En uno de esos encarnizados debates que se producen en grupos beisboleros de las redes sociales, un fanático decía que al cubano Yordan Álvarez se le había acabado la gasolina en la segunda mitad de la contienda de Grandes Ligas, la cual se podía catalogar de decepcionante. Confiado y sin alterarse demasiado, alguien le contestó que, ciertamente, el tunero había bajado el ritmo, pero que era apresurado hacerle la cruz con medio mes de competencia por delante.
Testigo de aquel intercambio, me dediqué a segmentar la temporada de Yordan con los Houston Astros, sobre todo en función de evaluar las diferencias cuantitativas entre la primera y la segunda mitad, y ver si realmente cabía en algún punto del análisis la categoría de decepcionante para el desempeño del portentoso slugger de 24 años. La mirada arrojó resultados reveladores…
En los primeros 75 partidos del 2022, Álvarez fue una apisonadora en el rectángulo ofensivo, desde donde mandó señales de un firme candidato al Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Durante ese lapso, hasta el 9 de julio, el tunero pegó 26 jonrones y 38 extrabases, remolcó 60 carreras, anotó 57 y dejó un descomunal OPS de 1.058.
De acuerdo a las proyecciones de Baseball Reference, el antillano llevaba ritmo para conectar 56 cuadrangulares, impulsar 130 carreras y anotar 123, cifras que, de conjunto, solo 12 peloteros han conseguido en la historia de las Mayores.
Sin embargo, una dolencia en la mano derecha lo apartó de los diamantes, impidió su participación en el Juego de las Estrellas y de alguna manera rompió con ese paso abrumador que llevaba. Para tener una idea más clara, en sus primeros 40 partidos tras regresar de la lesión, Yordan vio como su OPS descendía a un “terrenal” .814, con solo cinco vuelacercas, 14 extrabases y 22 empujadas.
En agosto, Álvarez solo conectó un jonrón, la menor cantidad de su carrera en cualquier mes, y su línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging) se desplomó totalmente hasta .234/.326/.312. Además, entre el 12 de agosto y el 10 de septiembre estuvo 20 partidos (82 comparecencias) seguidos sin llevarse las cercas, la peor racha de su trayectoria en MLB.
Hasta aquí, uno pudiera pensar que la segunda mitad de la temporada de Yordan ha sido decepcionante, sobre todo si miramos su descomunal rendimiento hasta inicios de julio, pero realmente no es aconsejable hacerle la cruz antes de tiempo. Una prueba muy clara la hemos visto en los últimos días, en los cuales el tunero ha vuelto a activar la maquinaria productiva con el madero.
Desde el 11 de septiembre, Álvarez lidera a todos los peloteros de las Mayores con seis vuelacercas y un slugging de 1.556, de otro mundo. Mucho tienen que ver los tres jonrones que pegó el pasado viernes frente a Oakland, con los cuales se unió a José Canseco, Yoennis Céspedes y Kendrys Morales como los únicos cubanos con más de un partido de tres cuadrangulares en la historia.
Entre estos cuatro sluggers, Yordan marca la diferencia, porque ya suma dos juegos de tres bambinazos y solo tiene 25 años, mientras Canseco lo logró con 29, Céspedes con 31 y Kendrys con 34. De hecho, el tunero todavía presume de ser el cubano más joven (22 años y 44 días) en pegar tres jonrones en un mismo desafío.
Yordan elevó este sábado su total de cuadrangulares a 37 luego de botar otra pelota contra Oakland, por lo que tiene a tiro la barrera de 40 estacazos de vuelta completa. Dicha marca solo la han logrado cuatro cubanos (Rafael Palmeiro cuatro veces, Canseco tres, y una Tany Pérez y Jorge Soler) en la historia, y de ellos solo Canseco lo hizo antes de cumplir 25 años, la edad de Álvarez.
Randy sueña con el 20-30
Los cubanos con al menos 30 bases robadas en el presente siglo se pueden contar con los dedos de una mano. Alex Sánchez lo hizo dos veces en 2002 y 2003, Alexei Ramírez y Leonys Martín lo emularon en el 2013, y el villaclareño repitió en el 2014. Fin de la lista…
Esperen, bajemos un poco la velocidad, porque en este 2022 tenemos a un jugador de la Isla con 30 estafas, por lo que ese club ya ha sumado un nuevo miembro. Hablamos del pinareño Randy Arozarena, quien la pasada semana se convirtió en el décimo cubano de la historia con 30 robos en Grandes Ligas y el octavo representante de los Rays con dichas cifras.
