La segunda Liga Élite del Béisbol Cubano entra en su fase decisiva este fin de semana. Matanzas, Artemisa, Industriales y Las Tunas, los cuatro punteros en la tabla de posiciones, iniciarán la carrera de los playoffs en un torneo al que le llueven las críticas y los cuestionamientos por su nivel cualitativo.
Como novedad, la postemporada del certamen tendrá a cuatro novenas reforzadas, luego de que cada elenco seleccionara dos nuevos miembros para sus conjuntos provenientes de los eliminados Sancti Spíritus y Santiago de Cuba. Además, los dos que avancen a la final podrán escoger otro refuerzo adicional de los perdedores en la instancia semifinal, lo que les brindará más calidad a los equipos contendientes por el título.
Pero, ¿quién se blindó mejor rumbo a los playoffs de la Liga Élite? Es una pregunta difícil de responder; nadie puede vaticinar la actuación de los escogidos en un deporte tan impredecible como el béisbol, aunque cada equipo busca mejorar sus flancos débiles.
Matanzas: Más leña al camión
Los Cocodrilos de Matanzas son amplios favoritos a la corona. No solo por lo demostrado en la fase clasificatoria, que dominaron con solvencia, sino por la plantilla de lujo que cuenta con tres ex Grandes Ligas, un MVP de la Japan Series, y otros jugadores sobrados a este nivel, como el inicialista Yordanis Samón.
Se suma la incorporación del talismán Yordan Manduley. Y sorprendió Armando Ferrer con el primer pedido de toda la ronda de refuerzos. Cuando muchos esperaban un lanzador, el mánager yumurino se decantó por la experiencia y la seguridad que brinda el guante del holguinero en segunda base.
A todas luces, Ferrer enviará a la banca al utilísimo Aníbal Medina, envuelto en una campaña fenomenal (segundo en carreras producidas en el equipo, con 41), aunque quizás Manduley ofrezca más garantía en partidos de presión. Es su octava ocasión como refuerzo con seis equipos diferentes; en las siete anteriores se coronó en tres (dos con Granma y una con Villa Clara).
Lo otro positivo del llamado de Manduley es que ya tiene experiencia en una campaña con los Cocodrilos. Según los números de Benigno Daquinta en aquella ocasión, el playoff de la 55 Serie tuvo una línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging) de .364/.382/.545, con un OPS de 927.
De aquella experiencia, lo más destacable fue su bateo oportuno: encontró a ocho corredores en posición anotadora e impulsó a cuatro, para un formidable 50 % de efectividad. A la defensa cometió un error y defendió para 978.
El otro pedido también fue una sorpresa debido a los pobres números de Wilber Reyna en esta Liga Élite (1-5, le batearon .340 con efectividad de 4,71 y WHIP de 1,79), pero no quedaban muchas opciones en el octavo turno. Lo más asombroso es que resultó uno de los mejores lanzadores en la 62 Serie. No creo que Reyna tenga muchas oportunidades de lanzar con guarismos tan discretos, pero en postemporada no está de más disponer de brazos frescos.
Realmente Matanzas no necesitaba muchos refuerzos, y con lo que tiene es el máximo favorito al título, más allá de la maldición que supone tener en la nómina a Yordanis Samón. No ganar la corona sería otro fiasco para la colección.
Artemisa: poco ruido y muchas nueces
Los Cazadores no han sido cazados. Nadie los daba para clasificar en la Serie Nacional y se colaron en la Liga Élite. Tampoco los veían entre los cuatro grandes y ya están en semifinales. No apostaron por un lanzador a la hora de pedir en primera opción, pero se fueron con una de las joyas de la corona: el incombustible Frederich Cepeda.
Todavía a sus 43 años muestra una calidad por encima del promedio en nuestro béisbol, y lo demuestran sus estadísticas en el torneo, con línea de .351/.481/.535, y un OPS de 1.016.
Cepeda llega a 2 000 jits: “Cuando comienzas ves todo bien lejos y difícil”
El espirituano estuvo como refuerzo de Artemisa en dos Series consecutivas: 53 y 54. Incluso, en la primera de ellas negoció 52 boletos, en apenas 40 partidos jugados. Según los numeritos de Daquinta, esta marca fue récord para equipos de la provincia, hasta que en la campaña pasada Carlos de la Tejera sumó 54 boletos en 75 partidos.
