Aunque Yoel Yanqui sabe que tiene mucho por mejorar, se siente satisfecho con su primera temporada en las ligas menores de los Estados Unidos. No será nada sencillo transitar por los distintos escalafones de calidad hasta llegar a las Grandes Ligas y prefiere enfocarse en lo que se conoce comúnmente como “subir de liga”.
La mejor herramienta de Yanqui –un zurdo de 22 años– es su estabilidad y balance en home, lo que provoca múltiples conexiones de extrabases. Luego de firmar un contrato de 50 mil dólares en 2017 con los Diamondbacks de Arizona, el inicialista y también jardinero, fue asignado a Kane County Cougars, nivel de Clase-A media en las menores.
“Creo que fue una buena temporada”, le dijo a OnCuba el santiaguero.
El equipo del cubano juega como home club en el condado de Kane, Geneva, Illinois, a unos 35 kilómetros de Chicago. Yanqui hizo sentir su ofensiva en 126 partidos de la temporada y promedió .289/.356/.380, con 22 dobles, cuatro triples y cinco estacazos más allá del muro. Fue noveno entre los mejores bateadores, 12mo en impulsadas y 10mo en total de bases recorridas con 188.
Después de emigrar de Cuba en 2015 y permanecer más de dos años en la República Dominicana, llegó finalmente a los Estados Unidos. En territorio estadounidense se incorporó a una de las sucursales de los D-backs, un equipo en el que tiene que rendir día tras día para no correr el riesgo de ser liberado. Además, debe adaptarse a una cultura, idioma y clima diferentes, y asumir una nueva rutina de béisbol.
En mayo pasado, el cubano le dijo a Paul Johnson, de The Beacon News, que su primer mes en las menores había sido el más difícil. Acostumbrado al caliente trópico, Yanqui tuvo que lidiar con el frío y la nieve. Sin embargo, el manager de los Cougars, Blake Lalli, aclaró que Yanqui entendía el juego de béisbol.
“Espero que me suban de liga la próxima campaña”, asegura.
En las menores todo comienza desde abajo (nivel Rookie) luego le sigue la Clase-A con tres niveles (corta, media y avanzada), para terminar con Doble-A y Triple-A, la superficie más cercana a un campo de Grandes Ligas.
“En las menores he aprendido mucho. Lo principal ha sido controlar la zona de bateo”, afirma Yanqui, quien participó en dos Series Nacionales (53 y 54) con Santiago de Cuba y no esperó a integrar el equipo Cuba o ser campeón nacional con su provincia. Ya ese no es más el sueño.
Ahora, la búsqueda del profesionalismo es el centro de todas las perspectivas.
“He fortalecido mi bateo y he aprendido muchas cosas positivas, las he llevado al juego y me han dado resultado”.
Además de la versatilidad y el contacto, Yanqui es un veloz corredor sobre las bases que estafó 13 almohadillas durante la temporada. A sus 22 años, es mi elección de beisbolista cubano “subestimado” para ascender en las menores.
–¿Qué es lo que más extrañas de Cuba?– le pregunto.
–Mi familia y jugar en la Serie Nacional– responde, sin dejar de enfocarse en su futuro.
Si logra mantener su progresión, la próxima temporada pudiera ser clave en sus aspiraciones de avanzar en el béisbol rentado de los Estados Unidos.