Lo reconozco, quizás estamos hablando demasiado de José Abreu en estos días, pero no hay manera de evitar su nombre. ¿Alguien está pegando muchos jonrones? ¿Alguien remolca más carreras que nadie? ¿Alguien ha eslabonado una importante racha de partidos con jits? ¿Alguien es líder indiscutible de su franquicia y firme candidato al MVP?
Ese es José Abreu.
El inicialista cubano de los Medias Blancas de Chicago se ha convertido en uno de los principales focos de atención de MLB gracias a su extraordinario ritmo de producción en los primeros 50 juegos de la temporada. En ese lapso, comanda las Mayores en impulsadas (51), jits (68) y total de bases (132), además de incluirse en el Top-10 de anotadas (38), slugging (.644), OPS (1.018), extrabases (30), jonrones (17) y WAR (2.7).
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¿No les parece impresionante? Pues a los más exigentes tengo el placer de anunciarles que los números de Abreu están removiendo la historia. Algunas de sus marcas igualan, superan o se acercan a viejos y empolvados registros que ahora, dado el acecho del cubano, han sido rescatados
Por ejemplo, su cadena de 22 partidos consecutivos bateando de jit se acercó como hace mucho tiempo no sucedía a las principales rachas de cubanos y de la franquicia del sur de Chicago; su carrera rumbo a los 200 jonrones tiene a todos en vilo; su posible doblete en el liderazgo de impulsadas podría marcar un hito…
De muchas maneras, la temporada de Abreu es impactante y cobra todavía más relevancia por lo que significa para los Medias Blancas, novena que finalmente regresará a la postemporada luego de 12 campañas de angustiosa sequía. El cienfueguero, sin margen a las dudas, es el estandarte de la franquicia, el líder de un grupo que se ha acoplado para asaltar la cima de la Liga Americana.
El arte de impulsar
Una de las estadísticas que mejor ilustra el peso de “Pito” en la producción ofensiva de Chicago son las carreras impulsadas. El antillano, quien encabezó la Liga Americana en el 2019 con 123 remolques, va camino a convertirse en el segundo cubano que gana este liderazgo en años consecutivos y tan solo en el cuarto jugador de origen latino que concreta tal hazaña.
¿Quiénes lo lograron antes? El primero fue el venezolano Andrés Galarraga durante las campañas de 1996 y 1997, cuando vestía los colores de los Rockies de Colorado y jugaba en el paraíso de Coors Field. Después lo emuló el dominicano David Ortiz (Boston/2005-2006) y el último en conseguirlo fue el cubanoamericano Nolan Arenado (Colorado/2015-2016).
Genial, ¿no? Pero hay más. En la historia de las Ligas Mayores, solo 32 peloteros han repetido como máximos empujadores en temporadas consecutivas. De ese grupo, siete ostentan el récord de tres campañas al hilo como líderes del importante departamento. Ellos son:
*Cap Anson (1880-1882/1884-1886: Chicago White Stockings)
*Ty Cobb (1907-1909: Tigres de Detroit)
*Babe Ruth (1919: Medias Rojas de Boston/1920-1921: Yankees de Nueva York)
*Rogers Hornsby (1920-1922: Cardenales de San Luis)
*Joe Medwick (1936-1938: Cardenales de San Luis)
*George Foster (1977-1979: Rojos de Cincinnati)
*Cecil Fielder (1990-1992: Tigres de Detroit)
Como vemos, cinco de estos jugadores consiguieron sus marcas antes de 1940 —todos son miembros del Salón de la Fama— y solo dos después de la era de la expansión, prueba de que cada vez se vuelve más complicado revalidar la corona de impulsadas en cualquiera de los circuitos.
Dicha tendencia la podemos reafirmar si ampliamos el filtro a quienes han ganado dos veces consecutivas el liderazgo de remolques. En total, 25 peloteros lo han materializado en más de un siglo de historia, incluyendo a inmortales como Honus Wagner, Lou Gehrig, Jimmie Foxx, Ernie Banks y Willie McCovey.
Sin embargo, de esos 25, solo siete lo han hecho en los últimos 40 años. Vamos de nuevo con la lista:
*Mike Schmidt (1980-1981/Phillies de Philadelphia)
*Dale Murphy (1982-1983/Bravos de Atlanta)
*Albert Belle (1995-1996/Indios de Cleveland)
*Andrés Galarraga (1996-1997/Rockies de Colorado)
*David Ortiz (2005-2006/Medias Rojas de Boston)
*Ryan Howard (2008-2009/Phillies de Philadelphia)
*Nolan Arenado (2015-2016/Rockies de Colorado)
“Pito” podría pasar a integrar esta prestigiosa agrupación al final de la atípica temporada que vivimos, pero necesita un cierre sólido, pues lo persigue de cerca el bombardero de los Yankees, Luke Voit, primer jugador con 20 vuelacercas en la campaña. Ahora mismo el slugger de Nueva York se encuentra a cinco remolques (46 por 51) del antillano y es su principal competencia, sin descartar a Mike Trout (42).
