El doping vuelve a la palestra pública como amenza para unos y ganancia, a posteriori, para otros. Los pesistas cubanos Yordanis Borrero y Jadier Valladares recibieron medallas de bronce de los Juegos Olímpicos de Beijing-2008, con carácter retroactivo por el dopaje de algunos medallistas que las perdieron por consumir sustancias prohibidas.
Así los cubanos se suman a la lista creciente de beneficiados porque con la aparición de métodos científicos más avanzados, muchas muestras de atletas de los Juegos Olímpicos de Beijing y Londres dieron positivas.
En 2016, la Federación Internacional de Halterofilia había dado una lista con pesistas acusados de dopaje, lo que daba a ambos posibilidades. Valladares terminó quinto en los 85 kg pero en el listado entraron competidores de su división: el bielorruso Andrei Rybakou y el kazajo Vladimir Sedov. Casi 10 años después, Jadier recibió un bronce que no esperaba.
Mientras Yordanis, cuarto en Beijing, subió el tercero por el positivo del armenio Tigran Martirosyan. “Cuando me dijeron que recibiría la medalla no lo podía ni creer. Aquel fue un año muy difícil, porque además esos Juegos Olímpicos fueron mi última competencia antes de retirarme, y yo quería cerrar con una medalla. Siempre me quedó ese sabor amargo, y ahora, diez años después la acepto con mucha alegría, pues representa toda una vida como atleta”, dijo.
También el luchador Roberto Monzón se movió del séptimo al quinto lugar olímpico, por causas similares y recibió diploma olímpico.
“Debido a procedimientos en progreso sobre violaciones de las reglas antidoping (…) la información de la lista no está completa”, explica el Comité Olímpico Internacional en su sitio oficial cuando reseña las posiciones de Beijing 2008.
Gran éxito organizativo y competitivo fue Beijing y ahora pasa a la historia como los juegos donde la trampa burló a la ciencia, al menos durante casi una década. Como algunas divisiones y otros deportes se encuentran aún en revisión, podrían ocurrir cambios en el reparto de preseas.
Cuba terminó aquellos juegos con 2 de oro, 11 de plata y 11 de bronce. Pero después de las actualizaciones, según el sitio del COI, la Isla va por 3 de oro, nueve de plata y 12 de bronce. El organismo deportivo adicionó ya–de forma oficial– algunos cubanos que recibieron sus medallas retroactivas, pero aún quedan varios de ellos en situaciones similares.
La martillista Yipsi Moreno trocó su plata por oro con la descalificación de la belarusa Aksana Miankova. Ella, Dayron Robles y Mijáin López son entonces los tres titulares de aquella cita, algo que cambia radicalmente la ubicación cubana.
Otra que subiría al segundo lugar es la discóbola Misleidys González, quien se movió desde el cuarto lugar. También el atletismo, en triple salto, tendría un cambio de medalla: los positivos de la rusa Tatiana Lebedeva y la la griega Hrysopiyi Devetzi le darían el bronce a Yargelis Savigne.
Además de los dos pesistas reconocidos otro, Yohandris Hernández, subiría del sexto lugar de los 94 kg al bronce si se confirman los positivos de Ilya Ilyin (KAZ), Khadzhimurat Akkaev (RUS) y Nizami Pashayev (AZE).
De esta manera, el botín cubano ascendería a 3 de oro, 10 de plata y 15 de bronce. La Isla escalaría varias posiciones en la tabla general por países en unos juegos donde se vio relegada a la posición 28.
Pero la Isla también ha sufrido por la revisión de muestras. El caso más sonado, sin dudas, fue el de la discóbola pinareña Yarelis Barrios. En 2016 perdió su medalla de plata de 2008 por dar positivo con la sustancia acetazolamide (diurético y agente enmascarador). Ella misma había recibido el bronce de Londres 2012 por el uso de sustancias prohibidas de la rusa Darya Pischalnikova, lo que provocó el corriemiento en el escalafón de aquella justa.
Esta sería la primera vez que un deportista olímpico cubano tenía que devolver su presea. En los Juegos de Atlanta-96 la judoka Estela Rodríguez tuvo un test positivo por otro diurético pero solo recibió una reprimenda y no perdió la plata.
Dopaje que afecta a todos
Incluso Usain Bolt se vio afectado, pues perdió una presea dorada en el relevo 4×100 masculino, cuando dio positivo su compañero de posta Nesta Carter. El relámpago vio rebajado su palmarés a ocho oros olímpicos.
Por países, Rusia fue uno de los más señalados tras revisar las muestras. Se quedaron sin el oro del 4×100 por causa de la corredora Yulia Chermoshanskaya. La javalinista María Abakumova perdió la plata, mientras Rusia también perdía el bronce en el 4×400 masculino.
También en la bielorrusa Nadzeya Ostapchuk, titular olímpica de lanzamiento de bala de Londres 2012, fue descalificada y cedió su oro.
Los escándalos después de 2008 continuaron. El estadounidense LaShawn Merritt triunfó en Beijing en los 400 metros y en los 400 metros relevo, pero en octubre de 2010 se dio a conocer su positivo y el COI ordenó se las retiraran.
Pero la historia de los penalizados se remonta incluso más atrás, a Sidney 2000. A Lance Armstrong, además de retirarle sus 7 tours de Francia, le retiraron el bronce de Sidney 2000. Marion Jones, también una de las grandes sensaciones de aquello juegos, entregó más tarde las cinco medallas que ganó en Australia por la misma razón.
El COI guarda las muestras de los atletas durante 10 años, para analizarlas cuando aparezcan nuevos métodos. El momento importante que posibilitó descubrir las trampas de estas dos citas estivales, fue a finales de 2013.
Todo comenzó cuando los responsables del laboratorio de Colonia comenzaron a aplicar la cromatografía líquida en sustitución de la tradicional cromatografía de gases para los análisis de muestras de orina y comenzaron a hallar positivos en viejas muestras de dos esteroides anabolizantes que se creía en desuso. Entonces, el COI pidió que se usara la nueva técnica a 1,243 muestras congeladas de los Juegos de Beijing y Londres y ahí comenzó el escándalo.
El atletismo y el deporte en general, se han visto señalados siempre por sospecha de uso de sustancias prohibidas. Incluso la Federación Inglesa de atletismo pidió se suspendieran todos los récords mundiales para empezar de cero, marcas que incluso se remontan a la década de los 80 del siglo pasado.
El COI quiere limpiar el deporte olímpico, pero siempre hay tramposos que pretenden saltarse las reglas para mejorar el rendimiento. Por eso, no se descarta la caída de nuevos campeones más adelante y quizás, algunos mitos faltan por derrumbarse todavía.