores del negocio, Zack Wheeler, quien extendió a 14 la cadena de ceros de los Braves. Por otro lado, Max Fried, el as de los locales que llevaba 18 días sin lanzar porque tenía una ampolla en su dedo índice, un problema que lo ha perseguido en toda su carrera.
Y faltan más cosas: la polémica por dejar a Wheeler, un error costoso, una jugada asombrosa para terminar el encuentro y el jonrón que consolidó la remontada.
Comenzaremos hablando de la ofensiva de los Phillies, que anotó cuatro veces en los primeros cinco innings, tres de ellas ante Fried. El zurdo parecía un poco oxidado y falló en las ubicaciones de sus picheos varias veces: de los seis jits que le pegaron, la mitad fueron contra su recta de cuatro costuras, incluido el jonrón de J.T. Realmuto.
“Para mí hizo un gran trabajo manteniendo el juego manejable” afirmó el manager de Atlanta, Brian Snitker, cuando le preguntaron por la salida de Fried, autor de tres ponches y cuatro boletos en cuatro entradas. Su primer relevo, Kirby Yates, también se metió en problemas por sencillo de Nick Castellanos, quien se robó segunda, avanzó a tercera por un error en tiro de Travis d´Arnaud y anotó por elevado de sacrificio de Bryson Stott.
Pero la candente ofensiva de Rob Thomson se enfrío después del quinto capítulo y solo obtuvo dos jits en el resto del partido. Para ser justos, eso ocurrió gracias al buen trabajo que hizo bullpen de los Bravos: Joe Jiménez, Pierce Jhonson, A.J Minter y Raisel Iglesias se combinaron para liquidar cuatro episodios sin daños.
Wheeler tuvo una noche agridulce. El as de Philadelphia estaba tirando un no hitter en 5.2 innings, hasta que Ozzie Albies se lo rompió con un sencillo al jardín derecho. Según el escritor del The Athletic, Jayston Stark, en la historia de los Phillies en postemporada solo un lanzador avanzó tanto un partido sin permitir ni jits ni carreras, y fue precisamente Roy Halladay el 6 de octubre del 2010, cuando pintó de blanco a los Reds.
Después que Albies le pegó sencillo a Wheeler, Trea Turner cometió un error en fideo cortando el tiro del jardinero. Eso lo aprovecharía el mayor robador de bases en 2023 para anotar desde la antesala. “La manera de anotar de Ronnie (Ronald Acuña Jr.) nos levantó a todos”, dijo Austin Riley. No obstante, el propio Riley se poncharía para cerrar ese capítulo.
En la septima entrada Rob Thomson envío a Wheeler al montículo con 86 envíos y sabiendo que cuando enfrentaba por tercera vez a un lineup en un mismo juego no le iba tan bien. El promedio de bateo en contra que registró la pasada campaña frente a la primera vuelta fue de .205, subió a .232 en la segunda y se disparó a .257 en la tercera. Lo mismo ocurrió con el OPS, fue de .558 a .650 y la tercera vez subió a .731.
“Pensé que su material todavía era bastante bueno”, dijo Thomson, aunque también reconoció que si Matt Olson representaba la carrera del empate en ese inning hubiese traído a José Alvarado para enfrentarlo.
La realidad fue que Wheeler permitió un sencillo de Olson y después ponchó a Marcell Ozuna, pero cuando enfrentó a d´Arnaud colgó un sweeper en la zona que el receptor de Atlanta no perdonó. Ese cuadrangular puso pizarra de 4-3 y automáticamente sacó a Zack del partido.
Con el bullpen que tienen los Phillies me hubiese gustado un relevista abriendo el séptimo inning, pero, sinceramente, abrir con Wheeler tampoco me parece descabellado porque en ese entonces solo había permitido un jit.
El aficionado nunca estará contento, sino pregúntenle a Dave Roberts como los usuarios en Twitter lo criticaban cuando dejaba a Clayton Kershaw de más, o, en el otro extremo, tenemos a Kevin Cash retirando a Blake Snell del sexto juego de la Serie Mundial en 2020 después de maniatar por completo a los Dodgers. En el béisbol, las valoraciones de las decisiones dependen mucho de sus resultados.
Regresando al análisis del juego, ese jonrón de d´Arnaud era la pieza que faltaba para que la mejor ofensiva del béisbol y una de las mejores de la historia despertara por completo. Claro, no olvidaremos que pasó 14 sin anotar una carrera y esa es la racha más grande que ha tenido en todo el 2023.
