Las decepciones se han venido acumulando en los últimos tiempos para el fútbol cubano, pero la de este martes ha sido la más dolorosa.
La selección mayor de la isla solo necesitaba un empate en casa ante Bermudas para certificar su pase a la ronda final de las eliminatorias mundialistas de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe (Concacaf), algo que no logra desde hace más de 40 años. Sin embargo, ni siquiera eso fue posible.
La afición reunida en el estadio Antonio Maceo de Santiago de Cuba vio con impotencia como los llamados Gombey Warriors —que representan un territorio de apenas 53 kilómetros cuadrados y poco más de 60 mil habitantes— vencían 2×1 al impreciso y permisivo once local y dejaban a Cuba sin el ansiado boleto.
El técnico cubano Yunielys Castillo, muy criticado por sus decisiones y convocatorias, había dicho que el equipo confiaba en lograr el pase y que saldría a la cancha en busca de la victoria, aun cuando no contaría con dos de sus principales figuras, el atacante Onel Hernández y el portero Raiko Arozarena, además de otras importantes bajas previas.
Pero todo se torció tan pronto como el minuto 6 del partido, cuando Djair Parfitt-Williams marcó la primera anotación de Bermudas y obligó a los cubanos a remar a contracorriente. El jugador visitante abrió el marcador tras empujar la pelota dentro del área chica después de recibir un regalo del lateral derecho Orlando Calvo, en un intento fallido por cortar un centro, reseña EFE.
De acuerdo con la agencia española, lo que vino luego fue el tono del resto del encuentro y, en buena medida, de lo que ha sido Cuba en este ciclo de eliminatorias: “mucho corazón, pero más imprecisión”.
El medio destaca que, aun cuando la posesión fue de los anfitriones, fueron los visitantes los que mostraron mejor tino y eficacia, lo que a la postre les dio el triunfo y el cupo a la siguiente ronda.
Aunque los cubanos lograron igualar el marcador en el minuto 58 por intermedio de Jorge Aguirre —uno de los mejores hombres de la selección anfitriona sobre la cancha santiaguera—, la alegría y la tentativa clasificación a la fase final de Concacaf duraron poco.
Al minuto 74 Bermuda volvió a ponerse arriba gracias a Reggie Thompson-Lambe, quien remató solo frente al portero tras un centro filtrado que ningún defensa pudo anticipar, apunta EFE. Luego, los intentos de Cuba fueron estériles y nunca llegó el gol de la remontada.
Adiós al Mundial y ¿fin de ciclo?
De esta forma, la mayor de las Antillas dijo adiós a la posibilidad de luchar por un boleto al Mundial de 2026, que acogerán México, Estados Unidos y Canadá.
Los de la isla finalizaron terceros en su grupo eliminatorio, por detrás de la líder Honduras y su victimaria de ayer, que con su éxito en Santiago consiguió incluirse entre las doce selecciones que pelearán por estar en la cita del orbe.
Cuba, que solo ha participado en el Mundial de 1938 y llegó por última vez a la ronda final del área en 1981, desperdició una oportunidad histórica y ahondó su deuda de resultados internacionales, agravada desde que Castillo tomó las riendas del plantel.
Bajo la conducción del actual técnico, los cubanos descendieron al segundo nivel de la Liga de las Naciones de la Concacaf, quedaron fuera de la próxima Copa Oro, y ahora tampoco consiguen avanzar a la última instancia de la eliminatoria mundialista al caer como locales.
Este sonado fracaso pudiera ser —o debería, en opinión de no pocos especialistas y aficionados— la gota que colme la copa y marcar el cierre del ciclo de Castillo al frente de la selección mayor para abrir una nueva etapa en el fútbol cubano.