Edgar Yoel Quero es actualmente el mejor receptor de todo el sistema de granjas de los Angelinos de los Ángeles. De hecho, el joven cienfueguero se incluye como el prospecto número ocho de la organización, luego de solo una temporada como profesional y tan solo 19 años de edad.
Quero fue firmado en el 2021 por una suma de 200 mil dólares en un momento en que ya el periodo de firmas internacionales tenía un mes de desarrollo. Esa suma, otorgada en febrero, habla de un grandísimo esfuerzo de la organización por hacerse con sus servicios, y pone en relieve la expectativa que el jovencito generó desde el primer momento.
Nacido en el municipio de Santa Isabel de las Lajas, se formó como receptor en la cercana provincia de Villa Clara. Por supuesto, nada mejor para un pez que aprender a nadar en medio de tritones y ese es el caso en cuestión.
Para nadie es un secreto que el centro norte de la isla es prolífero en receptores de altos quilates. Desde allí han calzado arreos Lázaro Pérez, Alberto Martínez, Ángel López y por último Ariel Pestano, a quién muchos consideran (sobre todo los más jóvenes) el mejor de todos los tiempos en la Isla.
Con esa influencia, Quero integró las selecciones nacionales de categorías menores y en su hoja de servicios llegó a registrar dos eventos internacionales con el equipo Cuba.
En primer lugar, participó en la Copa Mundial Sub-12 celebrada en Taipei de China, en el 2015. Allí promedió para .267 con cuatro imparables en 15 turnos (tres de ellos dobletes) y se ponchó en tres ocasiones. A la defensiva, cinco errores, un passed ball y capturó a dos rivales en las almohadillas de diez que corrieron, algo que se ajusta a las características propias del robo de bases en la categoría.
Luego, en el 2018 participó en la Copa Mundial sub-15 celebrada en Panamá, donde se vio ya a otro Edgar Yoel. En la tierra istmeña, promedió para .400 (15-6, un doble, cuatro anotadas y seis empujadas, cinco boletos, tres pelotazos y jamás se fue a la banca por la vía de los strikes). A la defensiva no cometió errores, dos le robaron y tres pagaron caro el precio de querer ganar una base extra. Integró el Todos Estrellas del torneo.
Cuando todo parecía indicar que Quero tendría que decidir si seguir los pasos de Ariel Pestano en Villa Clara o de Osvaldo Arias en Cienfuegos, llegó en el 2019 la noticia de su salida del país en busca del sueño de jugar en el mejor béisbol del mundo.
Por un tiempo se le perdió el rastro mientras buscaba el desarrollo en las academias de béisbol del Caribe, pero en febrero del 2021 se anunció su firma por la organización californiana y echó a correr el reloj para el receptor en su intentona de ir tras el legado de otro grande con quien tiene más de una similitud, Yasmany Grandal.
De un físico que no es impresionante (cinco pies y once pulgadas con 170 libras de peso), ha conseguido depurar en grado superlativo la técnica del swing en su tiempo más reciente (temporada 2022) para conectar con la mezcla perfecta entre tacto y fuerza, logrando .281 de promedio ofensivo y un poder aislado de .167 (indicador de la medida en que logra conexiones de fuerza).
En su debut el pasado año en la Liga de Arizona, y luego un breve paso por la Clase A, el de la tierra del Benny Moré promedió .240 con cinco jonrones en 39 encuentros. Su poder aislado ya mostró de qué va a ser capaz y lo dejó en un extraordinario .253, aunque la mayoría del tiempo (29 juegos) estuvo en una liga Rookie.
En su primera estancia con los Inland Empire 66ers (Clase A de los Angelinos), se ponchó en el 38.1% de las comparecencias. Ya en el 2022 esta frecuencia disminuyó hasta 19.6%, al tiempo que las bases por bolas aumentaron en un 3.1% y su bateo de fuerza (y por ende la aceleración del swing) también aumentó hasta llegar a los siete cuadrangulares en 58 encuentros. Todo esto ocurre mientras toma sobre los cuatro pitcheos por turno, valor que se ubica en la media del beisbol profesional.
