Cuba tuvo representación mundialista durante este año en varios deportes que no aportaron medallas. En algunos casos, a pesar de la ausencia de preseas, los antillanos tuvieron una actuación decorosa demostrando su permanencia en la élite mundial.
Pero también se evidenció el retroceso marcado de nuestros atletas en disciplinas donde fuimos hace muy poco tiempo una gran potencia. Algunos mundiales solo tuvieron una exigua representación de la Isla, aunque competir al máximo nivel siempre es bienvenido para palpar cuán cerca o no estamos de la verdad.
Manrique, la gimnástica cubana y la batalla de Montreal
Manrique Larduet comandó la pequeña comitiva de cuatro atletas que participó en el campeonato mundial celebrado en Montreal. El santiaguero llegaba con el precedente de la plata mundial en el concurso de máximos acumuladores y el bronce en barra fija en Glasgow 2015.
La lesión del fuera de serie japonés Kohei Uchimura y el primer lugar de Manrique en el concurso uno con puntuación de 86,699, hacían presagiar otra medalla. Sin embargo, el cubano estuvo seguido bien de cerca por el chino Ruoteng Xiao con 86,297, el ruso David Beliasvkiy con 85,839, el japonés Kenzo Shirai con 85,697 y el ucraniano subcampeón olímpico de Río Oleg Verniaivev con 85, 431.
El discípulo de Carlos Gil no pudo repetir la hazaña y terminó con un meritorio quinto lugar y un cómputo de 86,031. Además, se incluyó en dos finales por aparatos al terminar cuarto en barras paralelas y séptimo en ejercicios en el piso.
Por si fuera poco, Randy Lerú terminó en séptimo lugar en la final de barra fija demostrando que la gimnástica cubana está en la elite mundial en un deporte bien costoso. Las féminas están un escalón por debajo. Ni Yesenia Ferrera ni Marcia Videaux pudieron ubicarse en una final mundialista.
El resultado de Cuba en el Mundial de Montreal hay que aplaudirlo con fuerza porque nuestros gimnastas estuvieron catorce meses sin una competencia al máximo nivel. Y así, en un deporte de apreciación es prácticamente imposible tener grandes actuaciones.
Volibol de playa: otra gran actuación mundialista
La dupla Nivaldo Díaz-Sergio González demostró con su quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en 2016 que estaban en la élite mundial.
Por primera vez fueron insertados en el circuito mundial de la disciplina y tuvieron resultados muy meritorios. Consiguieron el oro en su debut de Langkawi, Malasia, en febrero, el bronce en el Open de Qinzhou, y el quinto lugar en Xiamen, estos dos últimos torneos celebrados en China, para reafirmar su nivel mundial.
Con el antecedente del noveno lugar en el Mundial de Holanda en 2015 llegaron al torneo del orbe en Viena y repitieron la actuación de hace dos años. Debutaron con victoria en dos parciales ante la dupla de Austria Kunert-Dresler. Después repitieron la dosis ante Williams-Philips de Trinidad y Tobago. Ganaron en ronda de 32 a Seidl Rob/Winter también de Austria con marcadores de 21-16 21-19.
En octavos de final cayeron cerradamente ante la pareja holandesa Varanhorst/Van Garderen por 2-1(13-21, 23-21 y 13-15). Esta pareja terminó finalmente en cuarto lugar al ceder por el bronce anta la dupla rusa Krasilnikov-Liamin.
La dupla femenina cubana igualó la actuación de los hombres con un magnífico noveno lugar. Lidiannis Echeverría y Leila Martínez debutaron con derrota 0-2 ante la pareja española Elsa-Amaranta. Perdieron nuevamente ante la dupla alemana Laboureur-Sude (21-16 21-14), y ganaron 2-0 a Andrea/Gorda de Colombia (21-16 y 21-14).
Por un boleto a dieciseisavos de final vencieron a las rusas Birlova-Makroguzova. Ya instaladas en esa ronda le ganaron a Meppelink-Van Gestel con parciales de 21-16 y 21-19.Finalmente cayeron también en octavos ante las canadienses Wilkerson-Bansley por un cerrado 2-1(19-21 21-16 y 15-17).
El voleibol de playa, aunque no alcanzó medallas mundiales, mostró un buen nivel con los sendos novenos lugares de las principales duplas cubanas.