“A medida que ha ido avanzando la temporada, creé una nueva meta: conseguir 30 bases robadas. E incluso ahora, todavía planeo robar más, tal vez, cinco o diez más”, dijo el vueltabajero al reportero Adam Berry, quien lo entrevistó hace solo unos días.
El primer objetivo que Arozarena se trazó al inicio de la contienda fue repetir los 20 jonrones y 20 estafas, tal cual sucedió en el 2021, cuando ganó el premio de Novato del Año. No obstante, el cubano se ha embalado y ya acumula 30 robos, pero le falta un cuadrangular para completar la doble decena y entrar a clubes muy exclusivos.
Por ejemplo, de los cubanos en MLB, solo dos han logrado campañas de 20-30:
* Bert Camapaneris en 1970 (42 robos y 22 jonrones, cifra esta última que solo alcanzó una vez)
* José Canseco en 1988 (42-40, primer jugador de la historia en llegar a esos números)
En la historia de los Rays, el único que ha materializado el 20-30 es B.J. Upton, quien lo hizo en campañas consecutivas (2011 y 2012). Arozarena puede sumarse a estos listados de honor con un solo swing que mande una pelota más allá de los límites, meta que ahora tiene entre ceja y ceja.
“Es mucho más fácil robar una base que batear un jonrón. Voy a tratar de conectar ese jonrón y concentrarme en eso, y luego seguiré robando bases.”
José Adolis tiene una cita con la historia
José Adolis García fue noticia hace solo unos días porque se quedó a un paso de empatar el récord cubano de más partidos consecutivos bateando de jit, que todavía permanece en poder de Rafael Palmeiro. Pero, si somos justos, tendríamos que seguir hablando del patrullero avileño que hoy brilla y deja números históricos en Texas.
García ya llegó a 25 jonrones y le quedan poco más de 15 partidos para conectar seis más e intentar igualar su récord de 31, impuesto el pasado año. No obstante, lo más llamativo es que el jardinero ya quebró por amplio margen su marca de bases robadas (de 16 a 24), prueba de su excelente combinación de poder y velocidad.
A Adolis le falta una estafa para convertirse en el segundo cubano de la historia y el sexto jugador de los Rangers que se une al club 25-25 (cuadrangulares-robos) en una campaña. Por la Isla, solo José Canseco logró tales números (1988, 1991 y 1998), y en la franquicia tejana los únicos que lo consiguieron fueron Toby Harra (1977), Bobby Bonds (1978), Iván “Pudge” Rodríguez (1999), Alfonso Soriano (2005) y Ian Kinsler (2009 y 2011).
Por si fuera poco, Adolis también ha mostrado su capacidad productiva y ya suma 92 remolques, por encima de los 90 que cosechó en su temporada de novato. En más de 100 años de historia, solo 53 peloteros han logrado al menos una campaña de 25 jonrones, 25 bases robadas y 100 impulsadas, meta que el avileño pudiera alcanzar.
En el listado sobresalen los inmortales Vladimir Guerrero, Jeff Bagwell, Iván Rodríguez, Chipper Jones, Larry Walker, Ryne Sandberg, Andre Dawson, Joe Morgan, Hank Aaron, Willie Mays y Willie Wells, además de otros portentos marcados por el consumo de sustancias para mejorar el rendimiento como Barry Bonds, José Canseco o Sammy Sosa.
Puede parecer sencillo, pero en los últimos seis años solo lo han conseguido verdaderas estrellas: Mookie Betts (2016), Mike Trout (2016), Trevor Story (2018), Ronald Acuña Jr. (2019), Shohei Ohtani (2021), Bo Bichette (2021) y José Ramírez (2018 y 2021).
Otro detalle: de esa lista de 53 hombres, los únicos que lograron dichas marcas con la camiseta de Texas fueron “Pudge” Rodríguez en 1999 y Soriano en el 2005, hace ya más de 15 años. Adolis está a las puertas de hacer historia.
