El tejano Roel Ramírez no debe querer escuchar sobre las Medias Blancas de Chicago. En su primera salida de Grandes Ligas con los Cardenales de San Luis, el chico de 25 años soportó seis carreras en dos tercios de inning y vio cómo cuatro pelotas volaban disparadas desde los bates de Yoan Moncada, Yasmani Grandal, José Abreu y Eloy Jiménez.
Las Medias Blancas se convirtieron así en el décimo equipo de la historia que logra cuatro jonrones seguidos en un partido. A esta altura eso ya no es noticia, pero resaltamos la fecha porque justamente el pasado 16 de agosto Abreu encendió los motores y ha arrasado con todo a su paso durante la última semana.
Lo más fresco de su reciente carnicería son los seis vuelacercas que pegó contra los vecinos Cachorros de Chicago en Wrigley Field durante el fin de semana. Esa marca le permite igualar con otros cuatro hombres (Barry Bonds-2001, Alex Rodríguez y Shaw Green-2002, Hee-seop Choi-2005) con la mayor cantidad de batazos de vuelta completa en un lapso de tres partidos.
Six home runs in the series. Four straight at-bats with a home run. José Abreu is on fire. pic.twitter.com/0ALsB3sQP0
— MLB (@MLB) August 23, 2020
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En sentido general, la semana del cienfueguero fue estruendosa, con 17 jits en 33 turnos, 11 de ellos extrabases y ocho jonrones, además de un BABIP (promedio de pelotas puestas en juego) sobrenatural de .429.
Su línea ofensiva en los ocho choques desde el 16 y hasta el 23 de agosto quedó en .515/.556/1.133, de acuerdo a los datos de Baseball Reference. En esos duelos impulsó 16 carreras, anotó diez y su equipo logró siete victorias para continuar en la pelea con Minnesota y Cleveland por un puesto en la postemporada.
Lógicamente, el despliegue de Abreu se tradujo en récords que han sido tendencia durante todo el fin de semana. Por ejemplo, entre sábado y domingo pegó cuatro jonrones en turnos consecutivos, algo que se había producido 42 veces en la historia de MLB.
Pero vamos a analizar con un poco más de profundidad el rendimiento de “Pito” entre el 16 y el 23 agosto, período de ocho partidos en los que no se ha encontrado la fórmula para anular su poderío.
Cambio de chip: Abreu comenzó su partido contra los Cardenales de San Luis el pasado 16 de agosto con línea ofensiva de .250/.298/.443 y hoy lunes amanece con .322/.365/.669. ¿En serio ha pasado solo una semana?
El salto es descomunal, como también lo es su liderato de cuadrangulares de la Liga Americana. Según datos de ESPN, el cienfueguero comenzó la subserie contra los Cachorros en el puesto 20 (cuatro vuelacercas) entre los jonroneros del circuito, y ahora es el líder indiscutible con 11.
Pobres e indefensos Cachorros: Si piensas que Abreu fue abusador durante la pasada semana, entonces no sientes ningún tipo de aprecio por los Cubs, que fueron justamente unos pequeños cachorros al lado del gigante cubano durante el fin de semana.
El cienfueguero conectó siete inatrapables entre viernes y domingo, con nueve remolques, seis anotadas todo ello en duelos que abrieron Jon Lester, Kyle Hendricks y Yu Darvish, los ases de la rotación de los Cubs.
Pero eso no es todo. Su línea de .583/.643/2.083 literalmente quebró el silencio de un vacío Wrigley Field. Esperen, no obviemos que su OPS ante los vecinos de Chicago fue de ¡2.726!, algo que, según el colega Jorge Ebro, nadie alcanzaba desde junio del 2018. Apaga y vámonos.
Por cierto, un detalle curioso que ilustra lo fuerte que castigó Abreu a los Cachorros. Entre la noche del sábado y el domingo, el cienfueguero pegó cuatro jonrones seguidos, pero en el turno donde se rompió la racha de vuelacercas consecutivos falló con un ¿rolling? que salió disparado a 110,2 millas por hora. Esa velocidad de salida es superior a esos cuatro estacazos que había logrado antes.
Abreu went deep.
This is a new tweet. pic.twitter.com/HgSxwdfSOG
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Indomable: Después del primer partido contra Detroit el pasado 17 de agosto, nadie ha logrado retirar a Abreu en más de dos turnos consecutivos. ¡Diablos! Ese día el gigante de Mal Tiempo falló tres veces, pero en dos logró embasarse por error. De ahí en adelante, los lanzadores rivales no han tenido ni pizca de suerte.