Béisbol y taekwando: los desastres mayores
El mayor desastre del deporte cubano ocurrió en marzo durante la cuarta edición del Clásico Mundial. En la primera ronda la selección cubana cayó en su debut ante Japón. Después venció sin más penas que glorias a la débil escuadra de China, y consiguió in extremis la clasificación a la segunda ronda gracias, en gran medida, al grand slam de Alfredo Despaigne que propició la victoria 4-3 sobre Australia.
La segunda ronda no pudo ser peor para Cuba con derrotas consecutivas ante Israel, el propio Japón en un partido en el que se pudo tener un resultado satisfactorio y la coronación del desastre con nockaut propinado por la bestia negra de los últimos años: Holanda.
El Cuarto Clásico Mundial fue malo para Cuba. Solo rindieron a la ofensiva los peloteros insertados en ligas foráneas y el picheo fue el fiel reflejo de la mala salud que vive este departamento de juego en nuestro país. Dos victorias, cuatro derrotas, muchas dudas y una pésima imagen dejada por nuestro equipo fue el saldo final.
El taekwando fue otro de los deportes decepcionantes durante los mundiales en 2017. Esta disciplina con asiduidad le había regalado a Cuba medallas en ambos sexos.
La participación en Muju, Corea del Sur, estuvo bien distante de los propósitos y ninguno de los ocho pudo agenciarse una medalla. Los mejores atletas antillanos quedaron bien lejos de sus reales posibilidades.
El campeón mundial de Puebla 2013, Rafael Alba, perdió 11-14 ante el iraní Saeid Rajabi en la ronda de 32 al igual que la también campeona en tierras mexicanas Glenhis Hernández, derrotada 5-6 por la serbia Milica Mandic.
El bronce olímpico, Robelis Despaigne, cedió en octavos de final al igual que la medallista de bronce mundial en México, Yania Aguirre. Los restantes competidores cubanos: Yamichel Núñez, Yilena Lastre, Fermín Quesada y José Ángel Cobas tampoco estuvieron cerca del podio. El taekwando fue de los deportes con peores resultados mundialistas durante 2017.
Natación, esgrima y tiro con arco: sin reales posibilidades
En el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos celebrado en Budapest los tres nadadores cubanos que participaron tuvieron una discreta actuación. Salvo Hanser «El pollo » García con pronósticos de llegar a semifinales en los 100 metros libres, no había mucho que mostrar por Cuba en las piletas húngaras.
El Pollo luego de dos años fuera de la máxima competición solo pudo registrar un tiempo de 49:33 segundos en los 100 metros para ubicarse en el puesto 30. En los 50 metros, su prueba menos fuerte, estampó 22:70 segundos que lo situó en el lugar 38 de la justa.
El mariposista Lázaro Vergara se ubicó en el puesto 38 con un discreto tiempo de 2:03.19 minutos en los 200 metros. 2:03.19. Luis Vega también estuvo lejos de los sitiales de honor con el puesto 40 entre 44 competidores en los 200 metros combinado individual.
En el Mundial de esgrima celebrado en Leipzig, Cuba asistió únicamente con el espadista Yunior Reytor. El antillano ganó los seis combates en su grupo eliminatorio y se ubicó en el grupo de los 64 principales tiradores. En esa instancia Reytor cayó 9-15 ante el húngaro Zsombor Banyai.
Aunque se esperaba un poco más de él luego de su medalla de plata en una copa del mundo en Canadá, el resultado estuvo acorde al poco roce internacional de una disciplina que ha visto pasar sus mejores años.
Al mundial de tiro con arco, Cuba asistía sin mayores pretensiones. El trío de tiradores masculinos se situó en el puesto 25 entre las 31 naciones presentadas en el arco recurvo con 1883 puntos y no pudieron mejorar el histórico lugar 24 del mundial de 1999.
En la ronda olímpica el veterano Juan Carlos Stevens fue el único que pudo pasar a la segunda ronda en la que cayó ante el japonés Kikuchi Hideki. Realmente no se esperaba mucho más de un deporte que apenas compite internacionalmente más allá de los juegos multideportivos.
Varios campeonatos mundiales dejaron sin medallas a los competidores cubanos y en el mayor de los casos, con un mal sabor de boca.