El presidente de la Asociación Internacional de Boxeo, el uzbeco Gafur Rakhimov, manifestó al Comité Ejecutivo de la AIBA su intención de retirarse del cargo, tras varios meses de acusaciones e investigaciones que han puesto en peligro al deporte de los puños de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio.
“He informado al Comité Ejecutivo de mi intención de retirarme como presidente de la AIBA, de conformidad con los Estatutos, que le permiten al presidente renunciar a ejercer sus poderes y ser reemplazado por un presidente interino. He convocado a una teleconferencia del Comité Ejecutivo durante el fin de semana para abordar este asunto e iniciar el proceso de designación de un presidente interino”, dice el comunicado.
Rakhimov aparece en una lista negra del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, como presunto narcotraficante de heroína, lo cual ha provocado una investigación de un panel designado por el Comité Olímpico Internacional (COI).
Este panel debe entregar un informe a la junta ejecutiva la semana próxima en Suiza y, de acuerdo a los detalles que arroje la pesquisa, el COI puede retirar el reconocimiento a la AIBA en los próximos meses.
De acuerdo con el comunicado de Rakhimov, las discusiones sobre el boxeo olímpico han sido politizadas. “Como he dicho en numerosas ocasiones, atestiguo y confirmo que las acusaciones en mi contra fueron inventadas y se basan en fines políticos; confío en que la verdad prevalezca”, recalcó el federativo.
Statement from AIBA President Mr. Gafur Rahimov https://t.co/9U7idcHGVC
— IBA (@IBA_Boxing) March 22, 2019
Todo este sismo puede desembocar en la suspensión del torneo boxístico de los Juegos Olímpicos de Tokio, cuya planificación ahora mismo está detenida por completo, al punto de que los funcionarios de la AIBA no pueden contactar con los organizadores de cita estival del próximo curso.
Aunque Rakhimov ha decidido apartarse, este movimiento no representa una renuncia al cargo, y tampoco desembocará en un nuevo proceso eleccionario, como el que ya vivió la organización a finales del pasado año.
En dichos comicios, Rakhimov derrotó 86 votos por 48 a su par kazajo Serik Konakbáyev, quien aseguró en aquel momento su determinación de continuar la lucha para que se cumplan “los sueños olímpicos de los boxeadores de todo el mundo”.
La decisión de Rakhimov de dar un paso al costado era ampliamente reclamada por la comunidad boxística internacional, que no dio crédito en noviembre último cuando el uzbeco, a pesar de todas las sombras que había en torno a su figura, fue elegido al frente de la AIBA.
No queda claro si este movimiento de Rakhimov suavizará la postura del COI respecto a la presencia del boxeo en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero algunos especialistas aseguran que puede ser un primer paso para corregir el rumbo del deporte de los puños y facilitar su segura inclusión en el calendario de Tokio 2020.