Aunque no es una figura mediática ni gusta de comentarios altisonantes, Eriberto Rosales se ha ganado el respeto de los aficionados del béisbol cubano. Al frente del equipo de Santiago de Cuba consiguió dos coronas de manera consecutiva en los campeonatos para menores de 23 años y en su debut con el conjunto grande el pasado año estuvo a punto de clasificar a la segunda fase de la 58 Serie Nacional.
Cuando muchos no contaban con las Avispas para esta campaña, debido a ausencias importantes como las de Sergio Barthelemy, Norge Carlos Vera y Francisco Martínez, el director santiaguero situó de nuevo en la élite a uno de los equipos históricos de la pelota cubana y actualmente pugna por la cima del torneo y por lograr uno de los cuatro boletos a la postemporada.
Gracias la actuación de sus peloteros, el estadio Guillermón Moncada se llenó de nuevo. Otra vez suenan la conga y la corneta china, acompañadas del entusiasta bullicio de los parciales santiagueros. Pero los resultados no son obra de magia.
OnCuba conversó con el timonel indómito para conocer detalles sobre el excelente momento que vive la novena oriental.
A muchos aficionados y especialistas le ha asombrado el salto de Santiago de Cuba en esta serie. ¿Cómo lo han conseguido?
El resultado se debe al intenso trabajo durante varios meses. Comenzamos a entrenar desde enero sobre las dificultades de la temporada pasada. Nos concentramos en mejorar fundamentalmente el área del pitcheo. Tuvimos la ayuda en los entrenamientos del profesor de la Universidad de Oriente José Armando Yáñez González y el profesor Mario Ferrer ,conjuntamente con la experiencia de Ormari Romero, Ismael Duarte y Alain Delá, quienes han sido vitales para mejorar esta área. Esta labor ha sido clave.
La defensa, sin embargo, todavía muestra lagunas…
Es la tarea pendiente que tenemos con el equipo. Seguimos trabajando en ese aspecto de juego que tanto nos golpeó el año pasado e incidió en que no ganáramos el play off de comodines. Hemos mejorado, pero quedan dificultades, sobre todo alrededor del campo corto y la tercera base. Luis Guzmán en la defensa de la primera base tampoco estuvo tan bien como esperábamos. Este aspecto es fundamental en el juego de béisbol, y por eso seguimos enfocados en mejorarlo.
¿Cuánto le aportó su formación como entrenador del sub 23?
Resultó muy importante en mi carrera como director. Trabajar previamente con los muchachos de ese equipo me ha dado la oportunidad de conocerlos, de saber cómo funcionan dentro del juego de béisbol y la función que pueden realizar en un momento determinado. Además, he sido partícipe de su crecimiento profesional, y eso también reconforta mucho.
¿Cómo ha conseguido esa gran armonía en el equipo?
El equipo Santiago es una familia y en él se ha logrado una gran fusión entre los peloteros jóvenes y los de más experiencia. Además, los muchachos se han creído que pueden tener buenos resultados. El conjunto se ve fuerte en todos los aspectos, tanto físico y técnico-táctico como mental. Hemos mejorado, pero queda mucho por hacer porque el béisbol es de todos los días, y no de una sola temporada.
Usted trabaja mucho con las estadísticas. ¿Qué importancia le concede al cúmulo de información sobre el rival?
Cuando comencé a dirigir desconocía muchos aspectos vinculados a la información que, incluso, van más allá de las estadísticas. Comencé a estudiar en internet y con personas que me podían dar más detalles del juego, y comprendí la importancia de la estadística para tomar mejores decisiones. Nuestro estadístico es entrenador de béisbol, y nos ayuda mucho con los números.
Tener información es fundamental en el juego de béisbol. La dirección de cualquier equipo necesita medios para poder acceder a datos de todo tipo sobre el equipo contrario. Es vital ir con herramientas al juego que te permitan más probabilidades de victoria.
Sorprendió a muchos al solicitar para la segunda etapa a refuerzos que no son muy mediáticos…
Optamos por peloteros que han tenido buen rendimiento año tras año. Creo que estos muchachos no son de los elegidos por otros directores, porque no tienen grandes nombres, pero hacen el trabajo. En cuanto a no pedir peloteros del equipo nacional fue una decisión consensuada, por eso apostamos por jugadores que nos apoyaran desde el primer día. Y hasta ahora el terreno nos está dando la razón.
¿Cuáles son los jugadores jóvenes de este equipo que más le llaman la atención?
Tenemos peloteros que han crecido mucho en los últimos años. Se nos han ido varios de aquel equipo sub 23 que formamos, como Sergio Barthelemy, Francisco Martínez, Lionard Kindelán, que hubieran aportado mucho, pero los que están muestran su mejoría.
Santiago Torres ha crecido mucho. En su primer año como titular ha lucido muy bien, y hay que tenerlo en cuenta para empeños mayores. A pesar de su baja estatura se entrega mucho en el terreno y su aporte ha sido fundamental para Santiago.
Ricardo Ramos no salió de la pirámide, prácticamente viene de mi barrio en Palma Soriano y ha trabajado mucho, con gran sacrifico y entrega. A eso se deben los resultados que muestra. Mientras, Yoelquis Guibert no por gusto ya está en el Cuba y es otro de los referentes del equipo.
Yunior Tur ha sido otro con un salto enorme. Fue abridor en el sub 23. En esta serie lo utilizamos como cerrador y rindió excelentes frutos. En el Juego de Estrellas, el profesor José Manuel Cortina me recomendaba que pudiera utilizarlo como abridor por su edad y su biotipo. Lo estamos valorando, porque la opinión de un avezado entrenador siempre hay que tenerla en cuenta.
Los jugadores experimentados también han tirado del carro…
No podríamos estar donde estamos sin ellos. ,Son los peloteros que han hecho historia en Santiago de Cuba. Merecen todo el respeto de la dirección del equipo, y lo están dando todo por conseguir un buen resultado. Danny Betancourt, Edilse Silva y Alberto Bicet son referentes para todos los jóvenes.
¿Clasifica Santiago de Cuba a los play off?
Humildemente nunca digo que vamos a ganar. Simplemente seguimos trabajando juego a juego. Lo más importante es el juego del día a día, y veremos qué pasa al final.