Peloteros cubanos hacen historia con la selección española de béisbol

Seis peloteros y un coach cubano hicieron historia con España en el Campeonato Europeo de Béisbol, que concluyó este domingo luego de una semana de competencias en cinco ciudades de República Checa. La selección ibérica derrotó 11-2 a Gran Bretaña en la final y regresó al trono continental por primera vez desde 1955, esta vez con decisivo aporte de jugadores antillanos.

El villaclareño Pablo Luis Guillén, quien debutó en las Series Nacionales de Cuba en la temporada 2016-2017, fue el abridor del partido final contra los británicos y no decepcionó. El derecho caminó cinco capítulos, en los que solo permitió un imparable, dos carreras limpias, regaló par de boletos y retiró a cinco contrarios por la vía de los strikes.

El antillano dejó la lomita con ventaja de tres anotaciones (5-2) para su equipo, que justo en el sexto capítulo amplió la renta con par de cuadrangulares de dos carreras de Wander Encarnación y Engel Beltré. De esta forma, Guillén se apuntó la victoria, su segunda del torneo luego de desbancar a los anfitriones checos en el cierre de la fase de grupos.

A ese duelo, España y República Checa llegaron invictos con victorias sobre Austria y Grecia, por lo que el choque definiría el puntero de la llave A. Guillén maniató a los locales en el Arrows Park de Ostrava, donde toleró solo un jit en cinco entradas, con siete ponches en su cuenta.

“Salimos a pelear, teníamos la espina de que el año pasado nos dejaron fuera del Clásico y logramos el objetivo: garantizar el liderazgo del grupo y avanzar a unas eliminatorias que se vienen bastante parejas”, dijo el lanzador cubano, quien terminó el torneo como el mejor abridor español, con 10 innings de labor, 12 ponches y solo dos imparables y dos carreras permitidas.

Además de Guillén, el espirituano Carlos Sierra también acción en la final. El espigado derecho lanzó par de episodios en blanco como relevista, siguiendo su línea de todo el torneo, en el que no aceptó carreras ni regaló boletos en cinco entradas en las que ponchó a un bateador por inning.

Por la parte ofensiva, uno de los mejores bateadores fue Omar Hernández. A pesar de que el prospecto de los Kansas City Royals no pudo batear en el choque final, terminó la lid con 11 indiscutibles en 28 veces al bate, de ellos dos dobles, un triple y cuatro vuelacercas.

Hernández, quien remolcó 10 carreras en la lid, fue líder jonronero (igualado con Nick Ward) y también terminó de puntero en anotadas (10). El antillano fue particularmente efectivo en el duelo de cuartos de final, en el que España vapuleó a Suecia con pizarra de 18-3. En ese partido, se anotó cuatro extrabases (dos jonrones incluidos) y puso cifras definitivas en el marcador con un walk-off triple.

“Estoy contentísimo con la victoria, con el campeonato, es algo que llevábamos buscando hace tiempo. No tengo palabras para describir este momento”, dijo Omar Hernández tras la victoria final ante Gran Bretaña.

A pesar de que este partido contra los británicos quedará para la historia por la consecución del título, el duelo más emocionante de los españoles llegó en semifinales contra Países Bajos, monarcas de las últimas cuatro ediciones y finalistas en 26 campeonatos continentales de manera consecutiva. Frente a los tulipanes, máximos ganadores del torneo (24 coronas), los ibéricos borraron una desventaja de cinco carreras (1-6) y terminaron imponiéndose con pizarra final de 7-6.

Otros cubanos que aportaron a la causa española fueron los lanzadores Rogelio Armenteros (una entrada en blanco) y Orlando Rodríguez (siete capítulos de labor con cuatro anotaciones permitidas). Finalmente, Frank Hernández terminó el torneo sin jits en tres turnos. Aademás de ellos, tenemos que hacer una mención especial para el coach de banca, Néstor Pérez, quien realizó un gran trabajo desde su puesto.  

Este equipo de España no contó con algunas de las principales figuras que estuvieron en el pasado pre-Clásico, para el que incluyeron hasta el destacado prospecto de los Cincinnati Reds, Noelvis Marte. No obstante, mantuvieron un núcleo de jugadores con experiencia en circuitos europeos y en Ligas Menores, lo cual les permitió completar una racha de seis partidos invictos y ganar el título continental.