Cuando todos pensamos que el partido se había puesto bueno solo habíamos visto el tráiler de la película: Thomson, quien tiene uno de los bullpen más profundos en la memoria reciente, tenía que manejarlo muy bien con una ventaja tan pequeña, entonces, en el octavo, no permitió que Alvarado se viera con Acuña con 16 envíos. En cambio, envío a Jeff Hoffman al montículo.
Para que tengan una idea, Hoffman solo admitió tres vuelacercas en 52.1 innings que lanzó en 54 partidos. Su slider, que es un arma devastadora, la lanza con una media de 87.8 millas y lo enseña en el 47.9 % del tiempo. Aun así, los oponentes solo han podido batear .074 con un ridículo slugging de .123: esos son los promedios más bajos para cualquier slider que se lanzó al menos 400 veces en toda la temporada regular.
Sin embargo, ocurrió lo que las probabilidades decían que no pasaría. Hoffman abrió su labor con un pelotazo para Acuña y después retiró a Ozzie Albies con un rodado inofensivo por primera base. Luego llegaría el momento definitorio, el turno de Riley:
Primer picheo: foul a un slider pegado (0-1)
Segundo picheo: bola, recta de cuatro costuras encima de la zona (1-1)
Tercer picheo: swing en blanco contra una recta de cuatro costuras en el centro de la zona de strike (1-2)
Cuarto picheo: Bola, slider que aterrizó lejos de la zona (2-2)
Quinto picheo: bola, recta de cuatro costuras en lo bajo de la zona (3-2)
Sexto picheo: jonrón, slider que se quedó colgado en la zona
El swing fue una obra de arte, Riley le dio con una sola mano a esa bola y aun así la sacó por el izquierdo a una velocidad de 100.2 millas. El estadio enloqueció mientras la remontada se consumaba (5-4).
Según la magistral Sarah Langs, ese fue el tercer jonrón que pega un bateador de los Braves en postemporada para darle ventaja a su equipo en el octavo inning o más tarde. Anteriormente, solo lo lograron Eric Hinske (tercer juego de la Serie Divisional en 2010) y Michael Tucker (quinto juego de la Serie de Campeonato de 1998).
La escena estaba lista para un cierre de juego electrizante. Brian Snitker decidió no traer al cubano Raisel Iglesias y dejar a A.J. Minter para que abriera el noveno contra Bryce Harper, quien le ha pegado cuatro vuelacercas al pinero. La jugada no salió bien, pues Minter le dio boleto al poderoso zurdo de los Phillies.
Entonces Iglesias hizo acto de presencia con la oportunidad de salvar por primera vez en la serie. El derecho retiró a Realmuto con un elevado al central y después Nick Castellanos tomó un buen turno. El oriundo de Hialeah llevó la cuenta a (2-2) y obligó al pinero a que lo atacara con la recta en la zona. El resultado fue una línea que salió a 100 millas de su bate y que llevaba la etiqueta de extrabase, pero, Michael Harris ll, nos regalaría una de las mejores atrapadas en la historia de los playoff.
El center field de los Braves recorrió 92 pies en 5,4 segundos para dar un salto sobre la barda y de esa forma atrapar una pelota que solo tenía un 45 % de probabilidades de ser capturada. Pero si eso es impresionante, pues la jugada no acabó allí. Harris lanzó al cuadro y el tercera base Riley tomó la pelota y disparó a primera para doblar a Harper. ¡Doble play! De esa forma terminaría el partido.
“Hizo una buena jugada”, dijo Harper sobre el fildeo de Harris, aunque también reconoció el error en el corrido de las bases. “Probablemente no debería haber pasado por encima de la segunda base. Pero tomé una decisión y viviré con eso… Solo tomé una oportunidad”, reafirmó el dos veces MVP de la Liga Nacional.
El dato que encierra ese final lo publicó Elias Sports Bureau: ese fue el primer juego de postemporada en la historia del béisbol que terminó en una doble matanza que involucró a un jardinero.
De esa manera, Iglesias se convirtió en el segundo cubano que logra un salvamento en la postemporada. Antes que él solo lo había hecho Aroldis Chapman (diez veces). Entonces, será inolvidable el primer salvamento de Raisel en playoff, pues terminó con una jugada espectacular.
La serie se irá ahora a Philadelphia, donde los locales juegan un gran béisbol, pero los Braves pretenden aprovechar el impulso para sacar un gran resultado. Creo que la mayor parte del mundo beisbolero no se equivocó cuando dijo que este sería el mejor duelo de la Serie Divisional.