Tras un año de incertidumbre, es muy probable que el doble campeón mundial amateur en los pesos minimoscas, el cubano Johanys Argilagos, regrese a los cuadriláteros para comenzar su carrera profesional.
De acuerdo con el periodista Jorge Ebro, el agramontino pelearía el venidero 22 de febrero en Dallas, y hay posibilidades de que tenga una segunda prueba en Miami en marzo próximo, aunque todavía no se han definido sus rivales. El propio pugilista lo confirmó en sus redes sociales.
Argilagos comenzaría este nuevo episodio de su carrera en las 115 libras, y lo haría solo con 22 años, detalle muy positivo, pues por su juventud tendría la oportunidad de aprender y ganar experiencia en el profesionalismo, que dista bastante del boxeo amateur al que están adaptados los peleadores cubanos.
De momento, trabaja con el entrenador Salvador Castillo León, quien lo ha ayudado a meterse de lleno en este nuevo mundo, según relató en entrevista con El Nuevo Herad. Argilagos, además, ha contado con el apoyo de los pugilistas cubanos Erislandy Lara y Guillermo Rigondeaux, dos consejeros y manos amigas de excelencia.
“(Lara) siempre me dice que mantenga la disciplina, el entrenamiento, que no me distraiga en cosas menores ni que le preste oído a pensamientos negativos ni a frases duras contra uno. Hay que mirar adelante por encima de todo. Uno tiene que ser fiel con uno mismo”, dijo el joven fajador, monarca del orbe en Doha 2015 y Hamburgo 2017.
“(Rigondeaux) me contaba historias de cuando llegó, de los errores que cometió. Para mí significó mucho que él quisiera compartir eso conmigo. Quiere que yo no cometa los errores de él”, añadió Argilagos.
El camagüeyano dejó la selección nacional de la Isla a principios del 2018, cuando se encontraba en el clasificatorio de Tijuana, México, rumbo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Su idea era ir a Estados Unidos, pero el camino fue más escabroso de lo imaginado. Tras el cese de la política “pies secos, pies mojados” se complejizó el cruce por la frontera desde México, algo que antes era un mero trámite para casi todos los cubanos.
Argilagos estuvo recluido durante más de tres meses en distintos centros de inmigración, hasta que fue liberado en Colorado en agosto último. Ya con permiso para entrar en Estados Unidos, se asentó en Houston, donde ha trabajado con miras a dar su primer golpe como profesional.