Edgar basa su valor ofensivo en el contacto, aunque la combinación de velocidad y ángulo de salida de sus batazos le proporciona excelentes probabilidades para consistentemente producir con fuerza.
Anteriormente comentábamos que su parecido con Grandal era interesante, salvando las distancias. Pues bien, Quero, al igual que el actual máscara de las Medias Blancas de Chicago, es ambidiestro y no teme para nada recibir bases por bolas (39 en el 2022 para el 15.1%). ¿Les suena conocido?
Una ventaja en el juego moderno es la capacidad para evitar las formaciones especiales a la defensiva. De forma natural, Edgar se ajusta bastante a ese perfil de bateador de todo el terreno, pues conecta entre el 36% y el 39% hacia las esquinas, y sobre el 24% hacia el centro del campo.
En el 2022 su evolución ofensiva ha sido abismal. En abril promedió para .214 con un jonrón, y en mayo .268 con otro cuadrangular. Sin embargo, es junio el que marca las pautas y aumenta la expectativa de lo que puede ser. Seis dobles, cinco jonrones, 15 empujadas, 17 bases por bolas y 13 ponches con un promedio de .347 y OPS de 1.017 marcan el mejor mes de su corta carrera y que quizás se convierta en la ruptura para confirmar la ubicación dada en el ranking de la organización por los expertos.
Viéndolo desde el lado defensivo, su brazo es fuerte. Le hemos visto tirar a la inicial de rodillas con fortaleza y sin un esfuerzo significativo. No obstante, y sabemos de los cambios en la categoría que propician el robo de bases, le han salido 78 corredores en 45 partidos y ha puesto out solo a 16 (20.5%) por lo que aún hay espacio por allí para crecer.
El mencionado “framing” (también conocido como mascoteo o habilidad para confundir al árbitro y convertir bolas cercanas a la zona en strikes) es un tema para hablar, pues lo maneja como un experto, sobre todo en los lanzamientos que bordean el límite inferior, convirtiendo varios picheos en strikes en cada partido.
Los errores defensivos (11 en 76 juegos y 545.1 entradas) y passed balls (cuatro en la carrera y ninguno en el 2022) hablan bien de su habilidad tras el plato. Con estas herramientas no hay dudas de que también aumentará la capacidad para manejar el juego, pero es allí donde tiene que concentrar su mayor esfuerzo.
Para nadie es un secreto que la receptoría es la posición más compleja dentro del esquema defensivo del juego. Alcanzar la madurez toma tiempo y un buen receptor da una ventaja en el juego moderno que no es de despreciar.
Recientemente, el prestigioso sitio Fangraphs actualizó el valor de los prospectos (índice que se forma a partir de las diferentes herramientas de juego), y Edgar Quero mejoró su indicador de Valor Futuro (Future Value), lo que atestigua que el crecimiento del cubano en la temporada ha estado incluso por encima de lo esperado.
Por lo pronto, tiene garantizadas algunas de las condiciones más importantes para crecer en el sistema de Ligas Menores. Lo primero es tiempo de juego. Es el receptor de todas las noches de los Inland Empires 66ers. Lo segundo y tan importante como lo primero, ser agraciado a la vista del cuerpo técnico, lo que le abrirá oportunidades de crecimiento de forma sostenida y constante.
Edgar Yoel Quero parece haber llegado al béisbol profesional para cosas interesantes. De momento, su meta diaria tiene que ser crecer, crecer y crecer un centímetro cada día. Se estima que pueda llegar a las Mayores en el 2026, pero talento tiene para acelerar el pronóstico y la organización a la que pertenece no tiene un dueño absoluto de la posición a largo tiempo.
Su competencia es tan solo consigo mismo. Talento sobra. ¡El tiempo dirá!