Se suponía que la firma de Yasmani Grandal para la temporada del 2019 estaría condicionada por los lentos movimientos del mercado, pero a la postre el receptor cubano pactó con los Cerveceros de Milwaukee por un año y 18.25 millones de dólares.
De esta manera, el antillano no seguirá en el limbo mientras los Marlins de Miami se deciden respecto al cambio de J.T. Realmuto, la joya de la receptoría en las Mayores ahora mismo.
Al máscara del conjunto floridano lo persiguen varias franquicias, pero las altas demandas de los Marlins han frenado la posibilidad de cualquier canje, lo cual, a su vez, ha bloqueado el mercado de los receptores agentes libres en este invierno.
Grandal estaba en el ojo de ese huracán como el cátcher disponible más codiciado, aunque lo lastraba el rechazo de una oferta calificada (17.9 millones de dólares) lanzada por los Dodgers, la cual obligaría a cualquier equipo que lo firmara a ceder su ronda más alta de elección en el próximo Draft, y medio millón de dólares para gastar en el mercado internacional.
En medio de ese escenario, Grandal supuestamente rechazó un trato de cuatro años y 60 millones de los Mets de Nueva York antes de terminar el 2018, y ahora aceptó un pacto menor en cuestiones de extensión con los Cerveceros, curiosamente, la novena frente a la cual tuvo una de sus peores actuaciones desde que irrumpió en las Mayores hace siete años.
Durante la pasada Serie de Campeonato de la Liga Nacional entre los Dodgers y Milwaukee, Grandal cometió tres passed balls, se ponchó seis veces en 11 turnos y perdió el puesto en la novena con Austin Barnes, quien extendió su titularidad hasta la Serie Mundial contra Boston.
Ese detalle y sus números negativos en postemporada (línea de 107/264/200 en 32 partidos de play off desde el 2015) empañaron un poco su camino en la agencia libre. No obstante, ha logrado llegar a puerto seguro y con la garantía de la titularidad, pues ni Manny Pina ni el experimentadísimo Erik Kratz cuentan con las herramientas para jugar día a día por encima del cubano.
Al margen de sus fallos en la reciente postemporada, a Grandal lo reconocen por su habilidad tras el plato. De acuerdo con FanGraphs, el habanero es el receptor con más carreras salvadas a la defensiva (45) desde el 2015, y el tercero de mayor WAR (11.2) detrás de Buster Posey (15.5) y Realmuto (14.2).
Por si esto no bastara, como bateador ambidiestro ha pegado al menos 15 jonrones en cada una de las últimas cinco campañas, y ha superado los 22 vuelacercas en las tres temporadas más recientes.
Con 30 años cumplidos, Grandal tendrá la oportunidad de conectar durante muchos partidos en el Miller Park, el tercer mejor estadio para conectar jonrones como bateador zurdo, y el sexto para los derechos.
Desde el punto de vista ofensivo, la llegada del antillano supone una mejoría sustancial para los Cerveceros, cuyos receptores, de manera combinada, el pasado año promediaron 237/294/363 con 16 cuadrangulares, números inferiores a los de Yasmani (241/349/466, con 24 jonrones y 68 remolques).
Tras la firma de Grandal, es probable que se agilice el movimiento de receptores agentes libres, una lista bastante larga que incluye, en su mayoría, a jugadores veteranos con posibilidades de aportar
Son los casos de Devin Mesoraco, René Rivera, Matt Wieters, Chris Stewart, Drew Butera, A.J. Ellis, Jarrod Saltalamacchia y Martín Maldonado, este último con buenas opciones de encontrar trabajo, pues tiene 32 años, fue Guante de Oro en el 2017 y dejó números aceptables con los Angelinos y los Astros en la pasada campaña.
La receptoría ha sido una de las posiciones más movidas desde que finalizó la Serie Mundial. Los Mets perdieron a Mesoraco en la agencia libre y, a pesar de tendrán de regreso a Travis d’Arnaud, contrataron a Wilson Ramos por dos años y 19 millones.
Los Nacionales de Washington, tras ver partir a Wieters, obtuvieron en un cambio a Yan Gomes, proveniente de los Indios de Cleveland, y firmaron a Kurt Suzuki, quien dejó a los Bravos de Atlanta.
Y justamente los Bravos se reforzaron con el veterano Brian McCann, quien dejó los Astros junto a Maldonado. Esas dos bajas, sumadas a la de Evan Gattis, provocaron que Houston contratara a Robinson Chirinos.
Por último, y ya fuera de este gran efecto dominó que se ha vivido, Jonathan Lucroy firmó con los Angelinos el 29 de diciembre por tres millones de dólares.
Teniendo en cuenta las fluctuaciones y características del mercado actual, es muy probable que la tónica se repita el próximo invierno, y también debemos estar preparados para ver como algunos de los receptores agentes libres todavía disponibles se quedan desempleados cuando comience la temporada.
Al menos Yasmani Grandal ya escapó de ello. Ahora tiene un año para fortalecer credenciales y volver a probar suerte.