Convocatoria a legionarios del fútbol cubano: ¿ahora sí?

Las autoridades del fútbol cubano se plantean la posibilidad de reinsertar en la selección nacional a partir de marzo próximo a jugadores que juegan y residen en otros países, pero todavía no queda claro cuál será el mecanismo para el retorno de los llamados legionarios.

El futbolista Onel Hernández con la bandera cubana, tras el ascenso del Norwich City a la Premier League inglesa. Foto: Perfil del Facebook del deportista/Archivo.

Cuba necesita trabajar en el regreso a la selección de jugadores de nivel como Onel Hernández para poder aspirar a una clasificación mundialista. Foto: Perfil de Facebook de Onel Hernández.

Tan pronto como en marzo próximo, el fútbol cubano podría reinsertar en su selección nacional a jugadores que se desempeñan en diversas ligas extranjeras. Al menos esa es la última línea de discurso planteada por las autoridades del balompié en la Isla, con el respectivo visto bueno del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).

La idea se manejó durante la sesión del Congreso de la Asociación de Fútbol de Cuba, realizado esta semana en La Habana. En este encuentro, los principales dirigentes de la disciplina en la Isla, así como Ariel Saínz, vicepresidente del INDER, esbozaron sus criterios respecto a un tema que ha generado descontento y mucha polémica entre los fanáticos del más universal de los deportes.

De acuerdo con declaraciones a Radio Habana Cuba de Oliet Rodríguez, comisionado nacional de fútbol, la convocatoria de los legionarios pudiera darse en la próxima fecha FIFA (26 de marzo) o en la eliminatoria a la venidera Copa Oro (en junio), sin especificar cuáles son los jugadores que tienen posibilidades de vestir la casaca de las cuatro letras.

Rodríguez tampoco explicó cómo será el proceso para la reinserción de estos futbolistas, en su mayoría con residencia en otros países. Este detalle implicaría un cambio en sus respectivos estatus migratorios –pasando por la repatriación– si quieren formar parte de la selección nacional, a tenor con el procedimiento por el que se ha regido el Inder para regular el retorno de voleibolistas, peloteros y balonmanistas durante el último año.

“Tenemos buenas experiencias en el voleibol y el béisbol y ahora en el atletismo aprobamos a dos atletas presentadas por la Federación”, apuntó Ariel Saínz, quien conoce a la perfección el proceso de reinserción de atletas profesionales al movimiento deportivo cubano, pues bajo su mandato en la Federación de voleibol se concretó el regreso de Robertlandy Simón.

El directivo también aclaró que no existe “ningún impedimento orgánico” para la convocatoria de los legionarios en el fútbol, aunque llamó a los entrenadores a hacer una valoración de los jugadores y ver si sus contratos “se ajustan a nuestras necesidades”.

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Arichel Hernández, mejor futbolista de Cuba en 2019, precisó a Radio Habana Cuba que sería un orgullo contar con los legionarios, pues todos van a representar al país. El jugador, además, destacó que es algo que merece este deporte.

“Ha sido un proceso lento e injusto (con el fútbol). Otros deportes ya han tenido la posibilidad de traer a sus legionarios. Esperemos que este año se concrete para el bien del fútbol cubano”, puntualizó el villaclareño de 26 años.

Hasta ahí, todo parece un cuento de hadas, el final feliz para una decepcionante historia de derrotas internacionales, goles en contra y fugas de jugadores importantes, hechos que, conjugados, nos colocan ante uno de los peores momentos –si no el peor– del fútbol en la Isla.

Pero, a pesar del entusiasmo y optimismo que despiertan estos hechos, varios aficionados son recelosos y se cuestionan si realmente deben hacerse ilusiones luego de vivir, en el pasado reciente, notables decepciones con el mismo tema.

Por ejemplo, en noviembre del 2018, previo al partido de la Liga de las Naciones contra República Dominicana en el estadio Pedro Marrero, el club inglés Norwich City felicitó a Onel Hernández por su primer llamado a la selección cubana. Algo había tras el telón en aquel momento, pero las autoridades de la Isla jamás confirmaron aquella información.

En el mismo lapso de tiempo, un poco antes o un poco después, Raúl Mederos, técnico del plantel nacional, planteó la posibilidad de convocar a Onel, a Marcel Hernández, Christian Joel Sánchez, Carlos Vázquez o Samuel Malhamaki Camacho, la mayoría de ellos con contratos profesionales en diversos circuitos europeos.

Sin embargo, el estratega tampoco tuvo suerte y, a la larga, terminó frustrado.

“No quiero hablar más del tema de la convocatoria, yo no tengo respuesta, no puedo resolver nada, al final solo me estoy buscando problemas. Para saber, hay que ir al INDER y preguntarle a los que allí deciden. Para el fútbol cubano sería un éxito tener a todos los internacionales, pero yo no puedo hacer nada. He dejado de ver videos, de seguirlos, tenía la idea que podía resolverse a corto plazo y no va a ser así”, dijo a OnCuba el seleccionador en junio del 2019, un mes antes de su destitución.

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Mucha razón tenía Mederos, porque el tiempo ha pasado y, pese a la presión popular y de los propios jugadores de la selección, las autoridades ni siquiera se habían pronunciado al respecto, hasta las declaraciones de esta semana.

La gran duda ahora es si realmente cambiarán las cosas, si realmente hay voluntad para derrumbar las barreras que se levantaron en nombre de la necedad, el temor y la terquedad política de quienes dirigen el deporte en Cuba, si realmente se dejarán a un lado los “impedimentos orgánicos”, esos que no existen ahora y no existieron nunca.

Lejos de cantar victoria, hay que ser cautelosos respecto a las nuevas ideas, básicamente porque las mismas no aclaran del todo el proceso y las normas a seguir para la convocatoria.

¿Qué significa que los contratos de los futbolistas “se ajusten a nuestras necesidades“? ¿Existirán condiciones para determinar quién puede ser elegido o no? ¿Se marginarán a los jugadores provenientes del exterior que, por su ideología, “puedan atentar contra la armonía y el buen desempeño como equipo”?

¿Tendrá el seleccionador nacional total autonomía para la convocatoria de jugadores, sin presiones o prejuicios de las autoridades del fútbol o del INDER? ¿Debería el seleccionador prescindir de futbolistas con un posicionamiento político contrario a lo que el INDER dicta y entiende como correcto?

Todas estas son interrogantes sin respuestas, y bien convendría aclararlas cuanto antes. La razón es simple: incluso si convoca a algunos jugadores, Cuba podría seguir violando los estatutos de la FIFA y, por ende, también podría estar a un paso de una sanción ejemplarizante.

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