Con un gesto desafiante, Ana Hegerberg mira a la cámara y dice: “Es el momento de actuar”.
Resulta lógico que la superestrella noruega haya sido seleccionada como el rostro para una campaña reciente, que busca mejorar la difusión y las condiciones del fútbol de mujeres.
Después de todo, Hegerberg es la primera que ha recibido el Balón de Oro a la mejor futbolista, y su calidad sobresale en el fútbol de mujeres. Pero además, la jugadora ha librado una batalla personal por la igualdad y por un mayor respeto. Esa lucha privará a los aficionados al fútbol de la oportunidad de ver a la nórdica en el Mundial femenino que se inaugura en Francia el 7 de junio.
Hegerberg no juega con la selección de Noruega desde hace dos años, cuando decidió ausentarse en protesta contra lo que percibe como un desdén generalizado hacia el fútbol de mujeres en su país. La futbolista ha manifestado su frustración ante la desigualdad en los avances y estrategias del fútbol de mujeres.
La federación noruega de fútbol ha llegado a un acuerdo con el sindicato de jugadoras en ese país, para establecer una paga equitativa entre hombres y mujeres. El convenio se alcanzó en diciembre de 2017, unos meses después de que Hegerberg se alejó de la selección. Se ha promovido como el primer pacto de su tipo en el fútbol internacional.
Ahora, la federación cuenta con una mujer al frente de su dirección deportiva. Se trata de la exseleccionada Lise Klaveness, quien divide a partes iguales su tiempo entre la selección de hombres y la de mujeres, y encabeza un proyecto que busca desarrollar entrenadoras.
Klaveness se muestra segura de que Noruega invierte más dinero que “la mayoría de las otras federaciones” en el fútbol femenino.
Pero Hegerberg se ha negado a volver para el Mundial.
“Necesitan hacerse muchas cosas para mejorar las condiciones de las mujeres que juegan al fútbol”, dijo el año pasado, durante una entrevista con The Associated Press.
El seleccionador noruego Martin Sjogren reveló que hubo reuniones con el objetivo de convencer a Hegerberg de que participara en la Copa del Mundo. Los esfuerzos fueron en vano.
“Como técnico, uno necesita enfocarse en las jugadoras que quieren ser parte del equipo”, dijo Sjogren. “Y Ada no quiere”.
Hegerberg no ha dado detalles sobre por qué ha rechazado esta última oportunidad de incorporarse a la selección. Klaveness ha dicho que la delantera de 23 años considera “que no podría estar en su mejor condición posible en este sistema”.
Klaveness no desea que la disputa con Hegerberg ensombrezca la actuación de Noruega. Sin embargo, enfatizó que no se ha “dado por vencida” en sus intentos por convencer a la estrella del país.
“Necesitamos tratar de tener una relación confidencial y simplemente hablar directamente entre nosotras, de modo que encontremos puntos de acuerdo y que tal vez la tengamos de regreso después del Mundial”, dijo Klaveness en una entrevista telefónica con la AP. “En eso estamos ahora”.
Y por lo tanto, la mejor futbolista del orbe no engalanará el torneo más relevante. Es un golpe para la FIFA, considerando que Hegerberg ganó el Balón de Oro el año pasado y es al fútbol de mujeres lo que Lionel Messi significa para el de hombres: un icono actual del deporte.
Además, Hagerberg ostenta estadísticas que no palidecen respecto de las conseguidas por el argentino Messi.
Gracias a su triplete para que Lyon goleara 4-1 al Barcelona en la final de la Liga de Campeones de Europa para mujeres, la noruega suma 44 dianas en 46 apariciones dentro de esa competición. En partidos de ligas nacionales, acumula 211 tantos en 208 cotejos.
Sus 38 goles en 66 apariciones con la selección noruega son impresionantes, tomando en cuenta que dejó de jugar para el equipo a los 21 años.
Y por ello se le echará de menos en Francia.
“Pienso que la decisión de Ada debe respetarse”, dijo Nadine Kessler, directora de fútbol femenino para la UEFA, en declaraciones a la AP. “Es una decisión valiente, la de perderte conscientemente el Mundial”.