Si algo no le falta a la pelota cubana es la polémica. La Serie Nacional 58 no comienza hasta el próximo 9 de agosto, pero ya se anuncian novedades con sal y pimienta.
La noticia la dio Jesús Barroso, director de la Serie Nacional, al terminar el juego decisivo de la Serie Especial en el que se coronó el equipo de Orientales: la primera parte del torneo se mantiene igual, con cuatro clasificados directos mientras los dos restantes se deciden en play off de comodines; pero en el segundo tramo cambia completamente la película.
En el próximo torneo, los seis equipos que permanezcan con vida solo arrastrarán a la segunda parte los resultados de los partidos entre ellos, como ocurre en las llamadas Super Rondas en los principales torneos internacionales de béisbol.
Por lo tanto, estas selecciones solo computarían para el segundo tramo el resultado de quince partidos, o lo que es lo mismo, solo vale un tercio de la primera parte. Los restantes treinta juegos solo servirán para la acumulación de estadísticas de los peloteros.
¿Se imaginan un equipo que termine con 30-15, y todas las derrotas sean con los restantes clasificados? ¿O que ese mismo equipo lidere con ese balance, y cuando se reorganice la Serie Nacional descienda a un quinto o sexto lugar con números negativos, y bien alejado de la punta? Semejantes incongruencias son posibles con este cambio.
No obstante, el nuevo sistema tiene un aspecto positivo: con menos partidos arrastrados las diferencias entre los que avancen serán menores, y el espectáculo gana al estar más reñida la lucha por los cupos semifinales.
Lo negativo radica en que cuando un equipo, transcurrida buena parte de la primera mitad, tenga serias opciones de clasificar y se enfrente a un conjunto eliminado no le pondrá el mayor interés porque esos juegos poco importarán para la segunda fase.
Otro cambio notable es que en la selección de los refuerzosse premiará al mejor de la primera fase. El equipo que más gane podrá escoger primero y, al menos en teoría, tendrá a su disposición al mejor pelotero disponible.
Del lobo un pelo, porque ser el mejor entre los 16 equipos no garantiza arrancar como líder después de los primeros 45 juegos.
Según dijo Barroso, los directores de equipos para la venidera campaña fueron consultados y estuvieron de acuerdo con los cambios previstos. Sin embargo, consentimiento aparte de los managers, las nuevas medidas son polémicas y generarán un mar de opiniones en Cuba.
Cierto que son parejas para todos y no ofrecen ventajas a los presumibles favoritos, pero cambia completamente la concepción de la principal competencia deportiva de la Isla. Cambiar, cambiar y cambiar parece ser la palabra de orden en la pelota cubana.
¿Prenderá este enrevesado sistema entre los aficionados? ¿Mejorará el espectáculo con una simple reorganización de la tabla de posiciones? ¿Qué dirán los peloteros? ¿Será en realidad más reñida la competencia?
La bola ya fue lanzada. Veremos si cae en zona mala o cruza veloz el centro del plato, como un strike de más de noventa millas.