¿Qué pelotero cubano te viene a la mente cuando te hablo de las Medias Rojas de Boston?
Con esa pregunta salí por Buena Vista, en La Habana, a tomar el pulso de la fanaticada beisbolera del barrio y me llevé una sorpresa cuando la inmensa mayoría obvió al gran Luis Tiant entre sus referentes antillanos en los Red Sox. Al principio me sentí algo decepcionado, pero luego entendí lo sucedido: buena parte de las personas con que intercambié son muy jóvenes y no tuvieron la oportunidad de ver al estelar derecho, y durante mucho tiempo tampoco dispusieron de información que les permitiera comprender la magnitud de lo logrado por el mejor lanzador cubano en Grandes Ligas.
Ese es uno de los puntos más lamentables de la memoria histórica del béisbol nacional, que durante décadas silenció el desempeño de sus hijos en los circuitos de Estados Unidos. Con el paso del tiempo se ha logrado, poco a poco, revivir el legado de varias de nuestras máximas estrellas en Las Mayores, pero definitivamente queda mucho por hacer para que los Tiant, Tany Pérez, Orestes Miñoso, Tony Oliva o Mike Cuéllar se conviertan en verdaderos ídolos de la afición en la isla.
Pero volvamos a nuestra interrogante inicial: ¿Quiénes son los cubanos de las Medias Rojas más nombrados por la fanaticada? Pues ahí tenemos a Rusney Castillo, el jugador nacido en nuestro país que más dinero ha recibido de la centenaria organización. También fueron recurrentes los nombres de Yoenis Céspedes, que solo pasó media temporada en los Red Sox; Yoan Moncada, firmado como uno de los mejores talentos del béisbol en 2015; o José “Candelita” Iglesias, el último en vestir el uniforme de Boston hace 3 años.
Pero detrás de estos nombres de la era moderna hay muchas más historias de cubanos en los Boston Red Sox, desde las hazañas monticulares de Luis Tiant, el paso de un inmortal como Tany Pérez o los jonrones de José Canseco. Precisamente, para descubrir un poco más sobre las aventuras de los antillanos en esta escuadra, “El primero y el último” hoy se acerca hoy a los triunfos, las derrotas, los sinsabores, las decepciones, los récords, las marcas y las curiosidades de los 20 jugadores de la isla que han militado en las Medias Rojas.
El primero
Si nos olvidamos de que la cantidad de turnos al bate son una condición indispensable para definir quiénes son los líderes de promedios ofensivos en el béisbol, entonces tendríamos a un cubano entre los mejores en OPS en la historia de los Red Sox. Hablamos de Eusebio “Papo” González, el primer hispano en la historia de la franquicia tras su brevísima incursión entre julio y agosto de 1918.
González debutó el 26 de julio de aquella temporada en un duelo entre las Medias Rojas y las Medias Blancas celebrado en el mítico Comiskey Park de Chicago. Allí entró de suplente por el torpedero Everett Scott y en el octavo capítulo pegó un triple contra los envíos del estelar Eddie Cicotte, ganador de más de 200 partidos en MLB. Después el cubano anotó por sencillo de Jack Stansbury.
Dos días más tarde volvió al diamante, otra vez como suplente, y falló en su único chance ofensivo. Tuvo que esperar entonces hasta el 8 de agosto para reaparecer en las hojas de anotación de Boston, esta vez como antesalista y séptimo madero frente a los Tigers en el Navin Field de Detroit. Ese día se ponchó en su primer viaje al plato, conectó roletazo al campo corto en el segundo y después se embasó 3 veces seguidas: sencillo, pelotazo y boleto.
De esta forma cerró el paso de “Papo” González como miembro de los Red Sox, con quienes logró una línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging) de .400/.571/.800, aunque en solo 7 comparecencias en el rectángulo de los bateadores. No obstante, eso lo ubica como uno de los 13 jugadores de la franquicia con OPS superior a 1.370 sin importar su cantidad de turnos oficiales.
