Javier Nodarse
El equipo Cuba que participa en la Liga Can Am muestra gran inestabilidad en sus resultados. Aunque esta oportunidad es para probar esquemas y jugadores, preocupa que la actuación ha sido por rachas: dos derrotas, cuatro victorias y tres reveses.
Los Juegos Panamericanos constan de apenas seis juegos para los equipos que lleguen a la final, por lo que un comienzo negativo sería nefasto.
Durante el fin de semana resultaron barridos por las Águilas de Trois Rivieres, pero lo más preocupante es que solo anotaron cuatro carreras entre los tres duelos.
Si ante los Capitales de Quebec sonaron duro los maderos, ahora fueron silenciados. Entre sábado y domingo solo sumaron once imparables con tres para Yordanis Samón un día y dos para Yunieski Larduet el otro. Fueron los únicos bateadores con jornadas multihits en los dos últimos duelos.
A pesar de que permitieron 13 carreras, se mantiene el problema con los lanzadores abridores. El zurdo Misael Villa fue el único con una salida de calidad, a pesar de la derrota, ya que trabajó seis entradas con una carrera.
Yosimar Cousín no pudo caminar más allá del cuarto capítulo en su aparición como abridor. A Norge Carlos Vera le quedó grande la responsabilidad asignada, y se fue con cinco carreras y solo dos outs sacados.
Yudiel Rodríguez sigue muy bien como relevo situacional. El holguinero Rafael Sánchez les gana el pulso a todos como cerrador, y todavía no ha permitido carreras limpias en varias salidas como apafuegos.
Pablo Guillén, más allá del doblete que soportó el primer día, tampoco ha permitido libertades en sus apariciones, y pudiera resultar útil como relevo intermedio.
Frank Luis Medina mejora en cada salida, y resulta una pieza muy útil, ya sea en función de preparador o como cerrador. El pinareño es otro de los lanzadores interesantes en este grupo.
Se mantiene la gran incógnita: ¿Quiénes acompañaran como abridores a Lázaro Blanco y Fredy Asiel Álvarez?
Rey Vicente Anglada repitió line up en dos de los tres partidos de fin de semana, con César Prieto inamovible como hombre proa, Yoelquis Guibert en uno de los jardines, Yordanis Samón en la inicial, y Yosvani Alarcón de receptor, aunque también jugó primera.
Carlos Benítez fungió como tercer bate en dos de los tres juegos como camarero y designado respectivamente. Son los cinco peloteros más utilizados en los cuatro primeros turnos ofensivos.
Guibert solo batea .189, pero es un fijo como segundo bate. Otro que parece con el puesto asegurado es Yunieski Larduet en el noveno turno. El tunero hace un buen enlace con el cienfueguero Prieto y además batea .346. Ambos jugadores han robado bases en momentos importantes, y el mánager azul gusta de la velocidad en función de la ofensiva.
Raúl González con .333 le gana el pulso a los dos restantes antesalistas que han bateado poco. La segunda base y el bateador designado no tienen puestos fijos. ¿Carlos Benítez o Jorge Enrique Alomá? ¿Benítez o Frederich Cepeda? Se repite el nombre del granmense en las dos variantes, por lo que asumo que estará en el line up inicial.
¿Irá a la banca el recién nombrado capitán que solo promedia para un pobre .174? ¿El ilustre Frederich Cepeda tendrá que ver los toros desde la barrera? Solo batea .200, y le fue bien como emergente con un indiscutible. Quizás sea su función en el equipo.
Necesita esta selección jardineros del calibre de Roel Santos, Yurisbel Gracial y Oscar Luis Colás, quienes podrían ser llamados desde sus respectivas ligas para los Panamericanos.
Los seis juegos restantes serán definitorios en la conformación de la posible rotación abridora, y para encontrar las piezas que le faltan al rompecabezas.
La condición de abridores parece destinada a serpentineros experimentados porque ninguno de los noveles (entre Cousín, Yariel Rodríguez, Roberto Hernández y Vera no suman una salida de calidad en seis aperturas) ha cumplido con esa función. Desde el cajón de bateo hay más claridad, a pesar del bajón ofensivo ante el Trois Rivieres.
Anglada, cual ajedrecista atrevido en sus aperturas, sigue moviendo todas las fichas en busca del jaque mate final. Solo que la partida parece bien complicada, y sus ataques tendrán que ser bien cuidadosos.