En esa primera temporada como cazador estampó línea ofensiva de .341/.537/.659, con un OPS de 1.196 con 47 carreras producidas. Durante la segunda jugó menos, pero sus números no desentonaron. Bateó para .386/.466/.600, lo que fijó su OPS en 1.066. ¿Le quedará gasolina para enfrentarse a los Industriales? ¿Ganará su primer torneo nacional vistiendo otra casaca?
El otro refuerzo resultó sorpresivo. Los Cazadores se decantaron por el joven mayabequense Albert Valladares, quien ganó par de juegos con los Gallos de Sancti Spíritus, pero sus números fueron discretos. Está llamado a cumplir función de relevista largo e intermedio junto a Dorvis Navarro, Osdany Rodríguez y Darío Sarduy. Y los Cazadores dependerán mucho de su bullpen para ganarle a los Leones Azules.
Industriales y el peso de la historia
Los Azules de la capital no ganan ningún torneo desde 2010, tendrán en Artemisa un hueso duro de roer, y tampoco cuentan con la ventaja de la localía. Querían decantarse por el santiaguero Yosiel Serrano, pero unos minutos antes de la elección, el serpentinero llamó a Guillermo Carmona y le pidió que no lo solicitara.
Ante este inconveniente de última hora, tuvieron muy buen tino en solicitar a Yanielquis Duardo, líder en salvamentos de la justa con 10. El lanzador espirituano y Juan Xavier Peñalver forman un dúo de lujo para preservar las victorias en los finales.
Además, ya Duardo vistió el uniforme capitalino como refuerzo en la 59 Serie. Según las estadísticas de Benigno Daquinta, con Industriales tuvo balance parejo de 2-2, con tres puntos por juegos salvados. Apenas le batearon .250, pero su efectividad fue de 4,03. No fue ese seguro de vida. ¿Pesará nuevamente una camiseta con tanta historia?
El segundo refuerzo es otra sorpresa. El santiaguero José Luis Gutiérrez no es mediático, pero es un jugador de equipo. Aporta mucha velocidad en función de la ofensiva, y posee muchas herramientas para embasarse. Le complica la existencia a cualquier lanzador con su rapidez de piernas.
Con “Chachi” Gutiérrez, el director capitalino mata dos pájaros de un tiro: garantiza el clásico primer bate de un lineup, y asegura defensa en el jardín central. Dos posiciones que le dieron mucho dolor de cabeza durante la etapa clasificatoria, y no pudo estabilizar por disímiles causas. Ah, y en el peor de los casos ganan un lanzador zurdo para una situación extrema, o para preservar al cuerpo de serpentineros, o sino remitirse a Roberto Acevedo y Jorge Enrique Alomá. Ganancia neta.
Las Tunas: correcaminos en acción
Los tuneros nadaron en aguas revueltas y pescaron al mejor lanzador de la etapa clasificatoria. Yosiel Serrano redondea una rotación abridora interesante junto al zurdo Dariel Góngora y el fogoso Yadian Martínez.
Serrano tuvo balance de 5-2, con el peor equipo de la lid. Apenas le batearon .253. Resultó el líder en carreras limpias, con un fabuloso promedio de 1,69, y un aceptable WHIP de 1,34. Refuerza un staff necesitado de brazos seguros ante el reto inmenso que supone la ofensiva matancera.
La segunda elección recayó en el pinareño Juan Carlos Arencibia, otro pelotero muy explosivo, que le pone muchas ganas a su trabajo. Además, junto a Yuniesky Larduet y Héctor Castillo forman un trío de correcaminos que puede poner en aprietos a la defensa yumurina.
Arencibia robó 10 bases en 13 intentos, y debe formar parte de una mancuerna que una al noveno con los dos primeros de la alineación. Estos tres jugadores en bases pueden volver loco al más pinto de los Cocodrilos. Del poder y la leña a la velocidad en función de la ofensiva; una variante en busca de repetir el éxito de la postemporada anterior ante Matanzas. ¿Romperán los vaticinios?
¿Quién se blindó mejor rumbo a los playoffs de la Liga Élite? Para mí: Industriales y Las Tunas. Veremos lo que dice el veleidoso terreno.