Este, obviamente, es un dato anecdótico y sin demasiada relevancia. En cambio, sí es importante señalar que Eusebio González fue el primer y único pelotero cubano que coincidió como compañero de Babe Ruth en un juego de Grandes Ligas durante las 22 campañas de “El Bambino” en el Big Show. Años más tarde, en 1921, cuando “Papo” militaba en el Toronto Maple Leaf (Liga Internacional), tuvo la oportunidad de medirse a Ruth durante una serie de 9 partidos de exhibición que los Yankees realizaron en la urbe canadiense
Más allá de su breve aventura con los Red Sox en MLB, González acumuló 19 temporadas de experiencia entre las Ligas Negras, las Menores y los circuitos cubanos. Según los datos de Baseball Reference, en ese periplo sumó 1597 imparables.
Otros cubanos en Boston: Fornieles, Tany, Canseco y las inversiones fracasadas
Los Red Sox apostaron fuerte por el talento cubano a principios de la pasada década, pero las cosas no les salieron bien. Firmaron a Rusney Castillo por 72.5 millones de dólares en 2014 y el avileño solo jugó 99 partidos en 7 años como miembro de la franquicia. En tanto, acordaron con Yoan Moncada por 31.5 millones en 2015 y el cienfueguero apenas se vistió 8 veces con el uniforme de Boston en Grandes Ligas antes de ser canjeado a los White Sox.
El recuerdo de estas inversiones dejó un mal sabor de boca en la organización, que en líneas generales había tenido buenas experiencias con los cubanos. Por ejemplo, sin ser una gran estrella, Román Mejías (1963-1964) jugó 173 encuentros con las Medias Rojas y se convirtió en el primer cubano de la franquicia con más de un partido de múltiples jonrones. Además, impuso un récord que todavía se mantiene vigente al remolcar 7 carreras el 21 de septiembre de 1963.
Por su parte, José Tartabull (1966-1968) fue el primer antillano –y único hasta hoy– con 3 choques de 4 imparables en Boston. El jardinero cienfueguero es el cuarto cubano en la historia de la organización con más desafíos (255), solo superado por Tany Pérez (304), Mike Fornieles (287) y Luis Tiant (274).
Hablando de todo un inmortal como Tany, es el puntero antillano del equipo en jits (289), dobles (56), extrabases (104) e impulsadas (175), con línea ofensiva de .266/.318/.443 durante las 3 temporadas que pasó con las Medias Rojas ya en el ocaso de su carrera. Pese a estos liderazgos, no puede decirse que el avileño del Central Violeta sea el principal artillero cubano de Boston, distinción que le corresponde a José Canseco.
El jardinero llegó a Boston en 1995 como una de las máximas estrellas del béisbol. En el momento de su desembarco había sumado 276 jonrones y 870 impulsadas en sus primeras 10 campañas, con un altísimo slugging de .512, el cuarto mejor entre todos los jugadores de MLB con al menos 1000 partidos jugados entre 1985 y 1994.
Aunque se perdió más de 120 choques entre 1995 y 1996, Canseco dejó excelentes números: 52 cuadrangulares, 163 empujadas, 105 boletos, 132 anotadas, 101 extrabases, 225 jits y línea ofensiva de .298/.389/.571/.960. Casi dos décadas después, en 2014, Yoenis Céspedes llegó a los Red Sox con opciones de mejorar el rendimiento de poder de Canseco (pegó 18 extrabases, remolcó 33 carreras y anotó 27 en solo 51 partidos), pero fue canjeado antes de arrancar la siguiente temporada.
Entre los lanzadores, Diego Seguí (1974-1975) comparte con Luis Tiant el récord de más ponches (12) en un juego para un cubano de los Red Sox. El derecho holguinero trabajó en 91 partidos para la organización y logró efectividad de 4.32, línea similar a la de Rolando Arrojo (2000-2002), quien se encaramó 83 veces en la lomita y dejó promedio de limpias de 4.39 con las Medias Rojas.
