Las nuevas declaraciones realizadas por el dominicano Joel Araujo, director de desarrollo y operaciones internacionales de la MLB para América Latina, revelaron que el permiso concedido por el Departamento de Estado norteamericano a Cuba, solo autoriza su participación en la cita del 2014, según refleja la cadena ESPN Deportes.
“El permiso que tenemos es por este año para Isla Margarita. Ese permiso implica diferentes cosas y no se debe asumir que porque Cuba participe este año participará el año que viene”, comentó. Si la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) desea que la presencia de Cuba se extienda más allá del 2014, deberá solicitar de nuevo la autorización correspondiente al gobierno de los Estados Unidos, añadió Araujo.
Un detalle que puede complicar la añorada continuidad de las selecciones cubanas en las citas regionales es que la sede para el 2015 será Puerto Rico, con su condición de Estado Libre Asociado sujeto a las leyes estadounidenses. En ese sentido Araujo señaló: “no sé si sería más complicado o no. Estamos en una etapa muy preliminar. Todavía la Confederación no ha dicho que tenga interés en tener a Cuba, pero siendo Puerto Rico un territorio norteamericano implicaría otras cosas.”
El artículo de ESPN Deportes reveló además que fuentes de GFR Media afirmaron que la inclusión de Cuba en la Serie del Caribe del 2014 estuvo signada por el interés particular del gobierno venezolano, a partir de los amplios lazos que lo unen a la Habana, lo cual lo llevó a condicionar un significativo aporte económico al torneo a la participación de la isla amiga.
Sobre ello Araujo indicó que no había existido presión de ningún tipo por parte de país alguno, aunque reconoció la gran atracción que pudiera generar al público la presencia cubana.
Una vez más la complejidad de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba actúa cual espada de Damocles en el añorado reencuentro de Cuba con las Series del Caribe. Es evidente que hay una relación completamente vertical donde las Grandes Ligas están sujetas a los designios del Estado norteamericano. Un escalón más abajo se ratifica la dependencia de la confederación caribeña (CBPC) ante la MLB, bastante remarcada a raíz del largo y tedioso proceso de firma del Winter League Agreement (Acuerdo Invernal), que reguló la participación de los peloteros insertados en el universo de la pelota rentada norteamericana en las ligas de invierno de Venezuela, República Dominicana, México y Puerto Rico.
Esta historia se sigue moviendo a ritmo de novela y al final feliz que desean la mayoría de los espectadores no dejan de aparecerle obstáculos. Por el momento solo resta esperar por donde irá la trama de los nuevos capítulos por llegar.
Que lástima que la política destruya al deporte