Yulieski Gurriel mantiene la exclusividad
Difícilmente Yulieski Gurriel se sienta satisfecho con su temporada. Luego de ganar el título de bateo en el 2021, el espirituano promedia .243, suma solo ocho jonrones y 48 empujadas –los totales más bajos de su carrera en una campaña completa de 162 choques–, mientras su OPS es de .658, tan bajo como en su nefasta campaña del 2020.
El inicialista de los Astros no ha encontrado la fórmula para revertir un prolongado bache ofensivo. Sin ir muy lejos, Yulieski estuvo ¡58 partidos! sin conectar vuelacercas en la presente campaña, entre el 2 de julio y el 12 de septiembre. Esta es la segunda peor marca del año para peloteros cubanos (solo superado por los 59 de José Iglesias) y la peor en la carrera de Gurriel, cuyo récord en este sentido era del 2018, cuando estuvo 48 duelos seguidos sin sacar la pelota más allá de los límites.
La racha la quebró el pasado martes 13 de septiembre en el Comerica Park de Detroit, donde conectó un batazo de 380 pies que se perdió en las gradas del bosque izquierdo. Su víctima fue el zurdo Andrew Chafin, quien le dejó servida una recta de 92 millas al centro del plato.
Pero el verdadero punto fuerte de Yulieski en el 2022 ha sido su consistente producción de dobles (37), departamento en el que lidera a todos los jugadores cubanos junto a Randy Arozarena y ocupa un puesto en el Top-10 de la Liga Americana. Precisamente, el pasado lunes 12 de septiembre dio un tubey que se convirtió en el extrabases 300 de su trayectoria en Grandes Ligas.
Gurriel es el quinto cubano que más rápido (783 partidos) alcanza esa cifra en la historia, solo superado por José Abreu (655), Yoenis Céspedes (685), José Canseco (707) y Tony Oliva (715). A pesar del mal año, se las ha ingeniado para poner su nombre en un listado exclusivo.
Chapman regresa, pero no tiene nada seguro
Después de varios días fuera de los diamantes por una infección en un tatuaje, el cubano Aroldis Chapman regresó a la lomita esta semana en Ligas Menores. El zurdo lanzó par de entradas con los Somerset Patriots, sucursal de Doble-A de los Yankees, y no lo hizo mal, pues no permitió carreras y ponchó a cinco de los nueve bateadores que enfrentó.
“Vimos su bola rápida eléctrica” dijo el manager de los Patriots, Dan Fiorito, quien reconoció que el relevista antillano tuvo pitcheos de 100 millas y una notable capacidad para ejecutar y controlar sus envíos rompientes. “Ciertamente, está en el camino correcto. Verlo ahí ilumina el radar”, añadió el directivo.
“Se vio muy bien en su salida de rehabilitación. Tiene que ganarse ciertos su puesto. Ojalá pueda tener éxito y lanzar la pelota como es capaz de hacerlo, porque físicamente está bien”, apuntó el manager de los Yankees, Aaron Boone.
Chapman, en efecto, fue activado por los Yankees este viernes y el sábado consumó su regreso a Grandes Ligas en Milwaukee, donde trabajó un inning con una base y un ponche. De cualquier manera, varios medios especializados aseguran que el holguinero podría no tener un espacio garantizado en el roster de postemporada de los Bombarderos del Bronx, quienes han perdido la confianza en el tirador.
La contienda de Chapman ha estado cargada de fluctuaciones bruscas en su rendimiento. Ha combinado períodos muy buenos con otros nefastos y, por desgracia, estos últimos han pesado demasiado, al punto de que perdió su puesto como cerrador principal de los Yankees, lo cual, compromete su legado y su próxima visita a la agencia libre cuando termine la temporada.
El antillano llegó a 300 rescates en MLB el pasado año y durante la actual contienda escaló al puesto 24 de todos los tiempos con nueve salvamentos en los dos primeros meses del curso. Sin embargo, una lesión en el tendón de Aquiles y la mencionada infección por un tatuaje han limitado su tiempo de juego. Por si fuera poco, mientras ha estado activo su rendimiento ha quedado por debajo de las expectativas, con los peores indicadores de su carrera en efectividad (4.55) y WHIP (1.42).