Más volumen de trabajo tuvieron Mike Fornieles (1957-1963) y Tony Fossas (1991-1994). El primero consiguió 39 victorias, efectividad de 4.08 y 48 salvados, formando parte de un exclusivo grupo de 5 serpentineros que lograron 35+ triunfos y 45+ rescates en la historia de los Red Sox. Los otros son Bob Stanley (132 salvamentos y 115 éxitos), Dick Radatz (102-49), Derek Lowe (85-70) y Ellis Kinder (93-86).
Fossas, por su parte, acumuló 160.2 entradas de labor como relevista de Boston, con 118 ponches y efectividad de 3.98, la segunda más baja entre todos los serpentineros cubanos que pasaron por la franquicia.
Otros cubanos en la historia de los Red Sox:
* Mike Herrera: 2 temporadas (1925-1926)/84 partidos
* Mike Guerra: 1 temporada en 1951/10 partidos
* Joe Azcue: 1 temporada en 1969/19 partidos
* Juan Díaz: 1 temporada en 2002/4 partidos
* Dalier Hinojosa: 1 temporada en 2015/2 partido
* Roenis Elías: 2 temporadas (2016-2017)/4 partidos
La estrella
Poco después de cumplir los 30 años en 1970, Luis Tiant era un lanzador de 82 victorias y efectividad de 2.88 en 7 temporadas de Grandes Ligas. Sin embargo, una lesión en el hombro sembró las dudas sobre sus opciones de continuar trabajando al máximo nivel, al punto que los Mellizos de Minnesota decidieron liberarlo poco antes de comenzar la campaña de 1971.
En ese momento, nadie podía imaginar que el derecho cubano, nacido en Marianao, ganaría más de 140 juegos en las siguientes 12 contiendas y se convertiría en el más prominente serpentinero de la isla en Las Mayores. No obstante, Eddie Kasko, sí apreció potencial en Tiant para regresar a los planos estelares y volver a ser aquel tirador que propinó 9 lechadas y consiguió 21 triunfos tan solo 3 años antes.
Kasko le dio un voto de confianza al antillano, pese a que en su primer año con los Red Sox solo ganó un choque en 21 salidas, 10 de ellas en rol de abridor. En el siguiente curso, si bien partió desde el bullpen, aprovechó la oportunidad cuando lo movieron a rotación a inicios de agosto. Desde ese momento, sumó 14 aperturas, ganó 11, los contrarios le batearon .172 en casi 500 comparecencias al plato y dejó efectividad de 1.20.
De la noche a la mañana, Tiant se convirtió en la estrella de las Medias Rojas y terminó la temporada con el mejor promedio de carreras limpias (1.91) de todas las Grandes Ligas. Ese fue el verdadero punto de partida para una carrera legendaria en Boston, donde ganaría al menos 18 partidos en 4 campañas consecutivas, incluyendo 3 cursos con más de 20 éxitos.
Por si fuera poco, lideró a la novena rumbo a la Serie Mundial de 1975, en la que los Red Sox estuvieron a punto de romper la “maldición del Bambino”, que arrastraban desde que decidieron no mantener a Babe Ruth en su nómina en 1920. Tiant participó en las 3 victorias de las Medias Rojas en aquel Clásico de Otoño contra Cincinnati, pero finalmente cedieron en 7 encuentros.
A pesar de esta decepción, Luis Tiant fue un caballo de batalla en aquellos años para Boston. Aunque en sus 2 primeras campañas trabajó más de la mitad del tiempo como apagafuegos (35 relevos en 64 salidas), el derecho de Marianao fue el onceno lanzador de Grandes Ligas con más juegos completos (113) entre 1971 y 1978.
Si nos enfocamos en la muestra a partir de 1973, entonces el cubano sería el quinto serpentinero de MLB con que más veces caminó toda la ruta (100), solo superado por Gaylord Perry (121), Nolan Ryan (119), Jim Palmer (113) y Bert Blyleven (108), 4 miembros del Salón de la Fama de Cooperstown.
“Cuando aprendes a competir, no importa quién batee ni a quien tú te enfrentes”, dijo Tiant recientemente en una entrevista con el sitio especializado Pelota Cubana. El tirador se aferró a esa idea y se convirtió en uno de los lanzadores más dominantes de su época, sobre todo mientras jugó con las Medias Rojas.