Particularmente cruel fue el cubano entre su último turno del pasado viernes (vs. Jason Adams) y el primero de este domingo (vs. Yu Darvish). En ese período compareció siete veces en el plato y no pudieron ponerle out.
Jonrón vs. Jason Adams. Sencillo, boleto y cuadrangular vs. Kyle Hendricks. Jonrón vs. Rowan Wick. Jonrón vs. Duane Underwood Jr. Jonrón vs. Yu Darvish. La cadena la rompió el propio lanzador nipón, quien lo dominó con un rodado a la intermedia en su segundo turno.
Apuntando al cielo: De las 36 comparecencias de “Pito” Abreu en la última semana, más de la mitad (19-52,8 %) terminaron con batazos de línea o fly. El cubano estuvo buscando cercas todo el tiempo y logró su objetivo de gran forma, al punto de que cinco de sus jonrones fueron de más de 390 pies.
Por cierto, la distancia de los ocho vuelacercas de la semana fue impresionante: 372 pies vs. Roel Ramírez (Cardenales), 346 pies vs. Gregory Soto (Detroit), 409 pies vs. Jon Lester (Cachorros), 452 pies vs. Jason Adam (Cachorros), 392 pies vs. Kyle Hendricks (Cachorros), 385 pies vs. Rowan Wick (Cachorros), 399 pies vs. Duane Underwood (Cachorros), 449 pies vs. Yu Darvish (Cachorros).
Leading by example. pic.twitter.com/EVuOyp4ww9
— Chicago White Sox (@whitesox) August 23, 2020
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En esos 36 viajes al plato, Abreu vio un total de 138 pitcheos, y tan solo el 26,8 % de ellos (37) fueron strikes cantados o tirándole. Durante la semana, el sureño condujo a los contrarios directo a la trampa, pues le lanzaron 49 bolas (35,5 %) y solo negoció par de boletos. Es decir, en la mayoría de los casos supo discriminar envíos malos y esperar por la mejor bola para batear.
“Pito” puso 29 pelotas en juego (80,6 %), otra clara prueba de lo complicado que se tornó lanzarle para que abanicara al aire. Y le tiraron de todo: rectas de cuatro costuras de 97 millas, cutter, sinker, slider, cambios, curvas, knuckle…
Comparaciones al nivel de los MVP: En estos ocho juegos Abreu ha conseguido los mismos jonrones e impulsadas que Juan Soto en toda la temporada. Vale, el fenómeno de los Nacionales empezó tarde tras recuperarse del coronavirus, pero en 17 partidos tiene la misma producción que el cubano consiguió entre el 16 y el 23 de agosto.
Si no les convence la comparativa con Soto, probablemente el más poderoso bateador zurdo de toda la Liga Nacional, vamos a echar una mirada a los mejores compases durante esta campaña de Fernando Tatis Jr., la estrella emergente de los Padres de San Diego que ya ha lanzado su firme candidatura al MVP.
Tatis estuvo nueve partidos consecutivos bateando de jit entre el 2 y el 11 de agosto. En ese lapso pegó seis vuelacercas (dos menos que Abreu en su racha de la última semana) y remolcó nueve carreras (siete menos).
El otro gran despliegue del joven dominicano llegó entre el 15 y el 21 de agosto, justo la semana en que los Padres pegaron grand slams en cuatro partidos consecutivos.
En ese período, Tatis bateó .345/.441/.793, con cuatro vuelacercas y 11 remolques. Impresionante, ¿cierto? Pero observen los números de Abreu durante los últimos ocho días y verán que el paracortos quisqueyano se queda muy por debajo de la producción del cienfueguero.
Y si queremos seguir midiendo el impacto del bate de Abreu en lo que va de temporada solo tenemos que poner lado a lado sus estadísticas con las de Mike Trout, el mejor jugador del béisbol para la mayoría de los especialistas.
El cubano tiene línea de .322/.365/.669, con 11 jonrones, 28 remolques y 22 anotadas en 29 partidos, mientras Trout, solo en cuatro juegos menos, anda por .270/.342/.610, con diez vuelacercas, 25 impulsadas y 27 anotadas. No sé ustedes, pero ya en algunos lugares preparan los carteles de “¡Abreu MVP!”.