Rescatando tendencias: 50 en 50
José Abreu ha sido el bateador cubano más consistente de la última década en MLB, y probablemente acumule ya méritos para considerarlo el mejor toletero antillano del presente siglo, sin distinción de ligas. El fenómeno de Mal Tiempo pegó 184 jonrones en las Series Nacionales y ya tiene 196 en las Mayores, por lo que va embalado a los 400 cuadrangulares de por vida.
A su poder natural y habilidades para hacer contacto con la bola debemos añadir la mejoría de su ya depurada técnica en el béisbol de Estados Unidos, donde modificaron parcialmente su swing. Como es lógico, todo esto ha incidido en que mantenga altos porcentajes de bateo y embasado, a pesar de ser un slugger nato.
Sin embargo, es difícil recordar otro momento tan espectacular del sureño, absolutamente intratable en los primeros 50 partidos de la temporada 2020. En 205 turnos, tiene línea ofensiva de .332/.374/.644 e integra el Top-20 de las Mayores en promedio de velocidad de salida de sus batazos (92,5 millas) y en Hard Hit, con un 51,6 % de sus conexiones disparadas a 95 millas o más.
Por supuesto, lo más impresionante de Abreu es su ritmo de impulsadas, con una proyección de más de 160 remolques en una temporada de 162 partidos. Desafortunadamente, no será posible vivir una contienda normal y nos quedará siempre la duda de si el cubano hubiera sostenido un paso tan abrumador, pero enfoquémonos en el aquí y ahora.
“Pito” ha empujado 51 carreras en los 50 juegos iniciales de la campaña, algo que solo había sucedido 42 veces en los últimos 60 años, con 36 jugadores como protagonistas, pues seis lo lograron por partida doble en contiendas diferentes. Vamos a darle un vistazo a este reducido grupo:
*Frank Thomas (Medias Blancas de Chicago-1994/1996)
*Ken Griffey Jr. (Marineros de Seattle-1997/1999)
*Manny Ramírez (Indios de Cleveland-1999/Medias Rojas de Boston-2001)
*Todd Helton (Rockies de Colorado-2000/2001)
*Albert Pujols (Cardenales de San Luis-2001/2006)
*Josh Hamilton (Rangers de Texas-2008/2012)
Salta a la vista que la mayoría de los chicos repitieron entre 1994 y el 2001, período sobre el que hay enormes dudas respecto al rendimiento por el alza de consumo de esteroides en buena parte de las organizaciones de MLB. Quizás ese detalle propició que, en esa etapa, 25 veces un jugador remolcara al menos 50 carreras en los primeros 50 desafíos de su escuadra.
De 1961 a 1994, ese hecho se produjo en diez ocasiones, mientras del 2001 en adelante solo seis hombres consiguieron llegar al medio centenar de impulsadas en los 50 choques iniciales de sus novenas. Ellos son:
*Scott Rolen (Cardenales de San Luis/2004)
*Albert Pujols (Cardenales de San Luis/2006)
*Josh Hamilton (Rangers de Texas/2008 y 2012)
*Raúl Ibáñez (Phillies de Philadelphia/2009)
*Evan Longoria (Tampa Bay Rays/2009)
*Miguel Cabrera (Tigres de Detroit/2013)
Esto significa que Abreu ha tomado el relevo del gran “Miggy” y ha quebrado una racha negativa de seis campañas sin jugadores con al menos 50 impulsadas en los primeros 50 partidos del campeonato. ¡Wow!
Por si fuera poco, es el tercer toletero de los Medias Blancas que logra dichos registros (antes lo consiguieron Julio Franco y Frank Thomas) dentro de la era de la expansión, y tan solo el segundo cubano en el mismo período, superado únicamente por el inmortal Tany Pérez (53 remolques en los primeros 50 choques de 1970).
Para ubicar mejor las cosas en perspectiva, ni Rafael Palmeiro, puntero histórico de la Isla en empujadas (1.835) y recordista antillano para una temporada (148 en 1999), ni José Canseco, el otro jugador cubano con un título de impulsadas (124 en 1988), jamás consiguieron alcanzar los 50 remolques en los 50 duelos iniciales de sus conjuntos.
El otro reporte de un pelotero nacido en Cuba con estos números es de 1954, cuando Orestes “Minnie” Miñoso, empujó 51 carreras en los primeros 50 choques de los Medias Blancas de Chicago. Esa temporada “Mr. White Sox” consiguió su tope histórico de impulsadas (116) y estableció el récord cubano de triples en una contienda (18), que todavía sigue en pie.
No es difícil darse cuenta el calibre de los nombres que acompañan a José Abreu en este trabajo. No es difícil darse cuenta de que va ganándose un espacio en la historia al lado de peloteros que marcaron épocas y se ganaron su espacio en el templo de inmortales.
Pero estamos seguros de que Abreu cambiaría toda la gloria individual por el triunfo con los Medias Blancas en su primera experiencia en postemporada. Han dado el primer paso y la carrera por escribir su propia historia ya está en marcha.
Impresionante lo de ese muchacho en la MLB, muy bueno el artículo además.