El antillano es el quinto lanzador con más victorias (122) en la historia de la organización, únicamente superado por Roger Clemens (192), Cy Yong (192), Tim Wakefield (186) y Mel Parnell (123). Además, forma parte de un exclusivo grupo de 6 tiradores que ganaron más de 100 juegos y lograron efectividad inferior a 3.40 en su trayecto con Boston.
Sin embargo, esto no motivó a la gerencia de los Red Sox para ofrecerle un contrato de más de un año en 1979, por lo que Tiant se marchó a los Yankees, que le dio la posibilidad de firmar por 2 campañas. Fue la peor despedida posible, muy lamentada por la fanaticada y sus compañeros.
El último
Los aficionados cubanos que recuerdan a José “Candelita” Iglesias como un referente antillano en las Medias Rojas tienen un argumento sólido. El torpedero, siempre reconocido por sus manos mágicas y su espectacular rendimiento en el campo corto, literalmente descoció la pelota en sus dos incursiones con Boston, separadas una década una de otra.
“Candelita” salió de Cuba en julio de 2008 y casi un año después firmó con los Red Sox, que tardaron en subirlo a Grandes Ligas hasta 2011, cuando el mayabequense tenía 21 abriles. Su irrupción en los diamantes de MLB fue pobre y en sus 2 primeras campañas tan solo bateó .135 (10 imparables en 35 juegos y 83 comparecencias al plato), aunque siempre llamó la atención su brillante puesta en escena a la defensa.
Durante ese período tuvo que trabajar en las sombras y batallar en las Menores para mejorar en cada aspecto. Así recibió la oportunidad de comenzar la campaña de 2013 con la novena principal y no decepcionó. En 4 de sus 6 primeros choques conectó al menos par de imparables (OPS de 1.026 en 21 viajes al plato), pero el 10 abril fue asignado de nuevo a Triple-A y no regresó a Grandes Ligas hasta finales de mayo.
A partir ahí las Medias Rojas no encontraron argumentos para volverlo a bajar. Iglesias pegó 62 indiscutibles (11 extrabases) y solo se ponchó 27 veces en más de 200 comparecencias, para una línea ofensiva de .318/.366/.395. Sus números (.395/.453/.523) fueron particularmente destacados en junio de 2013, cuando resultó el novato más destacado de la Liga Americana.
Justo entre finales de mayo y mediados de junio logró una racha de 18 partidos consecutivos conectando de jit, la más larga de su carrera y una de las más destacadas para un debutante en la historia de los Red Sox.
Aprovechando ese rendimiento superlativo y la necesidad de profundizar la rotación en su carrera de cara a la postemporada, Boston decidió utilizar a Iglesias como moneda de cambio a finales de julio, cuando lo incluyeron en un canje de 3 equipos que envió al cubano rumbo a Detroit. Esta movida impidió a “Candelita” coronarse con los Red Sox al final de la temporada.
Con los Tigers su producción ofensiva disminuyó (promedio de .259 en 43 partidos), pero su desempeño de todo el año (106 imparables y average de .303 en 109 desafíos) le permitió quedar segundo en la votación por el Novato del Año, superado únicamente por Wil Myers (Rays).
Casi una década después, en septiembre de 2021, los caminos de “Candelita” y las Medias Rojas se volvieron a unir. La organización firmó al infielder antillano, aprovechando que había sido dejado en libertad por los Angels. De vuelta en Boston, Iglesias jugó 23 partidos en los que fue un martirio para los rivales, pues dejó una línea ofensiva de .356/.406/.509. Lamentablemente, como había sido adquirido después del 31 de agosto, no pudo formar parte del roster del conjunto para la postemporada.
Con “Candelita” se cerró el capítulo de los cubanos en el principal equipo de los Boston Red Sox, una organización que ha apostado menos por el talento cubano después de las fallidas inversiones millonarias que realizaron con Rusney Castillo y Yoan Moncada.